Pasaje Clave: Mateo 16 y 17.

Estos son dos capítulos sin desperdicios donde encontramos a Jesús haciendo de todo (como siempre): sacándose de encima a los fariseos, renegando con sus discípulos, viajando por toda la región, haciendo predicciones proféticas, mostrando “algo” de su increíble gloria, sanando, ¡y pagando los impuestos! Como tiene que ser. ¿O pensabas que Jesús se “enganchaba” de la señal del cable y de la corriente eléctrica?

PRIMERO LOS FARISEOS Y SADUCEOS…
Apenas comenzado el capítulo 16, ¿con quiénes se encuentra?
Estos tipos realmente estaban endemoniados (como ya vimos en Mateo 12). Fueron directamente a tentarlo: “Danos una señal de que realmente eres el Cristo, de tu autoridad divina”.
¿Cómo les responde Jesús? (vs.2-4).
¡No les da ninguna señal! No se deja tentar por estos demonios.
Jesús les dice: “Ustedes distinguen el clima pero no se dan cuenta de lo que sucede ahora, en este tiempo. Piensen en Jonás”. Se dio media vuelta y se fue con sus discípulos.
¿La señal de Jonás? ¿Y esa cuál es esa? Lee Jonás y te enterarás.

Y DESPUÉS… SUS PROPIOS DISCÍPULOS
¿De qué se habían olvidado los discípulos? (vs.5).
¿Qué enseñanza profunda les da Jesús? (vs.6).
¿Y qué entendieron ellos? (vs.7).
¡Los discípulos no entendían nada! ¡Seguían pensando en el pan!
¿Cómo les refrescó Jesús la memoria? (vs.8-10).
Jesús les estaba advirtiendo que no se dejaran contaminar con las enseñanzas y la forma de pensar de los fariseos y los saduceos (vs.11-12). Porque sus enseñanzas legalistas envenenaban y mataban la fe.

Lee más sobre esto en “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Marcos” Día 14.

SOBRE MI, LA ROCA
¿Qué les pregunta Jesús a sus discípulos? (16:13).
¿Ellos qué responden? (16:14).

¿Y qué vuelve a preguntarles Jesús? (16:15).
Pedro habla por todos y responde: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios” (16:16).
Entonces Jesús, le da a Pedro una palabra profética, ¿qué le dice? (16:17-19).
“Hablaste por la revelación del Padre celestial. Pero, le dijo Jesús, sobre ésta roca (sobre mi mismo), edificaré mi iglesia”.
Jesús es la roca sobre la cuál la iglesia, (tú y yo junto a todos los que hemos creído en él), es edificada.
La iglesia no es el edificio, el templo, la denominación. La iglesia somos tú y yo. Y nuestro único Dueño, nuestro único Señor, el único fundador de la iglesia es Jesucristo.
La iglesia no es propiedad de los evangélicos ni del catolicismo apostólico romano, ni del pastor, ni del cura, ni de ninguna otra profesión religiosa. La iglesia es propiedad exclusiva del Señor Jesús.

“Y te doy poder para atar y poder para desatar”.
¿Sabes que toda la iglesia tiene este poder y que la mayoría de los hijos de Dios ni siquiera lo saben?
Se la llama oración de autoridad. Oración para atar y desatar.
En el nombre del Señor Jesús atas lo que te molesta, lo que te produce miedo, lo que te asusta, lo que te perturba, lo que te tienta, lo que te miente. Lo atas para que no tenga efecto sobre tu vida ni sobre otros.
Y en el nombre de Jesús, desatas el poder de Dios, desatas valor, paz, desatas sanidad, sabiduría, poder, perdón, paciencia. Desatas para que fluya y afecte tu vida y la de otros. Desatas libertad, verdad, bendición. Desatas las mentes para que entiendan la Palabra y desatas fe para que ella sea creída.

Todo lo relacionado con el anuncio de la muerte y resurrección de Jesús, con su transfiguración y la sanidad espectacular del epiléptico, léelo en “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Marcos” Días 15 y 16. ¡Te sorprenderá!

A PAGAR, MUCHACHOS, A PAGAR.
¿Qué le preguntan a Pedro? (17:24).
¿Y qué responde Jesús? (17:25-27).
¡Espectacular! El pez te dará el dinero. Increíble. Piénsalo.

Extracto del libro “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Mateo”

Por Edgardo Tosoni

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