SEMANA 2. ESTUDIO 4.
1. Elige lo Positivo.
Para aprender a elegir lo positivo, comienza con estos dos ejercicios.
A. Separa lo positivo de lo negativo.
Toma una hoja de papel y escribe en la parte superior: «Negativo». Escribe tres pensamientos negativos que repitas con frecuencia. Pueden ser pensamientos sobre ti mismo, sobre otra persona, una situación, tu futuro o tu pasado. Luego, rompe la hoja y arroja los pedacitos al cesto. Hazlo con el convencimiento de que ya no tendrás más estos pensamientos.
Toma una hoja de papel y escribe en la parte superior: «Positivo». Escribe tres atributos o hábitos positivos que desees adquirir y desarrollar. Pueden ser pensamientos sobre ti mismo, otra persona, una situación, tu futuro o tu pasado. Luego, coloca la hoja en algún lugar que veas con frecuencia, como por ejemplo, una cartelera, una carpeta de la escuela o un armario que abras con frecuencia, en el espejo del baño, o junto al teléfono.
Recuérdate con frecuencia esos atributos o hábitos positivos que deseas desarrollar. Cuanto más repitas estos pensamientos en tu mente, más posible es que comiences a ponerlos en práctica. Cuanto más los pongas en práctica, más posible es que se conviertan en un hábito para ti. Aproximadamente el 95% de las cosas que hacemos en un día son hábitos. ¡Haz que tus hábitos sean positivos!
B. Reemplaza lo negativo que recibes, por cosas positivas.
Piensa por un momento en la información que has recibido en las últimas 24 horas. Luego es cribe 3 o 4 de las cosas más negativas que has visto, oído o experimentado.
Formas de evitar cosas negativas: (Marca todas las que realizarás hoy)
- Apagar la TV cuando están mostrando un programa malo.
- Disculparme y alejarme de las conversaciones negativas.
- Elegir sonreír en lugar de fruncir el ceño.
¿Qué sientes cuando piensas en estas cosas? ¿Te sientes enfadado, frustrado, amargado, decepcionado, temeroso o molesto? ¿Dónde escuchaste esas palabras negativas? ¿Qué puedes hacer para eliminar eso de tu vida? ¿Necesitas apagar la televisión por un rato? ¿Necesitas decirle a un amigo que sólo dice cosas negativas, que deseas hablar sobre algo positivo? ¿Necesitas escuchar otro tipo de música?
Escribe ahora varias cosas positivas que has oído o experimentado en las últimas 24 horas.
¿Qué sucede cuando piensas en estas cosas? ¿Te sonríes, sientes gozo, esperas con expectativa el mañana? ¿Dónde oíste, viste o experimentaste estas cosas positivas? ¿Qué más podrías hacer para aumentar tus posibilidades de recibir cosas positivas para tu vida?
Elige ser parte del pequeño porcentaje de personas que toman el control de sus vidas, incluyendo la vida mental y emocional. Elige qué cosas permitirás que ingresen a tu vida y cuáles rechazarás.
Cuando oigas un comentario negativo sobre ti mismo, o sobre cualquier cosa en la vida, líbrate inmediatamente de él. Niégate a darle ingreso en tu vida pensando en él, abrigándolo o dejando que influya en ti.
Cuando oigas un comentario positivo sobre ti (¡aunque sea lo que tú mismo te dijiste frente al espejo!), decide meditar en ese pensamiento.
- Elige leer cosas que te edifiquen y te den esperanza.
- Elige escuchar mensajes que te hagan amarte a ti mismo y a los demás en forma más genuina y generosa.
- Elige participar de actividades que te fortalezcan mental, física y emocionalmente.
Decide actuar de esta forma cada día. Libra tu batalla interior contra los problemas, las circunstancias y las relaciones que te intimidan cada día. Para pasar de una mentalidad de langosta a ser un vencedor de gigantes, debes crecer.
El mejor crecimiento es coherente, lento, firme, diario. Puedes crecer en esta forma si alimentas todo lo que sea positivo en tu mente y tu corazón. Acepta todo lo que te haga crecer. Rechaza todo lo que impida tu crecimiento.
Elige hoy comenzar a avanzar para dejar de ser una langosta ante tus propios ojos. Relee tu lista de tres atributos o hábitos positivos que deseas adquirir y desarrollar. Pide a Dios que te ayude para que estos hábitos sean positivos para ti.
(CONTINÚA…)
Extracto del libro “Venciendo en la Tierra de los Gigantes” (Edición Para Jóvenes)
Por William Mitchell
Lee El Quinto Estudio de la Segunda Semana.