El Mito de la Nueva Era.

En el mercado, una mujer de cabellos rizados le cuenta a su amiga los sorprendentes poderes curativos de sus crista­les místicos de cuarzo: «No he tenido un solo dolor de cabeza en más de un año», declara.

Un hombre callado y bien parecido asegura que se puede comunicar con varias especies de animales (ballenas, delfines, pájaros) con patrones y notas musicales.

Un atractivo ejecutivo usa antiguos principios chinos para hacer decisiones en el trabajo, y una señora de 70 años «recuerda» haber sido una monja católica romana en el siglo XI.

Gurús, extraterrestres, hipnotismo, proyección astral y filosofías orientales, son algunos de los elementos que integran el «New Age Movement» (Movimiento de la Nueva Era), también llamado NAM en versión corta (en ingles). El NAM es una mezcla de ideas y creencias que popularizó el libro y la miniserie de televisión Out on a Limb (En el limbo) de Shirley MacLaine.

Lo que comúnmente se conoce como el movimiento de la Nueva Era no es una religión organizada o un grupo de alguna clase, sino una moda, una escuela de pensamiento que emerge y toma diferentes formas. Aunque es imposible decir qué es el NAM, una de las creencias que muchas veces caracteriza el pensamiento del NAM es que Dios está en todo, todos somos Dios, y que transformando nuestra conciencia podemos descubrir el «dios» (y por lo tanto el potencial ilimitado) en nosotros. Eso es un mito.

El NAM con toda su popularidad actual, series de televisión, libros tan vendidos y seminarios de negocios, no es nada nuevo. Parte de ello data de los tiempos del huerto del Edén.

El relato del Génesis cuenta cómo Satanás, disfrazado en forma de serpiente, prometió a Adán y a Eva que si comían del fruto prohibido serían «como Dios, sabiendo el bien y el mal». Pero Satanás, el inventor de la media verdad, mintió. Aunque sí conocieron el bien y el mal (hasta ese momento sólo conocían el bien), no fueron como Dios.

El NAM es una evidencia de que los hombres y mujeres siguen cometiendo el mismo error. 400 años atrás, Montaigne recalcó: «Verdaderamente el hombre está loco. No puede hacer ni una pizca y hace dioses por docenas».

La palabra de Dios encara el mito de la Nueva Era con las nuevas que Jesús: «…Siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz» (Filipenses 2.6-8).

El incomparable mensaje de la Biblia no es que el hombre puede convertirse en Dios, sino que Dios se hizo hombre y murió por nuestros pecados para que pudiéramos encontrar vida eterna.

Ejercicio.

Desarrolla tu capacidad para enfrentar el mito de la Nueva Era con este ejercicio:

Lee Génesis 3:1-7. Según el versículo 5: ¿Cuál fue la promesa de doble filo que hizo Satanás a Adán y Eva si comían el fruto? Según el versículo 7: ¿Cuál de estas promesas se cumplió cuando lo comieron? ¿Qué hay de la promesa de que serían como Dios?

Lee la experiencia de Pablo y Bernabé en Hechos 14.8-18. ¿Cómo reaccionó la multitud ante la sanidad que hicieron? (vs.11) Según el versículo 14, ¿cómo fue que estos dos grandes misioneros respondieron cuando la multitud los aclamó como dioses? ¿Qué hubieran dicho Pablo y Bernabé ante la postura del movimiento de la Nueva Era de que nosotros podemos volvernos dioses al transformar nuestras conciencias?

Lee Hechos 12.21-23. ¿Cómo reaccionó la multitud al discurso de Herodes? (versículo 22) ¿Qué pasó entonces con el «dios» que ellos aclamaban? (versículo 23)

Extracto del libro “No Dejes Tu Cerebro en la Puerta”

Por J. McDowell y B. Hostetler

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