Continuemos.

Los siguientes comentarios muestran el otro lado de la moneda. Cuando a los ojos de los hijos parece existir una sobreprotección, los padres necesitan evaluar la situación. Lo que los padres hacen puede ser visto por los hijos desde una perspectiva dife­rente. Los sentimientos negativos tienen que ser tratados, o si no, se aumentarán con el tiempo. En este punto los padres tienen que tener una mirada realista en su relación con sus hijos. Y si éstos han sido sobrecargados de leyes, puede ser bueno ali­viar las reglas y trabajar en el campo de las relaciones. «El amor» necesita ser la base de las «reglas».

1. Deseo que mis padres sepan que aborrezco la súper protección que me han dado. Me gustaría que no fueran tan estrictos. Quiero que me den un poco más de libertad y responsabilidad. No he hecho nada para que ellos descon­fíen de mí.

2. Recientemente me enteré de la rigidez de los padres de una adolescente. Ellos deciden con quién va a salir, a dónde tiene que ir, y a quien no debe hablarle. Eso, mi amigo, es provocar el sexo prematrimonial.

3. Mi papá y yo siempre estamos discutiendo el uno con el otro. El no me deja crecer y quiere tenerme siempre como su chiquita. Es difícil. El no quiere que salga con mis amigos. El desea que me quede en casa y cocine la cena y todo lo demás. Es difícil hacerle entender que yo no aguanto más. Tengo que crecer, y hacer cosas por mi propia cuenta.

4. Nuestros padres pasaron por diferentes situaciones mientras estaban creciendo, y a veces nosotros tenemos que pasar por las mismas para crecer también. Ellos de­berían dejarnos salir y experimentar unas pocas cosas en vez de decir: «¡No, tú no puedes ir!,» porque ellos siempre piensan que vamos a hacer algo malo.

5. Pienso que nuestros padres deben darnos más libertad. Tengo una amiga que no puede estar fuera de casa más de las diez. Así que ella sale y entra a hurtadillas, porque sus padres no la dejan hacer nada.

 

Adolescentes Cristianos.

“No piensen que puedo manejar todo, sólo porque soy cristiano».

Como padres debemos tener cuidado de no dar por sentada la espiritualidad de nuestros hijos. Cuando un adolescente se hace cristiano, no sólo agrega una nueva dimensión a su vida sino también un intenso conflicto moral. Un adolescente cris­tiano enfrenta más preguntas difíciles acerca del sexo que otro no cristiano. Ellos entonces necesitan nuestro amor, oración, apoyo y aliento para su crecimiento espiritual.

1. Yo fui criado en un hogar cristiano, pero me doy cuen­ta de que me salí con las mías muchas veces y me hubiera gustado haber sido disciplinado más.

2. Yo no quiero rebajar a mis padres, pero ellos piensan que han hecho un trabajo demasiado bueno. Yo conozco al Señor, pero ellos no piensan que yo soy tentado dema­siado. Por la armadura del Señor, y los cimientos que ellos me han dado, piensan que yo no puedo ser tentado. Ellos no piensan que yo podría hasta emborracharme.

3. Muy a menudo, personalmente, me he preguntado có­mo será eso, y a veces ese deseo de buscar el modo de hacerlo, es difícil de resistir. En nuestra sociedad no hay que andar muy lejos. Y una de las cosas que me han ayu­dado a resistir es que he esperado largo tiempo, y todavía estará allí cuando me case. Pero todavía me pregunto si no valdría la pena hacerlo, ir contra la voluntad de Dios, y pedir perdón más tarde.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Lo Que Deseo Que Mis Padres Sepan Acerca de mi Sexualidad”

Por Josh McDowell

Lee Límites y Reglas 3

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí