Pasaje Clave: Juan 9:24-41

2º INTERROGATORIO DE LOS FARISEOS
Estos tipos nunca se daban por vencidos (hay que reconocer que es una buena cualidad pero en este caso mal utilizada), y van nuevamente por el ex ciego.
¿Para qué lo presionan y qué les responde el ex ciego? (vs.24-25).
Los fariseos buscaban que alguien testifique en contra de Jesús y diga algo como esto: “Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, ese hombre es un condenado pecador que hace sanidades los sábados (el día de reposo). ¡Cómo nuestras autoridades toleran que semejante pecador sane a las personas y les enseñe a vivir mejor, deberían prohibírselo, ¡muerte al pecador!”.
Pero la respuesta del ex ciego fue contundente: “Lo único que sé es que antes era ciego y ahora veo”.

Pero ellos siguieron insistiendo. Mira lo que le preguntan y cómo les responde el ex ciego: vs.26-27.
¡Buenísimo! “Ustedes también quieren hacerse sus discípulos”. ¡Eso es tener sentido del humor! Y aunque el ex ciego lo dijo muy honestamente, ¡los mató con su inocente comentario!
¿Cómo reaccionan los fariseos? (vs.28-29).
Tratan al ciego de la misma manera en la que trataban a todo el mundo: descalificándolo, desvalorizándolo.

Pero espera, porque se pone mejor. Lo que viene es increíble: el ex ciego tiene más revelación espiritual y claridad de la presencia de Dios que todos los fariseos juntos. Mira sus palabras en los vs.30-33.
“Ustedes no saben de dónde es, ¡y a mí me abrió los ojos! Es genial”. (Está clarísimo que el problema lo tienen ustedes y no yo).
“Es verdad que Dios no oye a los pecadores (suponiendo que ese Jesús sea un pecador como dicen ustedes), pero Él sí oye a todo aquel que le  respeta y hace su voluntad”. (Por lo tanto deduzco que Dios oye a Jesús porque él me sanó).
“Escuchen, ¿acaso ustedes saben de alguien que alguna vez haya sanado a un ciego de nacimiento?”
“Si Jesús no viniera de Dios no podría hacer nada de lo que hace”. (Por lo tanto mi conclusión es que efectivamente viene de Dios).

¡Espectacular! El próximo sábado lo invito al ex ciego a que venga a predicarle a los jóvenes. La tiene re clara, más clara que toda la teología de los fariseos.
Los que tienen serios problemas de carácter son los fariseos, ¿cómo lo tratan al ex ciego después de la magistral clase que les dio? (vs.34).
¡Lo expulsaron! ¡Para loco ¿no es demasiado?!
¡Lo humillaron y lo echaron! ¡No puedes actuar así!
¡Te dijeron la verdad y no te gustó ¿y actúas de esta manera? ¿Reaccionas maltratando, descalificando y echando gente de tu lado?
El problema no lo tienen ellos, lo tienes tu. Cambia tu corazón, cambia tus actitudes, ¡cambia o te quedarás sólo con tus ideas y tu insensible teología!
Ellos representaban a Dios (bueno, ahora entendemos claramente a qué Dios distorsionado e irreal representaban). Ellos tenían que ser modelo de misericordia, gracia y perdón pero mostraban todo lo contrario y en lugar de acercar a las personas a Dios las espantaban. Por el pésimo ejemplo de los fariseos la gente le tenía terror a Dios en vez de confianza y amor.
Cuando tus amigos ven tu vida, te escuchan hablar y reaccionar, ¿qué idea de Dios se forman en sus cabezas?
¿Qué “Dios” le muestras a tu familia y compañeros?
¿Qué “Dios” le enseñas a tus discípulos y alumnos?
¿El “Dios” que tu muestras acerca o espanta personas?

UNA ACTITUD DIFERENTE
Bueno, ya sabes quién tuvo la actitud diferente.
¿Qué hace Jesús? (vs.35).
¡Sale a buscarlo! Y lo invita a creer. Tranquilo, si la gente te echa y te expulsa, si las personas te abandonan y rechazan, Jesús te recogerá. Él te encontrará y te invitará a que creas nuevamente.
¿Qué le responde el ciego y qué le dice Jesús? (vs.36-37).
¿Qué hace el ex ciego? (vs.38).
¡Cree y adora! ¡Cree y adora! ¡Cree y adora! (no, no se me tildó el teclado, lo estoy repitiendo intencionalmente).
¿Tienes problemas? Cree y adora.
¿Estas triste? Cree y adora.
¿Te han rechazado? Cree y adora.
¿Te sientes solo? Cree y adora.
¿Estas por cometer el peor error de tu vida? Detente, cree y adora.
¿Te sientes feliz y todo te va bien? Cree y adora.

Extracto del libro «Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Juan»

Por Edgardo Tosoni

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