Realmente el desafío de Dios no es fácil, porque nos está pidiendo que nos sacrifiquemos, y hablar de sacrificio son palabras mayores. Hoy día suena fuerte decir que te sacrificas por Jesús; parece que eso del sacrificio cause terror. Sin embargo, el sacrificio es una realidad bíblica. Si decimos que somos seguidores de Jesús no podemos olvidar que él mismo tuvo que sacrificarse hasta dar su propia vida, tuvo que abandonar su lugar de comodidad, su puesto como Dios, el lugar que se merecía, para vivir una vida diferente. ¿Acaso creemos que si hubiera habido otra forma Cristo se habría sacrificado? Pues si él tuvo que hacerlo, ¿por qué nosotros decidimos renunciar a ello? Si nuestra meta es ser como él, crecer a su imagen, imitarle, ¿no deberíamos ser capaces de sacrificarnos?
Pero el sacrificio supone una serie de cosas que no son fáciles de aceptar como joven. ¿Acaso somos cobardes? No, estoy seguro de que estás preparado para afrontar el reto de Dios. En primer lugar, para vivir en sacrificio y para no conformarse necesitaremos cambiar nuestro carácter. Eso es realmente difícil, ni tú ni yo podemos hacerlo por nosotros mismos. Pero el Señor sí puede. Por lo tanto, decide poner tu vida en sus manos, comienza pidiendo que Dios te ayude a cambiar tu forma de ser, que te ayude a no ser conformista, te ayude en el sacrificio que supone el compromiso cada día. Solo él puede lograrlo, aunque tú deberás poner algo de tu parte. La oración es primordial, ¡no dejes de orar nunca! Siempre que puedas, en cada momento, pide a Dios que te ayude. En mi vida existen muchos episodios negativos, esos momentos que prefieres no recordar porque sabes que has ido contra la voluntad de Dios. He cometido muchas locuras en mi juventud, pero hay algo que siempre ha estado conmigo. Nunca he parado de orar a Dios, de comunicarme con él, y te puedo asegurar que jamás me he sentido abandonado por su presencia. ¡Siempre ha estado ahí!
Quiero comenzar esta serie de reflexiones pensando en si somos conformistas, si nos hemos dejado influenciar por lo que nos rodea hasta el punto de no querer sacrificar nada por un valor superior, de no querer sacrificar nada por Dios, nuestro creador. Como sabemos que no es tarea fácil, te animo a orar a Dios, y pedirle que sea él quien nos convierta en unos inconformistas, que nos haga diferentes.
Extracto del libro “Soy Diferente y Qué”
Por Israel Martorell Alonso
MAS INFO
Síguenos en Instagram para las mejores imágenes y memes cristianos: @desafio.joven
Para más novedades síguenos en Facebook: DESAFIO JOVEN