Pasaje Clave: 1º Reyes 3.

Luego de haber quitado los enemigos de su vida y de su reino, Salomón se enfoca en construir y crecer (vs.1-2)
Primero sana tu corazón, quita de tu vida a los enemigos del propósito de Dios y de la santidad de Dios, y luego ¡crece!, construye actitudes nuevas, fe nueva, relaciones nuevas, esperanzas nuevas, proyectos nuevos.
Primero deja lo que te limita, lo que te estorba, lo que te lastima y luego enfócate en conquistar las oportunidades que Dios te da.
Si vas por la vida chorreando sangre por las heridas del pasado no vas a llegar a ningún lado, nunca. Primero sana y después conquista.
Deja de dar lástima. Basta de tratarte como una pobre víctima y hazte responsable por tu vida. Busca ayuda, pide consejo, toma decisiones de perdón, de sanidad, de fe. Primero sana y después crece y construye.

A CORAZÓN ABIERTO
El vs.3 comienza mostrándonos el corazón de Salomón. ¿A quién ama y de qué manera lo demuestra?
Escucha. No alcanza con decir: “¡Te amo Dios, te amo tanto!” y largar tres lágrimas. Tienes que tener actitudes de amor a Dios. No se trata sólo de palabras sino de acciones de fe, decisiones de obediencia que tomas por medio de las que expresas tu amor por Dios.
Entiéndeme. No estoy diciendo que no le declares tu amor a Dios. Sí, tienes que hacerlo. Eso se llama adoración. Lo que te digo es que a las palabras de amor le sumes decisiones y actitudes de amor. Acciones de fe que muestren lo que hay en tu corazón por Dios. Es lo que hacía Salomón.

¿Con qué acciones concretas demuestra Salomón que realmente ama a Dios? (vs.3-4, 15)
Piensa. ¿Qué haces para demostrar o expresar tu amor por Dios?
Te ayudo con algunos ejemplos: ¿Obedeces su Palabra? ¿Evangelizas? ¿Eres agradecido? ¿Sirves a Dios de alguna manera? ¿Bendices a otros? ¿Renuncias al pecado? ¿Te mantienes bien lejos de lo que Dios rechaza? ¿Le crees? ¿Congregas? ¿Hablas con Él? ¿Le dedicas tiempo? Y los ejemplos podrían continuar… ¿De qué manera le muestras tu amor?

¿Cuál es el resultado de amar y buscar a Dios? (vs.5)

¡Wooowww!! Me encanta. ¡Dios te habla! El poderoso Creador de los cielos y la tierra, el Rey del universo, el Santo y Amoroso Papá celestial se acerca y nos habla.
Que Dios mismo te hable no tiene precio… para todo lo demás existen los apóstoles, profetas, pastores, maestros y líderes. Sí, por medio de ellos también nos habla Dios, pero que Él venga y te hable directa y personalmente… eso es ¡espectacular!
Escucha, el Espíritu Santo tiene algo para decirte a ti específicamente. Solo necesitas buscarlo y aprender a amarlo, y Él te hablará, Él se revelará a tu vida de una forma increíble.

¿Qué le pide Salomón a Dios? (vs.6-9)
Sabiduría es la capacidad de encontrarle solución a los problemas. La capacidad para resolver situaciones complicadas y difíciles. Salomón le pidió a Dios sabiduría y discernimiento. Y Dios se lo concedió, y le dio aún más de lo que había pedido porque Salomón oró de acuerdo al corazón de Dios y no para su propio beneficio personal (vs.10-14)
Lee más acerca de la oración de Salomón en “Desafíos para Jóvenes y Adolescentes: 2º Crónicas. Día 1”.

¡SERRUCHEMOS AL NENE!
Sí, ya lo sé. Suena sangriento, brutal, despiadado, insensible y asqueroso. Pero aunque suene así, esa fue la solución que Salomón les ofreció a las dos prostitutas que se peleaban por el bebé: mitad para cada una (vs.16-25)
Perdón… ¿Estamos en la carnicería o en la corte del rey?
Ante semejante crueldad, ¿cómo reacciona la verdadera madre del bebé? (vs.26)
¡Claro! Cualquier madre que ame a su hijo reaccionaría de la misma manera. “No lo mates. Prefiero que se lo des a esa impostora mentirosa antes de verlo muerto”.
¿Qué hace entonces, Salomón? (vs.27)
¿Y cuáles son las repercusiones de su sabia decisión? (vs.28)
Twitter ardía. Los muros de Facebook no daban a vasto. La gente hablaba y comentaba lo que había sucedido en la corte del rey. ¡Dale Like!

Cuando pidas conforme al corazón de Dios, Él te responderá y te dará, pero luego, lo que recibiste será puesto a prueba. Dios probará qué uso haces de aquello que Él te dio, cómo lo tratas, cómo lo cuidas, cómo lo administras. Si superas la prueba, Él te bendecirá aun más.

Extracto del libro «Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: 1º Reyes»

Por Edgardo Tosoni

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