Quitemos el foco de nosotras mismas y utilicemos este día para servir a las mujeres casadas que están en nuestras vidas y orar por ellas.
ORA
Que puedan encontrar a su esperanza y alegría en Jesús quien satisface todo (Salmos 73:25, “¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Te deseo más que cualquier cosa en la tierra”).
Que mantengan su tiempo a solas con Jesús como una prioridad. Ora para que sus oídos y corazón estén abiertos a escuchar la voz de Dios mientras leen sus Biblias, la fuente de todo lo que necesita (1 Crónicas 16:11, “Busquen al Señor y su fuerza búsquenlo continuamente.)
Por sabiduría mientras ella lleva a su familia con su marido. Ora que, como pareja, siempre apunten a Cristo entre sí.
Que estén llenas de propósito y que vean sus tareas diarias como una forma de ministrar su esposo e hijos, y que pueden diligentes a la hora de cumplir con su llamado.
Pide a Dios que te muestre cómo puedes ser una bendición para ellas.
“¿Quién podrá encontrar una esposa virtuosa y capaz? Es más preciosa que los rubíes” (Prov.31:10).
“De la misma manera, ustedes esposas, tienen que aceptar la autoridad de sus esposos. Entonces, aun cuando alguno de ellos se niegue a obedecer la Buena Noticia, la vida recta de ustedes les hablará sin palabras. Ellos serán ganados al observar la vida pura y la conducta respetuosa de ustedes” (1º P.3:1-2).
“El encanto es engañoso, y la belleza no perdura, pero la mujer que teme al Señor será sumamente alabada” (Prov.31:30).
“De manera similar, enseña a las mujeres mayores a vivir de una manera que honre a Dios. No deben calumniar a nadie ni emborracharse. En cambio, deberían enseñarles a otros lo que es bueno. Esas mujeres mayores tienen que instruir a las más jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos, a vivir sabiamente y a ser puras, a trabajar en su hogar, a hacer el bien y a someterse a sus esposos. Entonces no deshonrarán la palabra de Dios” (Tito 2:3-5).
Extracto del libro Reto de 15 Días Para Jóvenes Solteras
Por Ginny Melby
