Pasaje Clave: Marcos 7:24-37

LA FE DE UNA MUJER

Jesús deja Jerusalén y hace un largo viaje hasta la región de Tiro y Sidón. Y aunque trata de pasar desapercibido no puede (vs.24).

¿Qué sucede allí? (vs.25).

¿De qué nacionalidad era la mujer? (vs.26).

¿Y qué le ruega a Jesús? (vs.26).

Qué interesante. Ella no era judía, no pertenecía al pueblo escogido de Dios. Las promesas no eran para ella. Las bendiciones no eran para ella. La sanidad y la liberación no eran para ella. Sin embargo, esta mujer pagana, activa su fe en Jesús y le pide un milagro de liberación para su hija endemoniada.

¿Cómo le responde Jesús? (vs.27).

¿En vez de darle esa respuesta, no hubiera sido más simple que le concediera el milagro? Jesús podía hacerlo fácilmente, ¿por qué le responde de esta manera?

La respuesta es: para poner a prueba su fe.

Jesús probó su fe.

¿Hasta dónde sería capaz de creer?

¿Se daría fácilmente por vencida ante el primer obstáculo?

“Primero están los hijos (el pueblo judío). Las bendiciones son primeramente para ellos. El pan, el perdón, la sanidad, la liberación, la restauración, la vida, la prosperidad, es primero para ellos, y no es correcto tomar lo que es de ellos y dárselos a los incrédulos (los perrillos, los paganos)”.

¿Qué le responde la mujer? (vs.28).

“Tienes razón, es verdad lo que dices. Pero aún de las sobras los perrillos (incrédulos, paganos) pueden alimentarse. Y si sólo hay migajas de tu poder para mí, yo igualmente comeré de ellas”. ¡Wwoooooowww! ¡Qué nena! Esa es una chica decidida.

Sabe lo que quiere, y que no es para ella sino para su hija.

Sabe perfectamente bien a quién se lo está pidiendo.

Y lo más importante: sabe que lo tendrá.

Ante semejante demostración de fe, ¿qué hace Jesús? (vs.29).

Le concede su milagro! ¿Acaso podría haber hecho otra cosa?

La fe de la mujer y su actitud determinada movieron la mano del Señor y ella obtuvo su milagro (vs.30).

Lo que hace Jesús es poderosísimo. La libera a la distancia. Él no está frente a la chica endemoniada. Ella está en su casa y Jesús está con la madre en otro lugar, pero aún así en el mundo espiritual hay una confrontación de poderes y por la palabra del Señor el demonio tiene que dejarla.

No desperdicies tu oportunidad. Si crees, también hay un milagro para ti.

Lee más sobre la fe de la mujer sirofenicia en “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Mateo” Día 20.

LA FE DE UNOS EXTRAÑOS

De Tiro y Sidón, Jesús vuelve al mar de Galilea y pasa por la región de Decápolis (vs.31).

¿Qué sucede allí? (vs.32).

Mira de qué manera lo sana (vs.33-34).

¿Qué pensarías si fueras un sordomudo y un tipo viene, te mete los dedos hasta el fondo de las orejas, te escupe la lengua con su propia saliva (puaajjjjj) y luego dice algo que ni entiendes (recuerda que todavía eres sordo y además tienes unos dedos bien grandes adentro de tus doloridas orejas)? ¿Cómo reaccionarías?

Increíble pero real. Eso fue lo que hizo Jesús. Así lo sanó.

¿Sabes en qué me hace pensar esto? En la libertad absoluta de Jesús para hacer las cosas como a él se le da la gana porque es el Señor de los señores y el Rey de reyes.

Es Creador y es creativo. No se ata a fórmulas, ni métodos, ni programas. Podría haberlo sanado de mil maneras diferentes, ¿por qué escogió justamente esa? No lo sé, y tampoco importa.

Lo que sí importa es que respondió a la fe de unos extraños y lo hizo a su manera, a la manera de Dios, fuera de todos los parámetros humanos, más allá de todos los límites de la imaginación. Pura creatividad, pura soberanía.

¿El resultado? Éxito total, como siempre (vs.35-37).

No encasilles al Soberano. No lo limites. No le digas tú lo que él debe o no hacer, cómo hacerlo o cuándo hacerlo.  Sólo cree y declara tu milagro. Todo lo demás depende exclusivamente de él. Déjate sorprender.

Extracto del libro “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Marcos”

Por Edgardo Tosoni

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