Todos hemos estado allí… Hay un nuevo muchacho (muy guapo) en la iglesia, y de repente te encuentras muy interesada en ir al grupo de jóvenes, el voluntariado en su clase de escuela dominical y hasta te inscribes para el retiro de la iglesia. Puede ser que incluso manipules a las personas o circunstancias para que puedas pasar más tiempo con este chico y conseguir que tú le gustes. Pero tú puedes creer que Dios cumplirá Su plan perfecto en su momento sin tu ayuda.

 En lugar de tratar de controlar tu futuro, confía en Dios para que mueva el corazón de tu futuro esposo. Confiar en Dios nos hace libres para amar a nuestros hermanos en Cristo como nos manda Jesús en Juan 15:17. ¿Y qué si pasáramos tanto tiempo orando a nuestro Padre como el tiempo que pasamos pensando en los chicos?

En tus relaciones con los chicos en tu vida, ¿cuáles son tus motivos? En otras palabras, ¿cuáles son los pensamientos detrás de tus acciones? ¿Buscas bendecir a tus hermanos en Cristo, o ves cada chico como un novio potencial? Piensa en esto: ¡Tú tendrás que pasar la eternidad con estos chicos! La forma en que actúas ¿les alienta en su caminar con Dios, o los distrae? En vez de ocupar nuestro tiempo en tratar de llamar la atención de un chico, deberíamos estar enfocadas en nuestra misión divina. Siempre debemos estar listas para afirmar las cualidades de Cristo que vemos en ellos y nunca ponerlos por debajo, sea en público o en privado.

ORA

Por sus relaciones con Jesús. Que cultiven la pasión por el Evangelio.

Que resistan la tentación y permanezcan puros para sus futuras esposas.

Que persigan la masculinidad bíblica y el liderazgo, convirtiéndose en modelos a seguir para los más jóvenes en sus vidas.

Por tu propio corazón, pensamientos y motivos acerca de los chicos en tu vida.

Que Dios te ayude a verlos como algo más que novios futuros.

“Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros. Tal como yo los he amado, ustedes deben amarse unos a otros. El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos” (Juan 13:34-35).

“Dios bendice a los que tienen corazón puro, porque ellos verán a Dios” (Mateo 5:8).

“Aun cuando se lo piden, tampoco lo reciben porque lo piden con malas intenciones: desean solamente lo que les dará placer” (Stg.4:3).

“Así que aliéntense y edifíquense unos a otros, tal como ya lo hacen” (1º Tes.5:11).

“Así como nuestro cuerpo tiene muchas partes y cada parte tiene una función específica, el cuerpo de Cristo también. Nosotros somos las diversas partes de un solo cuerpo y nos pertenecemos unos a otros” (Rom.12:4-5).

Extracto del libro Reto de 15 Días Para Jóvenes Solteras

Por Ginny Melby

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