Pasaje clave: 1º Crónicas 29.
1. OFRENDAS GENEROSAS Y VOLUNTARIAS
Luego de todas las palabras anteriores (que vimos ayer), David continúa hablándoles a todos los reunidos.
¿Qué les dice acerca de Salomón? (vs.1).
¿Y qué es lo que deja bien en claro acerca de la casa que edificarían? (vs.1).
¿Qué variedad de materiales estuvo acumulando y preparando David para la casa de Dios? (vs.2).
Entonces ahora, David les habla de la ofrenda voluntaria que él mismo entregaría para la obra de la casa de Dios.
¿Cuánto ofrendaría de su tesoro personal? (vs.3-5).
Para que tengas una idea aproximada de la ofrenda personal que David estaba entregando: 100.000 kilos de oro de Ofir (era el oro más puro y fino del mundo, lo mejor de lo mejor) y 230.000 kilos de plata finísima. ¿Qué te comprarías con semejante fortuna valuada en millones de dólares?
David les da el ejemplo y los desafía a hacer los mismo. ¿Qué les pregunta? (vs.5).
Al ver el ejemplo del rey, los líderes y jefes aceptan el desafío (vs.6).
¿Cuánto ofrendaron voluntariamente? (vs.7-8) 165.000 kilos de oro, 10.000 monedas de oro, 330.000 kilos de plata, 600.000 kilos de bronce y 170.000 kilos de hierro, mas un montón de piedras preciosas.
¿Cuál fue el resultado final y el efecto que tuvo en el pueblo? (vs.9).
¡Gozo, deleite, placer, disfrute! Es lo que experimentas cuando das voluntariamente, no por obligación sino porque Dios mismo pone en tu corazón el deseo de hacerlo.
La ofrenda es diferente del diezmo. Si quieres saber más acerca del diezmo y las diferencias con la ofrenda lee “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Números/Deuteronomio” Día 10.
La ofrenda es voluntaria. Si con todo lo que acabas de leer no te quedó claro, repasa nuevamente los versículos 5, 6, 9, 14 y 17.
La ofrenda es generosa. No se trata de dar las sobras, los restos o el vuelto de algo. La actitud de David, de sus líderes y oficiales, y de todo el pueblo lo deja bien claro.
La ofrenda es la expresión de tu corazón. Como sea tu corazón será tu ofrenda. David escogió entregar la más grande, generosa y extraordinaria ofrenda. ¿Y por qué lo hizo? Porque tenía un corazón que amaba a Dios intensamente y amaba la obra de Dios, la casa de Dios (vs.3, 17).
La ofrenda es una semilla que siembras en el reino de Dios y que siempre da frutos. Eres bendecido para bendecir, eres prosperado para dar.
2. “SEÑOR, TODO ES TUYO”
Si no sabes cómo adorar a Dios y con qué palabras honrarlo y reconocer su grandeza, préstale mucha atención a la oración de David. Es bellísima. Comienza adorándolo. ¿Qué cosas son de Dios? ¿Qué le pertenece a él? (vs.10-16). Te ayudo a pensarlo:
- El tiempo y la eternidad son suyos (vs.10). “Desde el siglo y hasta el siglo”.
- La grandeza, el poder, la gloria, la victoria y el honor son suyos (vs.11)
- Todo, en los cielos y en la tierra es suyo (vs.11)
- El reino es suyo (vs.11)
- Las riquezas, la gloria, la fuerza, el poder y la grandeza vienen de él, porque son suyas (vs.12)
- Te alabamos y te elogiamos porque eres glorioso (vs.13)
- Todo es tuyo, y te lo damos porque tú nos diste y lo recibimos de ti (vs.14)
- Toda la abundancia que podamos preparar y ofrendar viene de ti porque es tuya (vs.16)
¿Entiendes ahora de quién es tu mensualidad (mesada), tu ropa, tu tarjeta de crédito, tu chequera, tu auto, tu casa, tu negocio, tu dinero, tu cuenta bancaria, tus inversiones, tus vacaciones, tus objetos y cosas más apreciadas?
¿Entiendes ahora de quién es tu familia, tus padres, tus hijos, tu novio/a, tu esposa/o, tus amigos?
Todo, absolutamente todo, es de Él.
David finaliza su oración reconociendo que Dios lo sabe todo y pidiendo por el pueblo y por la vida de Salomón (vs.17-19), a quien Dios prosperaría y engrandecería aún más que al propio David (vs.23-25).
Y a los 70 años de edad, el gran rey David, el destructor de gigantes, el líder de valientes, el adorador y amante de Dios, muere (vs.26-30).
Extracto del libro “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: 1º Crónicas”
Por Edgardo Tosoni
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