Pasaje Clave: Mateo 14

¿Recuerdas que en Mateo 11 nos encontramos con Juan el Bautista en la cárcel? Mateo nos explica ahora qué fue lo que sucedió.

¡NO PUEDES TENERLA!
Lamentablemente Juan el Bautista ya había muerto, o mejor dicho, lo habían matado. Y esto queda claro en los 2 primeros versículos.

¿De quién oye hablar Herodes y qué piensa que sucedió? (vs.1-2).
¡Herodes lo confunde a Jesús con Juan el Bautista! Piensa que Juan había resucitado.
Hagamos una aclaración: éste Herodes no es el Herodes del capítulo 2 que mandó matar a todos los niños menores de 2 años. Aquel era Herodes el Grande y murió cuando Jesús aún era un bebé. Éste es Herodes Antipas, llamado el tetrarca, ¡y estaba tan loco como el otro!

¿Por qué motivo había encarcelado Herodes a Juan? (vs.3-4).
A ver. Herodes se acostaba con su cuñada Herodías. Y Juan el Bautista denunció su pecado: “No puedes tenerla. No es tu mujer. No es tu esposa. Es la esposa de tu hermano”.
Herodes se enojó muchísimo con Juan, ¿y qué quería hacerle? (vs.5).
Sin embargo, en lugar de matarlo, lo encarceló. Mientras Juan estaba en la cárcel sucede lo que vimos en Mateo 11: Juan envía a sus discípulos a preguntarle a Jesús si Él era el Mesías que estaban esperando. ¿Te acuerdas?

Pero… (así comienza el vs.6) algo sucede durante el cumpleaños de Herodes. ¿Qué sucede? (vs.6-8).
¿Y cómo reacciona Herodes? (vs.9-11).
Se entristeció… ¡pero no hizo nada para impedirlo! Tuvo en sus manos el poder de salvarlo, pero lo mató. Un perverso asesinando a un justo. Un tirano quitándole la vida a un santo.

CONFRONTADO CON SU PECADO
Herodes no soportó que alguien le señale su pecado. ¿Nosotros sí lo soportamos?

  • “Arrepiéntete de tu homosexualidad y busca ayuda”.
  • “Deja de tener sexo con tu novia”.
  • “Renuncia a la pornografía”.
  • “Deja de beber y consumir drogas. Apártate de esa gente”.
  • “Confiesa tu pecado y devuelve lo que has robado”.
  • “No está bien que critiques y hables mal de tus padres, pastores y líderes”
  • “Renuncia a tus mentiras y enfrenta la verdad”.

¿A quién le gusta que le digan esto?
¿A quién le gusta que lo confronten con su pecado?
Pero si el Señor no te confronta con tu pecado, ¿dejarías de hacerlo?

Herodes tuvo la oportunidad de arrepentirse, de escuchar la palabra de Dios por medio de Juan el Bautista y cambiar. Tuvo su oportunidad y la desperdició de la peor manera. No sólo que no se arrepintió de nada sino que incluso mandó a asesinar a quien lo desafiaba a cambiar.
Ni tú ni yo somos Herodes, pero piensa en esto:
¿Te molesta que te corrijan?
¿Cómo reaccionas con aquellos que buscan lo mejor para tu vida y te corrigen?
¿Cómo tratas a quienes te señalan tu pecado porque realmente quieren ayudarte a sanar (no porque quieran matarte)?
¿Qué hablas y cómo lo haces de quienes te desafían a cambiar y a ser mejor aunque tengas que renunciar a lo que te lastima?
¿Oyes a la gente que realmente se interesa por ti, o los ignoras deliberadamente para seguir en la tuya?
No nos gustan que nos corrijan, mucho menos que nos señalen nuestros errores y pecados, pero crecer, madurar, ser mejor significa escuchar a los que más saben y asumir la responsabilidad por nuestras vidas. Piénsalo.

¿Qué hacen los discípulos de Juan el Bautista? (vs.12).
¿Y qué decide hacer Jesús luego de recibir la noticia de la muerte de Juan? (vs.13).
¿Moriríamos por denunciar el pecado y mantener nuestras convicciones espirituales, tal como lo hizo Juan el Bautista?

Todo lo relacionado con los relatos siguientes léelo en “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Marcos” Día 11 y en “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Juan” Día 9.

Extracto del libro «Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Mateo»

Por Edgardo Tosoni

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