Pasaje bíblico: Daniel 5:13-31.
VERIFICANDO EL CURRICULUM
¿Qué le pregunta Belsasar a Daniel apenas lo ve? (vs.13)
Supongo que Belsasar no tenía ni la más pálida idea de quién era Daniel. O sea, era la primera vez que lo veía. Durante los 14 años de su reinado nunca había tenido un encuentro con Daniel. ¡Esta era su primera vez!
Y esto queda demostrado por lo que le dice a continuación en los vs.14-16.
¿De quién lo oyó? De la reina, que minutos antes había hablado con él y le había contado de la existencia de Daniel. Hasta ese momento Belsasar ni lo registraba. Tener en tu reino a alguien como Daniel y durante 14 años no tenerlo en cuenta para ¡absolutamente nada! habla de la necedad de Belsasar, de su ignorancia y de su soberbia.
Imagínate que eres líder y tienes en tu ministerio juvenil a alguien como Daniel, y no lo tienes en cuenta, no lo registras, no le das lugar, no lo haces participar de nada, ¡y ni siquiera sabes que existe! ¡Qué desperdicio!
Ese “desconocimiento”, ¿cómo habla de ti?
Esa “indiferencia” o “descuido”, ¿qué dice de tu liderazgo?
Si Dios pone en tu camino a lo mejor de lo mejor, no lo tengas “calentando” sillas, no lo confines al anonimato, y tampoco te sientas amenazado por él/ella. Dale espacio, guíalo, supervísalo, permítele desarrollárse y crecer aún más. Lo bendecirás y será de bendición para todo el ministerio.
¿Cómo le responde Daniel? (vs.17)
Recuerda que durante 14 largos años no fue tenido en cuenta para nada de nada. Belsasar lo ignoró completamente.
¿Cómo reaccionarías tu? ¿Qué harías?
Muchos se ofenden y están resentidos y dolidos porque nadie los tiene en cuenta para nada. Viven enojados con los líderes. Viven quejándose de los pastores. Postean en las redes sociales sus quejas y buscan llamar la atención por todos lados tratando de demostrar cuán desagradecidos son los demás con ellos. Tal vez sean muy espirituales y amen mucho a Dios, pero emocionalmente hablando son muy inmaduros.
Daniel no reacciona así. Él no se hace el ofendido. No está resentido. Daniel tiene muy en claro a quién sirve. Él no sirve al rey, él sirve a Dios. Y aunque nunca fue tenido en cuentas antes, ahora, cuando lo mandan a llamar, él acude sin problemas. Esto habla de un corazón sano. Pero, además, al rechazar la “recompensa” desesperada del rey deja bien en claro cuáles son sus auténticas motivaciones: él no busca dinero, fama y poder. No los necesita. Un corazón sano y una actitud santa, hacen que Daniel siga siendo 10 veces mejor que todos.
¿Cuáles son tus motivaciones?
¿A quién sirves? ¿Para quién haces lo que haces?
Si nadie te tuviera en cuenta para nada, ¿seguirías amando a Dios y sirviéndole?
VISIONES Y REVELACIONES 3
¿Qué le recuerda Daniel a Belsasar del reinado de Nabucodonosor? (vs.18-21)
¿Y por qué hace esa comparación? (vs.22-23)
¡¡Oh my God!! ¡¡Durísimo!! Sin pelos en la lengua. Sin filtros.
Si Belsasar ya venía shockeado por la mano y la escritura en la pared, imagínatelo ahora mientras oye, una a una, las durísimas verdades que Daniel le dice.
Entonces, llega el golpe final. ¿Qué significa la escritura? (vs.24-28)
MENE: Dios mismo a evaluado tu reinado y le puso fin. Hay límites para el pecado y Belsasar los rompió a todos: falta de humillación, falta de arrepentimiento, soberbia, deshonra, falta de respeto, adoración a dioses paganos. Todo lo que podía hacer mal, Belsasar lo hizo peor.
TEKEL: Dios ha evaluado tu vida y la encontró indigna. ¡Cero integridad! ¡Cómo sería de desastrosa la vida de Belsasar que Dios no encontró nada digno de misericordia! Y no hubo para él segundas oportunidades.
PERES: Dios rompe tu reino y se lo entrega a tus enemigos. Se acabaron los festejos, las burlas, las deshonras y los desprecios. Acabas de perder lo que no fuiste capaz de cuidar.
¿Qué hace Belsasar ante la dureza de la revelación y cómo termina su historia? (vs.29-30)
Daniel, por la actitud de su corazón es honrado.
Belsasar, por la actitud de su corazón es eliminado.
Dios evalúa nuestros ministerios, nuestro servicio a Él, nuestras vidas, motivaciones, palabras, privacidad. Lo que Él nos ha dado no es nuestro, es de Él. Nuestra responsabilidad es cuidarlo para que Él sea honrado.
Extracto del libro Desafíos PJA Daniel
Por Edgardo Tosoni
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