¡La vida es ahora! Y es cierto. Hay quienes viven en el ayer, que desperdician su hoy. Hay quienes viven soñando y esforzándose por su mañana, que alcanzan lo que se proponen, pero dejando a un lado la razón de estar en la tierra, vivir. El problema surge cuando vivo la vida ahora, utilizando el dinero que no tengo. Alguien dijo: “Compramos cosas que no queremos, con dinero que no tenemos, para impresionar a gente que no queremos”. Una forma segura de ponerle la soga al cuello de su matrimonio es endeudarse y ser malos administradores de sus ingresos…
El problema de las deudas, es que, si no podemos pagar, entonces perderemos no sólo lo que hemos comprado a crédito, sino hasta nuestros ingresos futuros pues pueden embargarnos nuestro salario. Peor aun cuando decidimos salir como fiadores del préstamo de otra persona. Mi consejo es que no sea fiador de nadie, a menos que usted esté dispuesto a asumir los pagos de esa deuda y tenga para hacerlo. Porque si su pariente o amigo incumplen con su obligación, a usted le tocará pagar la misma. (Proverbios 22:26-27).
Aunque lo mejor es comprar la mayoría de cosas al contado, no todas las deudas son malas. Siempre conllevan el mismo riesgo de incumplimiento y que suframos las consecuencias de nuestra incapacidad de pago. Pero hay ciertas deudas que valen la pena.
¿Cuáles son estas deudas?
Básicamente se aplican a dos únicas cosas. A la compra de bienes inmuebles y a la inyección de capital para un negocio ya probado y exitoso. Los bienes inmuebles tienden a apreciarse año con un año. Investigue cuál es el porcentaje en su nación. Sin embargo, aunque estas deudas son buenas, siempre se paga un interés y uno termina pagando mucho más del valor original del bien. Pero muchas veces el mayor pecado, no es el interés que se paga, sino superar nuestra capacidad de endeudamiento. Generalmente nos sugieren no endeudarnos más de un 35% de nuestros ingresos…
Ese 35% es la máxima capacidad de endeudamiento. No tiene por qué comenzar ahí. Idealmente mientras menor sea el porcentaje de endeudamiento, menos apretado estará para hacer frente a imprevistos. Así que, si va a adquirir una deuda, tome en cuenta este porcentaje como el máximo, pero apunte si es posible, mucho más abajo. O alquile si al hacer números resulta mejor, mientras ahorra para un mayor enganche y, por lo tanto, un menor endeudamiento. No se enamoren del block. Es cierto, tener una casa o un apartamento es una bendición… pero… no se pierda, su necesidad es tener un techo. Sea este alquilado o propio. Como comience, no debe terminar. Pero supla su necesidad de vivienda, esta es su misión. Tener un lugar en dónde vivir.
Lo mismo se aplica a lo que es un negocio. Conlleva demasiado riesgo y generalmente se perderá el dinero que se preste, para comenzar un negocio del que usted no conoce nada. A menos que tenga expertos en el ramo de negocio que está escogiendo, que lo han asesorado y son personas íntegras, no se endeude para nada en un negocio que no conoce. Pero si usted tiene un pequeño y exitoso negocio, que si le inyecta capital crecerá aún más, entonces endéudese. Pero defina cuál es su capacidad de endeudamiento y no la supere.
No todas las deudas son malas, pero todas las deudas conllevan un riesgo. Alguna vez leí que antes de tomar una decisión, debemos preguntarnos ¿Cómo me sentiré después de haber tomado esta decisión en diez minutos, en diez meses y en diez años? Antes de endeudarse pregúntese ¿Cómo me sentiré después de tomar esta decisión en diez minutos, en diez meses y en diez años? Pregúntese y escriba cómo se sentirá. Esto le ayudará y será más objetivo en todo tipo de decisiones. Pero, sobre todo, deje dormir las decisiones en su mente por lo menos unos días y pida consejo.
Lección #10: No todas las deudas son malas, pero todas conllevan un riesgo. Las deudas en todo lo que se aprecia – como con los bienes inmuebles – o para inyectar capital a un negocio ya probado y exitoso, valen la pena.
Extracto del libro El Maestro Del Dinero
Por Alex López
