Pasaje Clave: 2º Crónicas 12
17 años duró el reinado de Roboam pero solamente en sus 3 primeros años, y con muchos, muchos altibajos buscó a Dios. Él no tuvo ni la mitad de la fe ni de la sabiduría que tuvieron su abuelo (David) y su papá (Salomón). Todo lo que podía hacer mal, lo hacía. Y si bien tenía períodos de humillación y arrepentimiento, volvía a elegir los peores consejos y a tomar las peores decisiones. Los 14 años siguiente de su reinado fueron de lo peor.
LICENCIA PARA PECAR
Veamos cuáles fueron las decisiones auténticamente decadentes que tomó Roboam y el pueblo en general.
1º Decisión. Léela en el vs.1 y en el vs.14. El pecado te alejará de Dios o Dios te alejará del pecado. Todo comienza con pequeñas decisiones. “No tengo ganas de ir a la iglesia”, “no tengo ganas de orar”, “quiero ir al boliche (baile)”, “en la igle estoy aburrida”, “no leo la Biblia porque me aburre y no entiendo nada”. Tu vida espiritual se enfría, tu deseo por el Señor se apaga. Estas con un pie adentro y con otro afuera. ¿Te sucede algo de esto? ¿Sientes que tus “ganas” por el Señor y por sus cosas se han enfriado? Todavía estás a tiempo de tomar las decisiones correctas y engancharte otra vez con Él.
2º Decisión. Léela en el vs.2. ¿Sabes quién es el rebelde Número 1? (No, no, Rebelde Way, no. Actualízate amigo). ¡Es Satanás, el diablo! Entiende esto: cuando te rebelas contra la autoridad establecida por Dios (padres, líderes, pastores) o contra Dios mismo te pones en sintonía con Satanás. No, no te vuelves un “satanista”, ni te posee el demonio, ni te empieza a girar la cabeza, ni te salen sapos por la boca, no… ¡mucho peor! Empiezas a hablar como él, a pensar como él y a ir en contra de la voluntad de Dios. Dios bendice la obediencia a su Palabra y rechaza la rebeldía porque toda rebeldía es desobediencia.
Aclaremos un punto importante: Obediencia no es sometimiento. Si tus autoridades (padres, docentes, líderes, pastores, etc.) te obligan, presionan o te exigen (amenazándote o manipulándote) que hagas algo que no es correcto, que no es sano, que no es ético, ni para ti ni para otros, NO DEBES OBEDECERLOS.
¿Quieres rebelarte? Ok. Rebélate contra Satanás. Rebélate contra sus tentaciones y sus mentiras. Rebélate contra tus propios pecados y renuncia a ellos. Rebélate contra la injusticia y haz algo para cambiar las cosas. Rebélate contra la pobreza y la enfermedad y ayuda a los necesitados. Rebélate contra el odio, el racismo, el bullying y el desprecio. Rebélate contra todo lo que te enferma y te ata física, emocional y espiritualmente. Rebélate contra la corrupción siendo sal y contra la oscuridad siendo luz. Rebélate contra la esclavitud hablando la verdad de Jesús. Rebélate contra el abuso infantil, la trata de blanca y la violencia de género.
3º Decisión. Léela en 1º Reyes 14:22. Escúchame clarito esto: que tu papá haya hecho lo que hizo no te da derecho a ser igual que él ni a justificar tus malas decisiones. Que tu mamá haya hecho lo que hizo no significa que tengas que ser igual que ella. ¡No peques! No importa lo que ellos hayan hecho… ¡no peques! Imita lo bueno de ellos, no lo malo. Imita lo que te haga ser mejor de lo que eres y no peor. Y si no hay nada bueno para imitar en ellos entonces imita a quienes viven de acuerdo al corazón de Dios, pero ¡no peques!
4º Decisión. Léela en 1º Reyes 14:23. La consecuencia directa de dejar a Dios es buscar “algo” o “alguien” que lo reemplace. Y cualquier cosa que reemplaza a Dios del centro de tu vida y lo saca de la prioridad de tu corazón es un ídolo. Recuerda: Dios PRIMERO siempre y en todo te irá bien. Tarde o temprano tú serás el exitoso.
5º Decisión. Léela en 1º Reyes 14:24. Practicaron la prostitución y la homosexualidad como parte del culto idolátrico a la diosa fenicia Asera. ¡Tocaron fondo! Llegaron hasta lo más bajo, sucio y corrupto sexualmente, físicamente, mentalmente y espiritualmente. Cruzaron todos los límites.
Estas decisiones, ¿qué consecuencias trajeron? (vs.2-5)
¿Cómo reaccionan y qué hace Dios? (vs.6-12)
La humillación sincera y el arrepentimiento frenan el juicio de Dios, atraen su misericordia y perdón y abren las puertas de las segundas oportunidades. ¿Entiendes ahora por qué no hay otro Dios como el Señor? Merecían ser aplastados como sucias moscas, pero el Señor tuvo compasión de ellos. Sin embargo no los libró de las consecuencias de sus pecados. ¿Por qué?
Extracto del libro «Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: 2º Crónicas»
Por Edgardo Tosoni
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