Pasaje Clave: Nehemías 9:4-38.
¿Qué sucede a continuación? (vs.4-5)
Luego de la ejercitación espiritual del pueblo, dos grupos de levitas se ocupan de dirigir a toda la congregación en una tremenda oración de reconocimiento a Dios y de adoración. En realidad es mucho más que una oración a Dios, es un recorrido histórico de Su gran misericordia, Su gran amor y Su gran perdón.
UNA ORACIÓN DE RECONOCIMIENTO Y ADORACIÓN
A lo largo de esta oración descubrimos muchísimas características y cualidades del carácter de Dios. Sí, es una oración dirigida a Dios pero que también nos enseña muchísimas cosas acerca de Él.
Mientras lees esta oración en tu Biblia te desafío a que vayas respondiendo dos importantísimas preguntas: ¿Quién es Dios? y ¿Cómo es Él?
Ambas preguntas revelan la identidad de Dios.
¡No sigas leyendo! ¡Stop! ¡Frena aquí mismo! Trata de descubrir por ti mismo/a las características de Dios, escríbelas y cuando hayas terminado, entonces continúa leyendo lo que viene a continuación. Porque lo que viene a continuación es lo que yo descubrí acerca de Dios respondiendo aquellas dos preguntas… Veamos por partes esta tremenda oración a Dios:
Reconocemos la grandeza y la soberanía de Dios (vs.5-6).
Dios es eterno, es único, es glorioso, es creador y es dador de vida. La misma creación reconoce y adora al Creador.
Reconocemos la elección de Dios (vs.7-8).
Dios escoge, dirige, da una nueva identidad, conoce el corazón, da descendencia, hace pacto, cumple su Palabra y se revela como justo.
Lee más acerca de esto en “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Génesis Edición Extendida”.
Reconocemos la liberación de Dios (vs.9-12).
Dios mira y oye, hace milagros y maravillas, se engrandece, despliega su tremendo poder, libera, salva, protege, ilumina y guía.
Reconocemos la autoridad de Dios (vs.13-15).
Dios se revela a sí mismo, se muestra, se da a conocer, se comunica, ordena, establece, provee, recompensa y se mantiene fiel a sí mismo.
Reconocemos nuestros pecados y rebeldías (vs.16-19).
Dios perdona, es clemente, es paciente, retrasa su enojo, es misericordioso, no abandona, no rechaza, no desprecia y da nuevas oportunidades.
Reconocemos la provisión de Dios (vs.20-22).
Dios enseña, sacia, sustenta, satisface necesidades, sana, nos libra de nuestros enemigos y entrega sus heredades en nuestras manos.
Lee más acerca de todos estos temas en “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Éxodo Edición Completa”.
Reconocemos la victoria de Dios sobre nuestros enemigos (vs.23-25).
Dios pelea por nosotros, cumple sus promesas, entrega a los enemigos en nuestras manos, nos da herencia, nos da abundancia, es bondadoso.
Lee más acerca de esto en “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Josué”.
Reconocemos nuestras soberbias y grandes maldades (vs.26-31).
Dios es justo, disciplina y castiga el pecado, soporta, es paciente, nos habla de mil maneras diferentes, oye, salva, libera y nos da nuevas oportunidades. Lee más acerca de esto en “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Jueces”.
Reconocemos la justicia y la rectitud de Dios (vs.32-35).
Dios es grande, es fuerte, es temible, cumple sus pactos y es misericordioso, conoce nuestro dolor y sufrimiento, es justo, es recto, es dador de bienes y bendiciones. (Lee más acerca de esto en “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: 1º y 2º Samuel, 1º y 2º Reyes, 1º y 2º Crónicas”).
Reconocemos las consecuencias de nuestros pecados (vs.36-37).
¡Sin palabras! Es una paradoja que habiéndolo tenido todo ahora sean siervos y esclavos de aquellos a quienes una vez conquistaron. Es la paradoja del pecado. Te lo da “todo” y al mismo tiempo te lo quita todo. Te ofrece “todo” y te deja sin nada. ¡Alta angustia sentían! #SerieDesafios
Y sí… es lo que sucede cuando vives ignorando a Dios y haciendo la tuya.
Extracto del libro «Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Nehemías»
Por Edgardo Tosoni
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