¿De Qué se Trata? Ayudarles a entender que es posible superar la tentación de las drogas y las bebidas alcohólicas.

Pasaje Clave: Mateo 4:1-10. Hebreos 11:24-26.

INTRODUCCIÓN

Con frecuencia te encuentras enfrentándote al problema de las drogas y las bebidas alcohólicas. Algunas veces hasta los miembros de tu propia familia son los que las consumen. Otras veces, son tus mejores amigos los que han caído en el uso de ellas. Una encuesta reciente entre adolescentes creyentes, reveló que el 42% de los muchachos y el 46% de las muchachas se emborrachan por lo menos una vez al año. Y uno de cada 5 adolescentes comentó que en sus colegios el uso de las drogas es algo común. Si bien te das cuenta de los peligros de las drogas y del alcohol, muchas veces te sientes presionado a “probar” o “experimentar” con ellos para no sentirte menos que los demás, para no escuchar sus burlas o para no ser rechazado.

DESARROLLO
A continuación te compartimos historias de jóvenes, drogas y bebidas alcohólicas.

Historia 1.
– ¡Oye, Guille!
Guille se volvió al oír su nombre. Vio a Juan acercándose, avanzando por entre la multitud en los pasillos.
– ¿Te enteraste? Mis padres saldrán de la ciudad este fin de semana. La fiesta será en casa esta noche, a las nueve. ¿Vienes?
– ¿Estás bromeando, verdad?
– No. Te lo digo en serio. Además, todos traerán cervezas y vino, y yo sé donde mis padres tienen la llave del armario de los licores. Oye, tal vez deberías pensar en pasarte todo el fin de semana en mi casa. Será alucinante…
La mente de Guille estaba ya tratando intensamente de hallar razones creíbles que podría dar a sus padres para que le dejasen pasar el fin de semana en casa de Juan.

Historia 2.
Ramón no podía creer lo que escuchaba. Había oído acerca de los vendedores de drogas que andaban por los alrededores de su colegio, pero nunca se había encontrado con uno, hasta ahora.
– Bien, ¿me compras? Vamos, te hará sentir en forma fantástica. Todos necesitamos relajarnos un poco de vez en cuando. Mira, te haré un buen precio. Vamos, todos tus amigos la usan, y tú eres un chico listo…

Historia 3.
Laura había tratado de hacerse amiga de Graciela, pero no había sido fácil. Los demás jóvenes también se mantenían a distancia de ella. Un día, Laura descubrió por qué. A medida que se acercaba al pupitre de Graciela, la vio poner rápidamente una ampolla de nuevo en su cartera.
– ¿Qué es eso? le preguntó Laura sin sospechar nada. Graciela no contestó. Pero, por la manera en que miró, no hizo falta que dijera nada; Laura supo que Graciela estaba usando drogas.

Luego de compartir las tres historias, pídeles que se formen en grupos de 4 o 5 integrantes y diles:

  • ¿Cómo actuarían frente a las 3 historias que les compartí?
  • ¿Qué harían? ¿Qué responderían en cada caso? ¿Y por qué?

Luego de algunos minutos que cada equipo comparta sus conclusiones. Destaca aquellas respuestas que fortalecen los valores cristianos o que por su inteligencia resultan un buen argumento para esas situaciones. Refuerza el concepto de que ellos no están obligados a nada, por más presionados que se sientan. Pueden decir no. Son capaces de hacerlo.

Pídeles a los equipos que lean Mateo 4:1-10 y Hebreos 11:24-26. Pregúntales:
¿Cuáles fueron las tentaciones de Jesús?
¿Cómo respondió Jesús? (Le dijo no a las tentaciones reprendiendo a Satanás).
¿Qué tentaciones tuvo Moisés?
¿De qué manera respondió a esa tentación? (La evitó optando por el llamado de Dios).
¿De qué manera los ejemplos de Jesús y Moisés nos enseñan a enfrentar las tentaciones de las drogas y las bebidas alcohólicas?
¿Cuán importante es buscar la ayuda de Dios cuando somos tentados por las drogas y las bebidas alcohólicas? Expliquen. (Muy importante, porque no puedo resistir por mí mismo; Dios puede ayudarme a superar la tentación)
¿De qué manera las Escrituras pueden ayudarnos a ser fuertes y evitar la seducción de las drogas y el alcohol? (Las Escrituras me recuerdan que puedo vencer la tentación, me ayudan a tener más confianza en Dios y en mí mismo).

Luego compartan sus respuestas y refuerza en ellos la idea de que no están solos. Si decirles no a las drogas y al alcohol significa decirles no a los amigos con los que se reúnen, entonces vale la pena hacerlo para mantenerse sanos.

CONCLUSIÓN
Diles: Gran parte de la seducción de las drogas y las bebidas alcohólicas se basan en mentiras. Y cuando podemos ver esas mentiras nos resulta más fácil resistir la tentación. Rechaza en el nombre de Jesús todo espíritu inmundo y elige bien a tus amigos.

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