Pasaje Clave: Lucas 12:1-34.

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Jesús está en medio de mucha gente, miles de personas, pero les habla a sus discípulos directamente.

SIN MÁSCARAS, NENE, SIN MÁSCARAS
¿Y qué advertencia les hace? (vs.1).
¡Otra vez los fariseos! Los legalistas, ¿te acuerdas?
Ahora los llama hipócritas. Esta palabra significa “un actor dramático”. Una persona que usa una máscara para esconder su verdadero rostro y representar o actuar un papel determinado. Busca parecer delante de los demás lo que no es realmente.
El tipo es un estafador, pero se presenta como alguien que viene a ayudarte para que te vaya bien económicamente hablando.
El tipo es un abusador, pero se presenta delante tuyo como alguien dulce y cariñoso, amable y comprensivo.
El tipo no ora, no lee la Palabra de Dios, pero se presenta como el gran maestro con la última revelación.
Son todos ejemplos de personas hipócritas.

¿Y qué continua diciéndoles Jesús a sus discípulos? (vs.2).
Jesús habla de encubrir cosas. Los fariseos por afuera eran una “pinturita”, pero por adentro… ¡mamita! Daban sus diezmos, no faltaban a la reunión ni a la célula, sin embargo había “cosas” adentro que olían muy, muy mal. Y Jesús las conocía. Siempre llega el tiempo de que todo lo oculto sale a la luz.

Y de esto les habla Jesús a los discípulos (vs.3).
Lo que hablamos en tinieblas (a escondidas, en oculto) se oirá en la luz (se descubrirá, se conocerá).
¿Tienes máscaras?
¿Ocultas cosas que no quieres que nadie sepa?
Renuncia a ellas y aprende a vivir realmente libre.

ENSEÑANZAS MÚLTIPLES 2
1. Nos advierte a quién temer verdaderamente, no a las personas que amenazan o matan, sino a Dios (vs.4-5).

2. Nos recuerda cuánto valemos para Dios (vs.6-7).

3. Y nos desafía a reconocer a Dios delante de todos para ser reconocidos por él (vs.8-10).

4. Sin perdón para los que blasfeman (insultan, maldicen, difaman) contra el Espíritu Santo (vs.10).

5. Tenemos al más poderoso ayudador con nosotros: el Espíritu Santo (vs.11-12).

6. No seas avaro (vs.13-21). Porque la avaricia te hará querer tener más y más y más sin importarte para nada las personas. Desearás poseer todo y nunca dar nada. Y creerás que el valor de la vida está en tener, adquirir, comprar o poseer. En la cantidad de cosas que se tienen.
El problema del avaro está en el vs.19. Todo era para sí mismo. No compartía, no daba, no regalaba, no bendecía. Sólo pensaba en sí mismo y en cuán “valioso” era por todo lo que tenía.
Pero tu vida no vale por lo que tienes (sea mucho o poco) sino por lo que eres. Vales porque Dios te ama. Vales porque eres único para él. Vales porque Dios te llenó de capacidades y sueños.
Que el Señor sea tu mayor tesoro. ¡Sé rico para él! Ámalo, adóralo, busca su presencia en todo lo que haces.

7. Dios cuidará de nosotros (vs.22-31). No te desesperes. No tengas miedo. No te llenes de ansiedad. Estudia, trabaja, enamórate, esfuérzate y declara en fe: “El Señor proveerá para todas mis necesidades. El Señor proveerá para todos mis sueños y deseos porque Él es mi Pastor y nada me faltará”.

8. ¿Cuáles son los tesoros de tu corazón? (vs.32-34). Que amar a Jesús con todo tu corazón y tus fuerzas sea tu máximo tesoro y todo lo que hagas te saldrá bien.

Extracto del libro “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Lucas”

Por Edgardo Tosoni

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