Estos son los nombres de los soldados más valientes de David: Joseb-Basebet el tacmoníta, que era el principal de los tres más famosos, en una batalla mató con su lanza a ochocientos hombres. (2º Samuel 23:8).

Es la Biblia, por eso creo en lo que está escrito: pero se parece a un cuento de ciencia ficción donde se habla de un súper héroe con súper poderes. Sí apareciera en un texto literario secular, hablaríamos de una hipérbole. Matar a ochocientos hombres en una batalla parece imposible de realizar.

¿Algunos de los héroes de Hollywood consiguió tal hazaña?

Cuando pensamos en este tipo de personaje, rápidamente pensamos en Sansón matando a mil filisteos con la quijada de un asno. No sé si tú te acorda­bas de Joseb-Basebet, que -sin ninguna súper fuerza- consiguió una proeza semejante.

A veces, pienso que Sansón es famoso por su fuerza y por sus errores. Más por los últimos que por Ja primera. De Joseb-Basebet no conocemos pecados, lo que nos hace olvidarnos de él. ¿Será posible que demos más valor o importancia a las equivocaciones de las personas que a sus victorias?

También es verdad que Sansón ocupa más tiempo, más versículos y más historias de la Biblia; pero Joseb-Basebet creo que merece más atención; así como aquel amigo, compañero de clases, vecino, conocido, que -a pesar de sus virtudes- pasa inadvertido en el grupo.

Quizá tú te sientas, a veces, como Joseb-Basebet. Quizá seas tú quien piensa que tu presencia o tu ausencia no modifica la realidad del grupo, de la clase, de tu iglesia. ¿Por qué él, a pesar de equivocarse casi constantemente, él es famoso, y yo, que hago -casi- lo mismo, no lo soy?

Las respuestas pueden ser muchas; pero creo que hay dos aspectos que debemos considerar; cuando Joseb-Basebet mató a los ochocientos enemigos del pueblo de Dios, no estaba pensando ni en su nombre escrito en la Biblia ni en la cantidad de capítulos que ocuparía en las páginas sagradas.

Él hizo lo que debía hacer, sin preocuparse con ese tipo de reconocimiento. Dios vio su lanza matando a los ochocientos, así como vio a Sansón en cada uno do los momentos de su vida.

¿Entiendes las lecciones que este texto bíblico nos presenta? Como Joseb-Basebet, haz hoy la obra que tienes que hacer, confiando en la justicia de Dios y sin importar las grandes hazañas que los demás realicen o no.

Extracto del libro 365 Vidas

Por Milton Bentancor

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