El Mito del Que no Mata ni Una Mosca

Tú estás totalmente equivocado si crees que Jesucristo era un debilucho, un blandito o de mano suave, como algunos de nuestros artistas lo han representado. Sin lugar a dudas era un poeta que hablaba precioso acerca de las aves del cielo y los lirios del campo. Es cierto que era un narrador popular de historias, que sacaba enseñanzas de mu­jeres horneando el pan y de pescadores acarreando redes. También es verdad que era un apacible nazareno que sentaba a los niños en sus piernas y los hacía reír. Sí, es cierto, fue un prisionero silencioso que estuvo en perfecta calma ante reyes y sufrió insultos y atropellos sin decir una sola palabra. Pero a pesar de todo esto Jesús era un hombre. Un carpintero con manos callosas. Un hombre acostumbrado a pasar largos períodos en el desierto. Un hombre que valientemente habló en contra de las autoridades corruptas llamándolos «sepulcros blanqueados», «guías de ciegos» y «serpientes».

La percepción común que se tiene de un Jesús sentimental, suave y afeminado es un mito. Él era cordial y humilde. Pero esa cordialidad y humildad no significan la ausencia de fuerza, sino una fuerza controlada.

De acuerdo a los Evangelios, Jesús entró al templo en Jerusalén (quizá en más de una ocasión), para sacar a un gran grupo de comerciantes y cambistas deshonestos. Ni siquiera uno se atrevió a protestar o a contestar con indignación justa. Aún más, a pesar de que había hecho algo por lo que pudo haber sido severamente castigado, Jesús se quedó ahí, no sólo para enseñar en las escaleras del templo sino, como Marcos relata, para prevenir que los cambistas regresaran. Jesús no trataba livianamente el mal, ni reaccionaba amablemente ante la hipocresía. No sonreía serena o débilmente.

Por supuesto que Jesús era un hombre que se sentaba cómodamente con niños en sus piernas, pero también era un hombre que se paraba inconmovible ante la presencia de sus enemigos.

Ejercicio.

Desarrolla tu poder para enfrentar el mito del Jesús que no mata ni una mosca con este ejercicio:

Lee Lucas 13:31-33. ¿Cómo responde Jesús a los que les amenazan con su vida? ¿Qué palabra utiliza para referirse a Herodes? ¿Revela este incidente algo acerca de la fuerza del carácter de Jesús?

Lee Mateo 23:1-39. Nota la fuerza y severidad de las palabras de Jesús ante los fariseos y maestros de la Ley. Nombra los epítetos que utiliza para describirlos.

Versículo 13…………………………………………………………                  

Versículo 16…………………………………………………………                  

Versículo 17…………………………………………………………      

Versículo 19…………………………………………………………      

Versículo 33…………………………………………………………

Extracto del libro “No Dejes Tu Cerebro en la Puerta”

Por Josh McDowell y B. Hostetler

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