SEMANA 4. ESTUDIO 5.

Ayer estudiamos los primeros dos compo­nentes: Enfrentar hoy a los gigantes de hoy, y decidir ser una buena persona. Vea­mos los otros dos.

Componente 3: Haz las Cosas lo Mejor Posible Cada Día.

Nuestras actitudes no están fijas. Pueden cambiar de día en día. Cada día tenemos que levantarnos y decirnos a nosotros mismos: «Hoy voy a tener la mejor actitud que pueda. Voy a entregar lo mejor de mí en las tareas que tengo por delante».

Una de las razones más importantes por las que las per­sonas no tienen la actitud de decir: «Voy a hacer las cosas lo mejor posible» es que no creen tener lo necesario para hacer un buen trabajo. El resultado es que no se esfuerzan lo suficiente y no hacen todo lo que son capaces de hacer. Lo cual a su vez tiene como consecuencia que lo que ha­cen no es lo mejor que pueden hacer, ¡así que nunca pue­de ser un trabajo verdaderamente bueno!

Mi abuela solía decir: «Un trabajo bien hecho es algo de lo que puedes estar orgulloso». Sí, abuelita, es un buen consejo. Los viejos consejos continúan siendo útiles hoy.

¿Te levantas todas las mañanas pensando que ten­drás una actitud positiva este día?    Sí      No

¿En qué te ayuda el hecho de comenzar el día con una actitud positiva a tener un buen día?

Haz lo mejor que puedas. Tómate un tiempo para hacer el trabajo bien. Lo mejor que tú puedas hacer quizá no sea lo mejor que otro pueda hacer. Pero es lo mejor que tú puedes hacer; lo que puedan hacer los demás no importa.

La mentalidad de langosta dice: «No puedo», «No quie­ro», «No me importa». ¡Ayyy! Escucha todo el temor que encierran esas palabras.

Los vencedores de gigantes tienen esta actitud: «Puedo hacerlo», «Quiero hacerlo», y «Amo a los demás, y a mí mismo». Estas son palabras de fe.

Componente 4: Sé Agradecido.

Una de las actitudes más positivas es, quizá, la de tener un corazón agradecido. ¿Estás agradecido por las cosas buenas que aparecen en tu camino? ¿Recuerdas los buenos momentos de tu pasado y expresas tu agradecimiento a Dios por proveer para ti, y por las cosas buenas y las bendiciones que él te ha dado?

¿Cuándo fue la última vez que te sentaste a reflexionar sobre todas las cosas por las que podías estar agradecido? Cuando lo hacemos, descubrimos que Dios realmente ha provisto para nosotros. Vemos la vida y los problemas dia­rios, de otra manera.

Haz una lista de las cosas que Dios te ha dado. Ora agradeciendo a Dios por sus bendiciones para ti.

Haz una lista de los cuatro componentes de la mentali­dad de un vencedor de gigantes en el margen.

Una Actitud Renovada Cada Mañana.

Cada nuevo día es un don de Dios. Él hace cada día, y nuestra respuesta adecuada es gozarnos y regocijarnos. Las misericordias de Dios son nuevas cada mañana (Lamentaciones 3:22-23). Esto significa que él tiene algo nue­vo y maravilloso para nosotros cada día. Ese mismo versícu­lo de la Biblia dice de Dios: «Grande es tu fidelidad». Dios estará con nosotros cuando debamos enfrentar cada mo­mento del día.

Cuando realmente captamos esas dos verdades (que Dios tiene algo bueno para nosotros, y que él estará a nuestro lado para ayudarnos), ¡no tenemos absolutamente ninguna excusa para tener una mala actitud! Pero nuestra actitud es algo que debemos vigilar cons­tantemente. Lee Proverbios 4:23. Debemos vigilar la forma en que pensamos y sentimos acerca de las cosas (eso es lo que significa «guardar el cora­zón»). En otras palabras, tenemos que observar constantemente nuestras actitudes. Nuestras actitudes afectan las co­sas más importantes de nuestras vidas.

Vigila tus pensamientos, porque se convierten en pala­bras.

Vigila tus palabras, porque se convierten en acciones.

Vigila tus acciones, porque se convierten en hábitos.

Vigila tus hábitos, porque se convierten en tu carácter.

Vigila tu carácter, porque se convierte en tu destino.

  • Pensamientos = palabras
  • Palabras = acciones
  • Acciones = hábitos
  • Hábitos = carácter
  • Carácter = destino

Tus actitudes son tu latido invisible, la fuente de toda tu vida: para bien o para mal, para el éxito o el fracaso. ¿Es posible ser un vencedor en la tierra de los gigantes con una actitud de derrota, depresiva, sintiéndote como una langosta? Lo dudo. ¿Acaso depende tu futuro de las actitudes que tengas hoy? ¡Yo creo que sí!

Repasa el versículo para memorizar para esta sema­na y prepárate para repetirlo en voz alta.

Pon en práctica los cuatro componentes de la men­talidad de vencedor de gigantes, hoy mismo. Ten­drás una nueva actitud positiva.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Venciendo en la Tierra de los Gigantes” (Edición Para Jóvenes)

Por William Mitchell

Lee El Primer Estudio de la Quinta Semana

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