¿Tiene tu grupo juvenil la enfermedad de Diótrefes? ¿Son dictadores o jefes que deciden quién se sienta o no en las sillas de la iglesia? Este tipo de personalidad puede ser desastrosa en el grupo juvenil. Este es un estudio que les permite a los chicos evaluar sus vidas y actitudes para evitar esta antigua enfermedad descrita por el apóstol Juan:
Le escribí algunas líneas a la iglesia, pero Diótrefes, a quien le encanta ser el primero entre ellos, no nos recibe. Por eso, si voy no dejaré de reprocharle su comportamiento, ya que, con palabras malintencionadas, habla contra nosotros sólo por hablar. Como si fuera poco, ni siquiera recibe a los hermanos, y a quienes quieren hacerlo, no los deja y los expulsa de la iglesia (3 Juan 9-10).
Después de leer juntos estas palabras, pidámosle al grupo que considere las siguientes seis características que pueden resultar problemáticas en la comunidad cristiana:
1. Le encanta ser el primero (v.9). ¿Cómo es que este deseo se manifiesta en la gente? ¿Por qué crees que a las personas les gusta ser los primeros? ¿Es posible que entre los cristianos se dé esta clase de conducta? ¿Qué les dijo Jesús a sus discípulos con respecto a este problema? (Marcos 9:33-35). En lugar de querer ser los primeros, ¿qué actitud deberíamos mostrar? (Filipenses 2:3-4). ¿Cómo podemos desarrollar esta actitud?
2. No nos recibe (v.9). El «nos» se refiere a Juan y a sus compañeros. ¿Quién era Juan? ¿Por qué crees que Diótrefes rechazaba a uno de los apóstoles de Jesús? ¿Alguna vez has rechazado a los líderes de tu iglesia? Si es así, ¿cómo? ¿Cuál debiera ser tu actitud hacia los líderes en la iglesia de Dios? (Hebreos 13:7, 17). ¿Cómo podemos apoyar a nuestros líderes?
3. Él es un chismoso malintencionado (v.10). ¿Cómo defines el chisme? ¿Qué pasa en un grupo cuando el chisme se transforma en un hábito? ¿Qué dice Dios acerca del chisme? (Santiago 3:1-12, Efesios 4:25, 29) ¿Cómo podemos detener el chisme en nuestro grupo y pronunciar palabras útiles y de bendición?
4. Ni siquiera recibe a los hermanos (v.10). ¿Sucede esto en nuestros días? Si es así, ¿cómo y por qué? ¿Hay algún momento en el que deberíamos separarnos del compañerismo de algunos creyentes? (Romanos 16:17-18, Tito 3:9-11). ¿Por qué la amistad con otros creyentes es tan importante? ¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra camaradería? ¿Qué podemos hacer para darle la bienvenida a los nuevos creyentes?
5. Detiene a los que quieren recibir a los hermanos (v.10). Hubo algunos que querían recibir a Juan y a los otros, lo que, obviamente, era correcto. ¿Existen cristianos que impiden a otros cristianos hacer lo que es correcto? Si es así, ¿de qué manera? ¿Qué nos impide hacer lo que sabemos que está bien? ¿Qué tiene que decir Dios acerca de saber lo que está bien y no hacerlo? (Santiago 4:17). ¿Qué podemos hacer para desarrollar la voluntad de escoger siempre lo correcto? ¿Cómo podemos animar a otros a hacer lo que está bien?
6. Los expulsa de la iglesia (v.10). Leer 1 Corintios 5:1-5 y Mateo 18:15-17 para discutir cuándo y por qué la disciplina eclesial debe ser practicada por la iglesia local. Si se la lleva adelante correctamente, ¿cómo puede ayudar a la iglesia? ¿Puede la disciplina lastimar a la misma iglesia? Si es así, ¿de qué modo? ¿Qué podemos hacer para asegurarnos que la corrección y restauración de los miembros se ejecute de una manera adecuada, por las razones correctas, con buenos resultados? ¿Cómo puede nuestro grupo de jóvenes practicar este tipo de disciplina?
Con esto en mente cada miembro del grupo de jóvenes deberá preguntarse a sí mismo: ¿He sido alguna vez un Diótrefes? ¿Hay algún Diótrefes en nuestro grupo al que puedo ayudar? Luego consideremos juntos si nuestro grupo de jóvenes padece la enfermedad de Diótrefes. Si fuera así, ¿cómo podemos ser curados? ¿Qué impresión se llevan de nuestro grupo de jóvenes las visitas y los nuevos miembros? ¿Qué se puede hacer para que el grupo sea más atractivo y motivador? (Doug Newhouse).
Extracto del libro Reuniones Creativas Para Refrescar tu Ministerio
Por Autores Varios