Texto: DEUTERONOMIO 12 y 13 (leer con Biblia a mano)
Uno de los problemas más serios que tendría que enfrentar la nueva generación cuando entraran en la tierra prometida sería la idolatría. Por este motivo, luego de la primer advertencia (Día 7), Moisés vuelve a hablarles de los peligros de la idolatría.
EL PROTOCOLO DE SANTIDAD 3
Continúa el protocolo de santidad para saber cómo actuar ante aquellas situaciones que ponen en peligro la santidad y la relación con Dios:
1º. Destruir los lugares de adoración idolátrica (12:2-3).
2º. Adorar a Dios en el lugar que Él estableciere para ellos (12:4-7, 11-14).
3º. Podrán comer en donde ellos quisieran, pero la sangre está prohibida (12:15-16, 20-25).
4º. Diezmos y ofrendas serán comidos con la familia en el lugar de adoración que Dios escogerá para ellos (12:17-19, 26-27).
¿Qué advertencia les hace? (12:28-32)
5º. No escuchar a los falsos profetas que buscarán engañarlos y llevarlos a la idolatría (13:1-3).
6º. El falso profeta será “eliminado” (13:5).
7º. No permitir que un familiar o allegado de la familia los tiente a relacionarse o vincularse con los ídolos (13:6-8).
8º. Ese familiar deberá morir (13:9-10).
9º. Las ciudades israelitas en las cuales se practique la idolatría deberán ser destruidas y no se quedarán con nada de ellas (13:12-17).
¡¡Woooowww!! Dios toma muy en serio el pecado de la idolatría.
Si eres un hijo de Dios eres parte de su pueblo santo. Eres la nueva generación. Eres escogido para ser santo (no amargado ni aburrido). No te contagies de la idolatría que te rodea ni de las “modas” ocultistas e idolátricas de los que no creen en Jesús. Por ejemplo: Ídolos, estampitas, veneración a los muertos, crucifijos, santos, tiras de ajo, budas, cintas rojas, horóscopos, cartas astrales, Tarot, Yin-Yang, I Ching, pais y mais del Umbanda, parapsicólogos, curanderos, gitanos… ¡Todo esto es idolatría!
Carnavales, tatuajes, toples, ofrendas de velas encendidas, sahumerios, flores a los muertos, estampitas con o sin las espigas de trigo, etc., son “modas” idólatras de las naciones en las que vivimos. ¡No te contamines!
Obsesionarte con el cuerpo, el dinero, el sexo, el alcohol, la música, con un programa de T.V, un equipo de fútbol, algún “rico y famoso”, un músico, una banda, una estrella del cine, un personaje del anime, un youtuber, es una actitud de idolatría. Estoy hablando de “obsesión”, no de admirar las habilidades o el talento de los famosos y pedirles un autógrafo o tener un póster. Sino de obsesionarte al punto de que todo tu mundo gira alrededor del objeto de tu deseo: les dedicas todo tu tiempo, tu atención, tu interés, tu fanatismo, tu dinero. Dios ya no es más el centro, dejó de ser el primero y más importante. Y te acuerdas de Él únicamente en las reuniones de la iglesia (cuando asistes…). Para los que no conocen al Dios vivo y poderoso, el ídolo es lo más importante en sus vidas. Pero, ¿y tú? ¿En qué o en quién confías cuando te sientes solo o cuando tienes algún problema? ¿A quién o qué buscas para que te ayude a “salir” de tus problemas?
¿Por qué es tan severo Dios contra la idolatría y contra aquellos que la practican? (13:4, 11 y 18). Hay 4 razones principales:
Porque es una obra carnal. Nace de nuestro corazón pecaminoso siempre que deseamos vivir como a nosotros nos parece.
Porque tiene el poder de sacarlo a Dios del gobierno de tu vida. Todos los idólatras terminan en ruina y decadencia. Dios, en Jesucristo, es el único que te da vida y restauración, pero todo lo que proviene de la idolatría proviene de muerte y conduce a la muerte.
Porque conduce a la insensatez y al autoengaño. El idólatra es presa de su propia mentira. Su mente esta tan ciega que le habla a un pedazo de material y le ruega a un objeto inanimado. Se somete al gobierno insensible de un ídolo, al que llama dios, pero no acepta el gobierno liberador y restaurador del Dios vivo y verdadero.
Porque detrás de los ídolos hay demonios (Dt.32:16-17. Día 29). En cada lugar donde hay ídolos o imágenes, sean templos católicos, umbandistas, Hare Krisna, lugares de peregrinación, comercios, el propio hogar, etc., hay demonios fomentando la ignorancia, el sometimiento y la separación de Dios. Perturbando, molestando y creando ambientes de opresión.
¿Hay ídolos en tu corazón? ¿En tu carpeta del colegio? ¿En tu PC? ¿En tus cosas personales? Confiésale a Jesús el pecado de idolatría, renuncia a esos ídolos. Mantén libre tu corazón para amar solo a Dios.
Extracto de “Serie Desafios Deuteronomio” por Edgardo Tosoni
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