El Mito de Que el Cielo es un Lugar en la Tierra.

Belinda Carlisle ocupó los primeros lugares de popularidad de las listas de música norteamericana con el hit Heaven Is a Place On Earth (El Cielo es un Lugar en la Tierra). Una canción muy «buena» pero con pésima teología. Ella no es la única que canta esta canción. Quizá has escuchado diferentes versiones de esta misma canción.

En un ómnibus escuchas, casualmente, la conversación de una chica que está hablando con un chico de chamarra de cuero.

«¿Sabes lo que creo? Yo creo que el cielo es lo que tú haces, creo que es un estado mental. ¿No crees?»

Quizás también has escuchado la otra cara de la moneda.

«Escuchen», dice el hombre del tatuaje en la cafetería, «mi vida ha sido un infierno aquí», y golpea en el mostrador. «El infierno no puede ser peor que lo que ya he vivido aquí».

Bueno, eso es un mito.

Es cierto que parte de la experiencia humana puede ser de tanta felicidad, que va a ser difícil imaginar alguna cosa mejor o superior a esa. De igual manera es cierto que algunas experiencias son tan violentamente traumáticas que no parece que el infierno pueda ser peor. Sin embargo, la Biblia enseña claramente que existe un verdadero cielo y un verdadero infierno.

Jesús les dijo a Sus seguidores: «En la casa de mi Padre muchas moradas hay… voy, pues, a preparar lugar para vosotros» (Juan 14.2). También fue muy claro cuando les dijo a Sus discípulos, quienes acababan de sacar demonios de la gente, que el cielo es un lugar o un estado muy deseado: «Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos» (Lucas 10.20).

El apóstol Juan, ya envejecido, en su visión del cielo y el futuro en Apocalipsis, el último libro de la Biblia, provee algunos detalles acerca del cielo, describiéndolo como un lugar en la presencia de Dios, donde «… ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor…», donde «… sus siervos le servirán, y verán su rostro… y reinarán por los siglos de los siglos» (Apocalipsis 21.4; 22.3- 5). Para la chica del ómnibus que cree que el cielo está en la tierra, le comunicaría el mensaje de la Biblia con estas palabras: «¡Tú no has visto nada todavía!»

De igual manera, la Palabra de Dios es clara al indicar que el futuro también tiene castigo para los malos en un lugar o estado llamado el infierno. Jesús habló claramente de un tiempo donde: «Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles» (Mateo 25.41).

Juan, en su visión, también relata el castigo que les espera a: «… los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda» (Apocalipsis 21.8). Trágicamente, para el hombre en la cafetería que piensa que su vida ha sido un infierno, el mensaje de la Biblia puede ser: «¡Tú no has visto nada todavía!»

En realidad, la Biblia habla bastante sobre el tema del infierno y siempre lo hace en términos muy severos, como un camión que va sin freno colina abajo tocando el claxon para prevenir del peligro que se aproxima.

Desafortunadamente, no mucha gente ve las prevenciones que la Biblia da en cuanto al infierno o sus promesas acerca del cielo. Pero como el escritor de Hebreos dice: «…es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?…» (Hebreos 2.1-3).

Ejercicio.

Desarrolla tu capacidad para enfrentar el mito de que el cielo es un lugar en la tierra con este ejercicio:

Lee las siguientes porciones de la Escritura y, en los espacios provistos, escribe los nombres de estas cuatro personas (de las que habla el escritor en cada pasaje) que revelaron creer en el cielo:

1. Mateo 6.20.

2. 2 Corintios 5.1.

3. 2 Pedro 3.13.

4. Apocalipsis 19.11.

Haz lo mismo con las personas que afirmaron su creencia en un infierno real:

5. Mateo 23.33.

6. 2 Pedro 2.4.

7. Apocalipsis 20.13-15.

Extracto del libro “No Dejes Tu Cerebro en la Puerta”

Por Josh McDowell y B. Hostetler

2 COMENTARIOS

  1. muchas personas erroneamente consideran tanto al cielo como al infierno como estados mentales, pero jesus fue muy enfatico y justo al declarar la realidad de ambos lugares como lugares de destino eterno, es por ello que muchos a pesar de lo que puedan pensar, un dia estaran en uno o otro lugar para siempre, por esa razon debemos estar siempre preparados para partir.

    • Hola Ariel. ¡¡Bienvenido!! Es cierto lo que decis, y toda preparación para nuetsro destino eterno comienza con Jesús y si él es el Señor y Salvador de nuestras vidas. Un abrazo.

Responder a ariel Cancelar respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí