Pasaje clave: Levítico 26:1 al 13.

¡Sí! Levítico 26 habla acerca de premios… después de la solemne advertencia dada con respecto a la idolatría. En otras palabras: Si obedeces la Palabra de Dios eres premiado con bendiciones pero si desobedeces y haces lo que quieres eres disciplinado.

Pero cómo, ¿entonces no tengo libertad para vivir?
¡Por supuesto que tienes libertad para vivir!
¡Por supuesto que puedes disfrutar de todas las cosas, tomar decisiones, ir y venir! ¡Tienes libertad en Cristo!
¡En Él eres libre para amar, para perdonar, para gozar de la vida, para aprovechar al máximo cada momento de tu vida!
Pero la libertad que tienes en Dios no es para lo malo, no es para la injusticia, no es para destruir ni para abusar. No es libertad para pecar. No es libertad para la venganza, el rencor y las malas palabras. No es libertad para aquellas cosas que ofenden la santidad de Dios o que abierta o encubierta- tamente lo niegan o lo rechazan.

¡Eres libre en Cristo!
Libre para decidir, libre para diferenciar lo bueno de lo malo. Libre para amar y no dejarte esclavizar por nada ni por nadie. Tienes esta clase de libertad que no tiene ninguno de tus amigos que no conocen al Señor. No la pierdas haciendo lo que se te da la gana o tratando de parecerte a ellos porque serás un esclavo de tus propios errores y amarguras.

¿En qué tenían que obedecer para ser bendecidos por Dios? (26:1- 3).
¡Prohibidos los ídolos!
¡Permitidos los mandamientos y la Palabra de Dios en mi vida!

¿Qué bendición recibiría su tierra? (26: 4-5).
¡Habría abundancia, prosperidad y nada les faltaría! En Cristo soy bendecido, soy prosperado y todo lo que haga me saldrá bien.

¿Qué sucedería con sus enemigos? (26: 6 al 9).

Ningún enemigo podría tocarlos. Ellos los vencerían y despojarían. ¡Creceré, me multiplicaré y se afirmará el pacto de bendición que Dios estableció conmigo!

¿Qué bendición recibirían en cuanto a su alimentación? (26:10).
No faltará la provisión porque él me dará el pan de cada día.

¿Qué bendición espiritual disfrutarían siempre? (26:11 al 13).
La bendición de su presencia todopoderosa estará conmigo hasta el fin del mundo.
El último versículo de las bendiciones, el 13, confirma tu libertad EN Cristo:

1º. Fuiste sacado del gobierno de Satanás.
“…de Egipto…”. ¿Te acuerdas que Egipto es símbolo del mundo? Y en el mundo Satanás ejerce dominio y autoridad porque él es su príncipe.
Pero tú, como parte de la iglesia de Jesús, aunque vives en este mundo NO PERTENECES a él, ni estás bajo la autoridad del maligno. Perteneces a la familia de Dios y estás bajo la autoridad del Señor.

2º. Ya no eres un esclavo del pecado.
“…para que no sean siervos…”. No más sirvientes del pecado. No más esclavos del pasado. Ahora eres siervo de Jesucristo. Le perteneces a Él. Estás a su entera disposición para vivir de acuerdo a su voluntad.

3º. Eres libre en Jesús para escoger lo bueno y rechazar lo malo.
“…rompí las coyundas de su yugo…”. No estás obligado a pecar. No estás obligado a hacer lo malo. No estás obligado a volver a vivir como vivías antes de conocer a Jesús. Eres libre. Tú escoges y eliges. Hazlo con sabiduría.

4º. En Jesús eres ALGUIEN especial.
“…los he hecho andar con el rostro erguido…”. Basta de sentirte lo último, lo peor, la más fea o el más tonto. Basta de desvalorizarte a ti mismo como si no le importaras a nadie y no sirvieras para nada. ¡Basta de creer las absurdas mentiras de Satanás! ¡Basta de tener lástima de ti mismo! ¡Eres alguien especial para Jesús! ¡Vales para Él! ¡Sirves! ¡Eres útil! ¡Eres importante para Dios! ¡Anímate a creerlo y a disfrutarlo! ¡Vale la pena!

Extracto del libro “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Éxodo-Levítico”

Por Edgardo Tosoni

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