Texto: DEUTERONOMIO 31 (leer con Biblia a mano)

Luego de concluir su 3º y último mensaje, y de haberle enseñado a la nueva generación todo lo que necesitaban saber para conquistar la tierra prometida, y ser bendecidos y respaldados por Dios en todo, Moisés les presenta a su sucesor.

EL VALOR DE LA OBEDIENCIA 10
¿Cuáles son los dos motivos por los cuales Moisés no los lideraría más? (vs.1-2)
Luego de 40 años de liderazgo, y con 120 años de edad, está listo para jubilarse. Pero la verdadera razón no es la edad, ni el estado físico, ni la vejez, no, no, no… El verdadero motivo es la obediencia a la orden de Dios de que no entraría a la tierra prometida, la vería desde lejos pero no entraría a ella. Esto es obediencia hasta las últimas consecuencias aun si eso implica renunciar a los que más desea.
Ningún deseo personal debe estar por encima de la obediencia a Dios, ningún capricho, ninguna queja, ninguna terquedad, ningún reclamo. Moisés lo tenía bien claro: Dios bendice y respalda a los obedientes.
Dios responde a la obediencia y a la fe, a nada más. La fe se expresa en decisiones de obediencia y la obediencia es la expresión visible de la fe. Ambas caminan juntas y se alinean a la autoridad de Dios, entonces Dios suelta su poder y sus bendiciones.

TRASPASO DE MANDO
Luego de darles las malas noticias de que él no cruzaría el Jordán con ellos, ¿qué les dice para motivarlos y a quién presenta como su sucesor? (vs.3)
¿Qué palabras de fe y de ánimo les da? (vs.4-6)
Lo que Moisés les dice es: “Tranquilos, es Dios quien pelea por nosotros, es Dios quien ganó cada una de nuestras batallas a lo largo de estos años, es Dios quien peleará por ustedes en esta nueva etapa que comienzan y es Dios quien hará huir a sus enemigos. No tengan miedo, no arruguen. Ustedes crean y obedezcan y el resto lo hará Él”.

Luego de alentar y animar al pueblo, ¿qué hace Moisés con Josué y qué palabras de fe le habla? (vs.7-8, 14, 23)
Dios escoge y levanta a los líderes. Nadie puede tener la soberbia o el orgullo de autoproclamarse líder.
¿Deseas liderar? OK. Quédate tranquilo, conságrate a Dios, prepárate, obedece, aprende de otros líderes y espera a que Él te levante si se le da la gana hacerlo. Así de simple.
Cuando Dios levanta a alguien en el liderazgo, los demás líderes también lo reconocen (y no solo los de la propia iglesia o denominación). Pero además, la iglesia misma reconoce y valora ese liderazgo y los frutos espirituales de su liderazgo serán vistos por todos. (Por supuesto que siempre habrá personas carnales e inmaduras que critiquen, hablen mal o rechacen a ese líder, pero son los menos y con el tiempo terminan yéndose de la iglesia).

No te promuevas a ti mismo. Ni vayas por ahí haciéndote propaganda y diciendo: “Soy líder. Soy líder. Reconózcanme, obedézcanme”. No somos un partido político, somos el Cuerpo de Cristo.
No caigas en el pecado de invitar gente a tu casa para hablar mal de otros líderes y tratar de convencerlos de que tú deberías ocupar ese puesto o estar en ese lugar de liderazgo. “Crecer” desprestigiando a otros es una actitud muy sucia y desleal (típica de los políticos), pecaminosa y carnal.
No pidas oración para que Dios te levante en determinado puesto de liderazgo. Esto revela que las intenciones de tu corazón no son santas.
Haz como hizo Josué. Creció al lado de un líder escogido por Dios, aprendiendo de él y compartiendo con él éxitos y fracasos.
Haz como hizo Josué. No sólo estaba al lado de un líder escogido sino también al lado de Dios, en comunión con Él. Consagrado y comprometido.
Haz como hizo Josué. Se sujetó siempre y esperó el tiempo de Dios y cuando Dios quiso, él fue levantado como líder.
No escuches ni te enredes con aquellos que, queriendo ser lideres o siéndolo, nunca se sujetan, nunca se comprometen, nunca obedecen, nunca se consagran totalmente a Dios y, además, hablan mal de otros liderazgos. Te van a liderar muy mal y el único perjudicado serás tú.

UNA CRUDA REVELACIÓN
¿Cuál es la cruda y dolorosa revelación que Dios le da a Moisés acerca del futuro de la nueva generación? (vs.15 al 22, 24-29)
¡Ups! Dios sabe lo que vendrá. Dios mejor que nadie conoce el final de la película, Él ve y anticipa lo que nadie más puede ver ni anticipar. Es Dios de revelación y comparte su revelación con aquellos que le aman y son fieles a su palabra, a ellos se les revela y les manifiesta lo que sucederá.

Extracto de «Serie Desafios: Deuteronomio» por Edgardo Tosoni


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