Continuemos.

Moisés no deseaba entrar a la tierra de Canaán descono­ciendo el terreno ni la naturaleza del pueblo que debían vencer. El Señor dijo a Moisés: “Envía tú hombres que re­conozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel” (Números 13:2). Dios desea que nos preparemos al máximo posible con anticipación. Debemos hacer lo que sabemos hacer y dejar que Dios haga el resto.

Lee Números 13:17-20. ¿Qué dijo Moisés a los espías al enviarlos?

  • Observen el pueblo, la tierra y sus recursos. Entren va­lientemente a esa tierra.
  • Vayan de vacaciones a la tierra y busquen en qué luga­res podemos conseguir los mejores precios de frutas y otros vegetales.

Moisés les dio instrucciones que servirían para la con­quista. Estaba buscando información que le diera una idea de cómo estaba preparado el pueblo para entrar a la tierra y tomarla. No les dijo: “Vayan y observen si les parece que podrán tomar la tierra”. Sus instrucciones estaban destinadas a conseguir información sobre cómo podría lograrse la conquista. No siempre podemos anticiparnos a los proble­mas, pero debemos estar preparados.

2. Temor: el Gigante Invisible.

La confianza siempre tiene dos caras: la fe y el temor. Cuando permitimos que el temor nos consuma, sabemos que no hay fe. El temor está arraigado en el “no sé”, y “no comprendo”. La fe dice: “Sé” y “creo”. El temor generalmente nos paraliza. Estamos vivos, pero no disfrutamos de la vida. Nos hace pensar cosas alocadas. La fe nos permite ver la situación con sabiduría divina para tomar grandes decisiones.

¿Te sientes controlado por el temor?   Sí         No

¿Describen las siguientes palabras tu manera de actuar?

A. Posponer. ¿Siempre estás posponiendo las tareas que de­bes realizar?

B. Trabajar demasiado. ¿Tienes que estar continuamente tra­bajando?

C. Perder tiempo. ¿Pierdes tiempo en cosas de escaso valor?

D. Confusión. Sí, yo también me siento confundido a veces, pero estoy hablando de tener una actitud de “no entiendo nada” en todas las áreas de tu vida.

E. Perfeccionismo. ¿Crees que eres el único que puede hacer las cosas bien?

Observa a continuación cómo puedes superar en forma práctica algunas de estas cosas hoy mismo.

A. Posponer.

  • Admite que lo haces.
  • Desea dejar de hacerlo.
  • Cree que con la ayuda de Dios, puedes dejar de hacerlo.
  • Recuerda qué bien te has sentido cuando completaste una tarea rápidamente.
  • Rodéate de gente de acción.

B. Trabajar Demasiado.

  • Confía en que Dios cuidará de ti.
  • Oblígate a descansar.
  • Busca un hobby.

C. Perder el Tiempo.

  • Planifica tu tiempo con activi­dades o trabajo.
  • Apaga la TV.

D. Confusión.

  • Saca las telarañas de tu cabe­za.
  • Aprende dónde conseguir buena información.

E. Perfeccionismo.

  • No creas que un fracaso es el final.
  • Aprende a reírte de ti mismo.
  • Utiliza el fracaso como un es­calón, no como piedra de tro­piezo.

3. El Gran Beneficio de la Práctica.

Una de las mejores formas de prepararnos para el éxito es por medio de la práctica. Los entrenadores lo saben, y ha­cen que sus equipos jueguen partidos de práctica y ensa­yen diferentes movimientos antes de que comience la tem­porada. Cada tipo de jugador practica sus pases y tiros co­mo parte de la rutina.

El principio de la práctica se extiende a todas las áreas de la vida. Quienes hablan en público o actúan en un esce­nario saben que los ensayos los ayudan a prepararse para su actuación. La práctica funciona. Destruye a los gigantes antes que terminen de crearse.

Practica repetir el versículo para memorizar de esta semana, 1 Juan 1:9, hasta que puedas decirlo com­pletamente de memoria.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Venciendo en la Tierra de los Gigantes” (Edición Para Jóvenes)

Por William Mitchell

Lee El Quinto Estudio de la Tercera Semana.

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