Pasaje clave: Juan 15:26, 16:15.
Como muchos otros adolescentes y jóvenes alrededor del mundo seguramente te preguntarás si Dios realmente te escucha. Y si te escucha, ¿de qué manera te ayuda en las cosas de todos los días? La Biblia dice que Dios está presente para ayudarnos; y la forma en que Él nos ayuda es a través de su Espíritu Santo. Lee Juan 15:26, 16:15.
Muchos jóvenes se sienten incómodos cuando se habla sobre el Espíritu Santo. Por alguna razón, no se atreven a tratar el tema. Y la iglesia no ayuda mucho cuando describe al Espíritu Santo como un ser casi fantasmal que ayuda a la gente súper espiritual.
Para algunos el Espíritu Santo es: Una influencia. Una energía. Una prolongación de Dios. “La fuerza”. Y muchas otras tonterías más. Pero la Biblia nos enseña que el Espíritu que habita en nosotros ¡es una persona! Y es una persona, no porque tenga un cuerpo físico como el nuestro, sino porque posee características personales. El Espíritu ama, consuela, decide y se entristece. ¡Y esto no lo podría hacer una fuerza o energía!
Descubre otras características personales del Espíritu Santo en: Jn.14:16-17, 26, 16:8, 13, Hch.13:2, 4, 16:6, Ro. 8:11, 16, 26, 1°Co.2:10, 12:11, 13, Ef.1:13, 3:16, 4:30, 5:18.
Mira ahora, Ro.8:9 y 11, ¿dónde mora el Espíritu Santo? ¿En el cielo? ¿En el templo? ¿En nosotros los creyentes?
¿Por qué los creyentes somos templos de Dios? Encuentra la respuesta en 1° Co.3:16.
Necesitas pedirle al Señor que te ayude a entender que Dios mismo, por medio de su Espíritu, habita en tu vida. ÉI es una Persona real. Tener al Espíritu dentro de nosotros es tener al Dios vivo. ¡Esto es increíble!
Pero, ¿qué era lo que no sabían los creyentes de Corinto? Vuelve a leer 1° Co.3:16.
El problema con muchos creyentes hoy día no es que les falte el Espíritu, sino que no se dan cuenta de su presencia en sus vidas. Viven ignorándolo. No nos damos cuenta de la grandeza de Aquel que ha venido para hacer su morada y quedarse en nuestras vidas para siempre.
¡El Espíritu Santo jamás se ira de tu vida! (Juan 14:16-17, Ef.1:13). Vino para quedarse.
¿Te das cuenta de lo que sucedió en tu conversión? Dios entró en tu vida y te hizo su templo. Donde quieras que vayas llevas a Dios contigo. No llevas tu Biblia o las enseñanzas de la iglesia, sino a Dios mismo en tu interior. Él es una Persona viva, es el mismísimo Dios en ti.
Piénsalo.
Nombra una situación en la que sentiste que el Espíritu Santo estuvo obrando en tu vida.
Pídele a Dios que te ayude a entender cómo el Espíritu Santo actúa dentro de cada cristiano verdadero y que te enseñe a depender de la ayuda del Espíritu.
Por Edgardo Tosoni