Tenemos que aprender a disfrutar el hoy. Alguien sabiamente dijo: “El pasado ya no existe, el futuro no está aquí, sólo tenemos un regalo y por eso
se llama… presente”. Tenemos que aprender a disfrutar el hoy, pero a la vez a tener cuidado, que no resultemos endeudados hasta las narices, por vivir la vida ahora, con el dinero que no tenemos.
Una de las lecciones tan simples que un excelente catedrático nos dio fue la siguiente: “Con respecto al tema financiero, sólo existen dos opciones: disfrutar hoy y pagar mañana. O pagar hoy y disfrutar mañana”. Estas únicas dos opciones en cuanto a lo que deseamos empresarial e individualmente debemos entenderlas. Disfrutar hoy y pagar mañana, a nivel individual, tiene que ver con aquellas personas que deciden viajar a visitar al ratón Mickey a Orlando Florida, sin tener nada ahorrado para el mismo… y deciden entonces, utilizar el apalancamiento financiero. La diferencia es que no es para invertir sino para gastar en la vida. Entonces utilizan la tarjeta de crédito para disfrutar hoy y pagar mañana. Un mañana que se convierte en 36 cuotas y en donde por los intereses que le cobran, resulta pagando mucho más que haber realizado la operación al contado.
Pagar hoy y disfrutar mañana, tiene que ver con pagar el precio en cuanto al ahorro, para luego disfrutar mañana sin interés alguno por no haber optado a un crédito de consumo. Digamos que el presupuesto del viaje para visitar a Mickey asciende a $4,000 dólares americanos y se quiere pagar el precio hoy y disfrutar mañana, comprando los mismos al contado. Entonces sí divide este monto entre 36 meses, deberá ahorrar $ 111.11 al mes para viajar al contado. El factor a tomar en cuenta es el tiempo. O lo hago ahora o lo hago después. Si lo hago a hora y no tengo, disfruto, me endeudo y luego veo cómo salgo de deudas poco a poco. Esto si no caigo en un ciclo de anhelar disfrutar otra cosa al crédito ya, mientras me endeudo más, al punto que luego ya no tengo ni para cubrir mis necesidades, porque debo hacerles frente a mis deudas. Si lo hago después, significa que primero ahorro y luego disfruto. Ahorro y compro al contado. El precio es esperar para disfrutar. En el primer ejemplo, el precio es el interés que paga por disfrutar hoy, aunque tenga que endeudarse.
El apóstol Pablo dice: “Así que, si tenemos ropa y comida, contentémonos con eso” (Filipenses 6:6-7). El cristiano practica el contentamiento, que es estar agradecido con Dios porque cubre sus necesidades básicas mientras se esfuerza por lo que quiere. El cristiano sabe que su mayor riqueza no es esta tierra, sino el perdón de pecados por medio del sacrificio sustituto de Jesús en la cruz y la promesa de una vida eterna después de la muerte, en donde Dios, el Justo, reina con justicia y en donde no hay sufrimiento, ni dolor. Practicar el contentamiento es fundamental para una vida plena. Estemos satisfechos con lo que tenemos, que es lo mínimo que necesitamos para vivir. Y si hay para los deseos e incluso lujos, recordemos que, en ambos casos, esto ya es ganancia.
El cristiano no sólo practica el contentamiento, también vive bajo prioridades bien definidas. Primero Dios, segundo la familia y después el resto de cosas. Pero siempre primero va Dios, quien ha prometido que, si lo buscamos primero a él, todo lo demás de nuestras necesidades básicas, nos serán añadidas. Necesitamos practicar el contentamiento y tener nuestras prioridades de enfoque bien definidas. Pero muchas veces retardar la compra de algo, mientras ahorramos para comprarlo al contado, es lo que necesitamos para evitarnos tantos dolores. Recuerde que con las cosas que deseamos sólo hay dos opciones: disfrutar hoy y pagar mañana. O pagar hoy y disfrutar mañana. Practique el contentamiento y no gaste más de lo que gana.
Lección #8: Con las cosas que deseamos sólo hay dos opciones: disfrutar hoy y pagar mañana. O pagar hoy y disfrutar mañana. Practique el contentamiento y no gaste más de lo que gana.
Extracto del libro El Maestro Del Dinero
Por Alex López
