Continuemos.

Toda persona enfrenta experiencias que le obligan a ex­pandirse. Toda historia de éxito está marcada por pasos hacia arriba que representan mayores desafíos y que mu­chas veces implican mayores riesgos y mayores problemas. El desafío no es ir en contra de la oportunidad, sino llegar a su altura; llenar el recipiente más grande y mantenerlo lleno, esperando ser vertido en un recipiente aún mayor.

¿Cuáles son los elementos básicos del carácter?

B. ¿Qué se Necesita Para Llenar el Recipiente más Grande?

Los ingredientes básicos, como: orgullo personal, ética de trabajo, valores familiares básicos, y creencias cristianas, ayudar a llenar el tanque. También es necesario mucho trabajo duro, mucho tiempo, y persistencia, es decir, reco­nocer que el éxito no se producirá de un día para otro. Agregamos a esto los elementos básicos del carácter, que son: cómo tratamos a los demás; cómo nos tratamos a no­sotros mismos; cómo tratamos a nuestra familia; cómo en­frentamos los desafíos.

El asunto es que las oportunidades mayores son únicas, y muchas veces, difíciles. No hay un conjunto de reglas o ins­trucciones que se adecuen a todas ellas por igual. Estas nuevas oportunidades requieren que una persona ahonde muy profundamente en su interior, para encontrar los ele­mentos que mencionamos arriba, además de una valora­ción honesta de sí misma, un reajuste de sus prioridades y la capacidad de dar pasos positivos y persistir en ellos.

Tengo un amigo que es un hombre de negocios y de fa­milia muy exitoso. Él no logró el éxito de un día para el otro. Utilizó los cuatro elementos básicos para ayudarse. Su vida contiene muchas lecciones que podemos aprender.

C. Para mí, las Ocho Lecciones más Importantes son:

1. Nunca se apartó de los valores básicos de su familia, sus creencias cristianas y sus valores personales de la ni­ñez. Muchas personas tratan de huir de su pasado; él no.

2. Hizo de los principios positivos un hábito.

3. Él construye sus mañanas sobre los éxitos del hoy y del ayer. No espera que las cosas surjan de la nada.

4. Ha aprendido a motivarse a sí mismo, siendo su pro­pio crítico y luego actuando en forma positiva en los as­pectos negativos que ve en su vida. Pasar de la autocrítica a la toma de decisiones y acciones positivas te llevará de donde estás, adonde quieres estar.

5. Ha estado dispuesto a pagar el precio del éxito. Siempre tiene un costo matar a un gigante: riesgo, esfuerzo, sacrificio.

6. Se rodea de cosas que lo renuevan.

7. Desea genuinamente ayudar a los demás. Rodéate de personas de quienes puedes recibir y a quienes puedes dar.

8. No se da por vencido. Hasta donde yo sé, nunca ha cedido ante un desafío. El viejo dicho continúa siendo cierto: no importa cuán profundamente o cuántas veces fa­lle una persona, nunca será un fracaso si se levanta una vez más de las que cayó.

Y esto se aplica a todos. No importa cuán exitosa puede ser una persona; todos tenemos días en que nos sentimos desalentados y caídos. ¡Cuando llegan esos días, debemos colocarnos en una posición en que podamos ser llenos!

Completa los espacios en blanco del versículo para memorizar de esta semana: He____________ la buena_______________, he______________ la_____________, he___________________ la_____________________. (2 Timoteo 4:7).

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Venciendo en la Tierra de los Gigantes” (Edición Para Jóvenes)

Por William Mitchell

Lee El Tercer Estudio de la Sexta Semana

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here