Para llegar a tener dinero, debemos comenzar por ganarlo y ganarlo legalmente. Quienes está buscando trabajo, compran el periódico y corren pronto a la sección de Empleo. En ella distintas empresas, anuncian las posiciones de trabajo disponibles y los requisitos que debe llenar, la persona que desea aplicar a esa posición.
Si usted desea llegar a tener dinero, sin importar su edad, usted debe ser chispudo. No sé de donde viene esa palabra. A lo mejor de chispa, como aquellas que saltan cuando están soldando metal, algo que aparece y desaparece, porque es rápido, responsable y no se detiene. ¿De qué le sirve conseguir un buen trabajo si usted es dejado, irresponsable, hace las cosas lentamente, le deben recordar todo y al final todavía se excusa por su negligencia? La persona que es así, podrá conseguir trabajo, pero tan pronto como lo consiguió, se quedará sin el mismo.
Cuando usted llegue a trabajar, debe entender que le están pagando por su tiempo. Su tiempo, sus energías y su intelecto, existen para cumplir las funciones que le asignan y ser productivo para aquel, con el que intercambia mes a mes sus servicios, por un salario. Quien llega a ver lo que menos puede hacer, nunca pasará a más. “El que es negligente en su trabajo confraterniza con el que es destructivo” (Proverbios 18:9 NVI). El negligente es aquel que no pone cuidado en la realización de sus obligaciones. Y generalmente, el negligente es creativo para inventar excusas ante su irresponsabilidad y dejadez.
Para ganar dinero legalmente y comenzar el camino de acumular riqueza, usted debe ser un trabajador diligente. El diligente es aquel que se dirige a sí mismo. No necesita supervisor, porque lo que le delegan, lo cumple. El diligente siempre es una persona altamente responsable. Es una persona que responde positivamente ante todo lo que se delega. Pero no sólo es responsable. El diligente es al a vez rápido. Lo más probable es que al trabajo que usted llegue, verá que la mayoría de personas querrán hacer lo menos y lo más despacio posible. Usted debe ser diligente y hacer todo con rapidez y a la vez con calidad.
Pero el diligente no sólo es responsable, es rápido, sino que también es proactivo. La persona proactiva tiene la iniciativa para anticiparse a problemas o necesidades futuras. Esta persona va antes que los demás, ve más lejos que los demás y es un alivio para su jefe porque resuelve o propone soluciones y alternativas. Esta persona está a favor de la actividad. El negligente recibe la orden de contactar a cierta persona y como no le contestan, deja de llamar. O si la persona cambió de número, deja de llamar y ni siquiera avisa al jefe. Pero el diligente, llama y si no le contestan, envía inmediatamente un mensaje con el asunto que debe tratar solicitando lo llamen de regreso. Si la persona cambió de número celular, consigue el número de la empresa o ve que hace, pero que se hace, se hace.
¿Quién no quiere un trabajador diligente? Todo el mundo. Pero esto no es lo mejor. Lo mejor es que el trabajador diligente, el que es responsable – rápido y proactivo, si un día se queda sin trabajo –, pronto conseguirá otro. Y siempre continuará ganando dinero legalmente, lo que le permitirá continuar en el camino hacia la creación de riqueza. Si su jefe debe recordarle una segunda vez algo que le pidió, usted no es diligente. Va siendo hora de cambiar. Porque el diligente no sólo tendrá trabajo siempre, ascenderá a otros puestos, porque es un alivio, es una bendición para otros. Y no sólo para otros, también ganará más dinero y podrá acumular dinero más pronto y alcanzar sus metas económicas.
Lección #12: Sea un trabajador diligente. Al diligente – aquel que se dirige a sí mismo, es responsable, rápido y proactivo –, siempre le irá mejor que a otros. Difícilmente se quedará sin trabajo y si ocurre, pronto conseguirá otro. Además, a la hora de los ascensos, será el primero en ser tomado en cuenta, ganará más y podrá ahorrar más y más pronto que otros.
Extracto del libro El Maestro Del Dinero
Por Alex López
