Pasaje clave: Éxodo 24 al 27 y 30.
Continuemos.
5. La Fuente de Bronce: Usada únicamente por los sacerdotes, contenía agua. En ella debían lavarse antes de entrar al Lugar Santo.
Representa a la Palabra de Dios que nos purifica, nos renueva y nos revela quién es Cristo cada vez que creemos en ella y la obedecemos.
6. Entramos al Lugar Santo: Allí estaban el Candelero de oro puro con 7 lámparas, alimentado con aceite.
La Mesa para los panes sin levadura, de madera recubierta con oro. Sobre ella había 12 panes que cada sábado comían los sacerdotes.
Y el Altar del Incienso de madera recubierto con oro. Allí se ofrecían perfumes aromáticos para adoración. El perfume ofrecido era puro y santo, de uso exclusivo como ofrenda a Dios.
Candelero: Jesús es la luz. Nos habla de la iluminación y revelación de la Palabra.
Aceite: Unción del Espíritu Santo.
Mesa con los panes: Jesús es el pan de vida. Comer de Jesús nos satisface y fortalece.
Altar: Los perfumes aromáticos representan las oraciones de los hijos de Dios. Por medio de Jesús nuestra adoración es recibida por Dios.
La vida santa es un perfume delicioso para Dios.
7. Llegamos finalmente al Lugar Santísimo: la presencia de Dios llenaba este lugar por eso estaba separado del Lugar Santo mediante un velo.
Aquí estaba el Arca del Pacto (o del Testimonio) de madera, recubierta con oro por dentro y fuera. Sobre el Arca había una cubierta de oro puro (el propiciatorio) y sobre ella dos querubines de oro puro. Dentro del Arca estaban guardadas las leyes y mandamientos.
En este Lugar Santísimo podía entrar únicamente el Sumo Sacerdote una sola vez al año para rociarlo con sangre.
El Lugar Santísimo y simboliza aquí en la tierra el Trono Celestial de Dios. La morada de Dios entre los hombres. Hoy Dios eligió morar en las vidas de aquellos que recibimos a Jesús. Nuestras vidas son hoy el Lugar Santísimo donde habita Dios.
El Arca representa a Cristo por medio de quien podemos tener comunión con Dios.
Los querubines son los ángeles más sublimes y los protectores del trono de Dios.
Jesús derramó su sangre una sola vez y para siempre. Por medio de ella tenemos comunión con Dios todos los días.
En Síntesis:
- La Entrada del Tabernáculo nos habla de reconciliación con Dios por medio de la muerte de Jesús.
- El Altar del Holocausto es símbolo de la redención (rescatados del pecado y de la condenación).
- La Fuente simboliza la santificación por la Palabra de Dios.
- La Lámpara es la revelación e iluminación de la Palabra y del Espíritu.
- La Mesa con los panes nos habla de Cristo como nuestra comida y satisfacción.
- El Altar del Incienso es exaltación y adoración a Cristo.
- El Lugar Santísimo es la comunión íntima, diaria y personal con la Santidad de Dios.
Hoy no necesitamos un ritual para relacionarnos con Dios y hablar con él. Por medio de Jesús, que nos limpió con su sangre preciosa, podemos hablar con nuestro Papá Celestial todo lo que queramos.
Extracto del libro «Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Éxodo-Levítico»
Por Edgardo Tosoni
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