Pasaje Clave: Jueces 8:18-35

LOS ÚLTIMOS REYES DE MADIÁN
¿Qué sorpresiva pregunta les hace Gedeón a los reyes madianitas? (vs.18)
Y ante la respuesta de ellos, ¿cómo reacciona Gedeón? (vs.19)
Los muertos eran hermanos y medios hermanos de Gedeón. Probable- mente fueron asesinados en algunos de los tantos ataques madianitas. Lo sorpresivo es la respuesta de Gedeón que expresa egoísmo y venganza. Gedeón estaba dispuesto a dejarlos vivos si su propia familia hubiera sido dejada con vida… ¿y el resto de las familias que habían sido asesinadas? ¿Y todos aquellos que habían perdido hijos, hermanos y padres? Es bien difícil entender la actitud de Gedeón.
Sea como sea, ¿cuál es el desenlace de la historia? (vs.20-21)
¿Qué cargo le ofrecen a Gedeón y qué decisión toma él? (vs.22-23)
¡Solo Dios reina! Gedeón lo tenía bien claro.

EL ERROR DEL LÍDER
Nadie es perfecto. Todos nos equivocamos. A veces cometemos errores por ignorancia (necesitamos un mentor), otras veces cometemos errores por tercos, por hacer lo que se nos da las ganas (necesitamos recuperar la obediencia y escuchar a los que nos aconsejan) y otras veces cometemos errores por no preveer las consecuencias futuras de nuestras decisiones (necesitamos proyectarnos más allá del aquí y del ahora). Esto último fue lo que sucedió con Gedeón.
¿Qué les pide Gedeón a sus hombres luego de rechazar ser rey? (vs.24-26)
¿Qué hace Gedeón con tanto oro y qué consecuencias se desencadenan a largo plazo? (vs.27)
El efod era la vestidura sagrada que usaban los sacerdotes. Pero el efod de oro que mandó hacer Gedeón, no era para ningún sacerdote, ni para regalárselo a su esposa, ni siquiera era para usarlo él mismo… ¡Era para colgarlo y exhibirlo en algún lugar de Ofra, su ciudad! ¡Ooooh my God!
¡¡No Gedeón, no puedes hacer eso!!
¿Acaso este hombre no pensó en las consecuencias a futuro? No… no pensó. En un país cargado de ídolos, con una tendencia permanente a querer ser como los demás, a vivir como los demás, a pensar como los demás, (por su falta de identidad espiritual), poner en exhibición un efod de oro era una invitación a la idolatría. ¡¡Se las dejaste picando en el área!!

Sin quererlo y sin preverlo Gedeón los tentó, una vez más, a la idolatría.
Un error común del liderazgo es no anticipar ni evaluar las posibles consecuencias, a largo plazo, de sus decisiones. #SerieDesafíos

Su decisión equivocada, no sólo alentó la idolatría, sino que afectó a su propia casa, a su familia. El líder, sea quien sea, (profesor, pastor, padre, mentor, deportista), es visto como modelo, como ejemplo, por lo tanto, por más buenas intenciones que tenga, tiene que evaluar seriamente cómo le afectarán a los demás sus decisiones y acciones. Todos influenciamos sobre alguien y esa influencia los afectará para bien o para mal.

LOS ÚLTIMOS AÑOS DE GEDEÓN
¿Cómo vive Gedeón sus últimos años? (vs.29-32)
Muere y lo sepultan en Ofra, su ciudad natal. Para él, todo comenzó y todo finalizó en Ofra.
En Ofra Dios lo llama, Dios le da un propósito a su vida y su identidad es cambiada. En Ofra, Gedeón edifica un altar a Dios y adora.
En Ofra cuelga y exhibe un efod de oro y desata la idolatría en su ciudad. ¿Nunca pensó en sacar el efod, en quemarlo, como había hecho años atrás con las imágenes de Asera y Baal?
En Ofra se llena de mujeres y de hijos, y de su concubina nace Abimelec. Recuerda este nombre porque traerá muchos problemas.
Y en Ofra muere como un héroe, en buena vejez.
¡¡Sí, Gedeón fue un héroe!! (Hebreos 11:32-34). Porque más allá de su error, él logró lo que nadie más había podido: liberar para siempre a los israelitas de la opresión de sus “primos” madianitas. Gedeón el campesino será recordado como Gedeón el libertador.

SIN MEMORIA… SIN GRATITUD…
Pero Gedeón se murió… Y todos se descontrolaron una vez más.
¿Qué sucede con Israel luego de la muerte de Gedeón? (vs.33)
Baal-berit significa: “Señor del pacto”. ¡Un nuevo ídolo en lugar de Dios!
¿De quién se olvidaron los israelitas y con quién no fueron agradecidos? (vs.34-35)
¡Pésima actitud! Sin memoria de Dios y de su poder, y sin gratitud por Gedeón y por todo lo que él había hecho por ellos. No te olvides de lo que Dios hizo y hace por ti. No te olvides de su gran amor y de su perdón enorme. Y sé agradecido en todo momento con aquellos que te bendicen y cuidan de ti.

Extracto del libro Desafíos para Jóvenes y Adolescentes: Jueces.

Por Edgardo Tosoni

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