Pasaje Clave: 2º Crónicas 7.
Y Salomón termina de orar… Entonces, a la vista de todo el pueblo, frente a los sacerdotes, levitas y adoradores, algo extraordinario sucede. ¿Qué es? (vs.1-2)
¡Sí, exacto! ¡Fuego de los cielos! ¡Gloria de Dios! ¡Woooooooooooowwwww! Si se pudiera viajar en el tiempo yo quisiera estar ahí. Piensa en los mejores fuegos artificiales que hayas visto en tu vida… bah, ¡olvídalo! Ni se comparan con aquel espectáculo sobrenatural.
¡Fuego saliendo del trono de Dios! (del 3º cielo). Atravesando más veloz que la luz el universo entero con sus millones de estrellas y galaxias (el 2º cielo), entrando en nuestra atmósfera (el 1º cielo), y con la precisión de un láser, cayendo sobre el altar y consumiendo los sacrificios de animales que Salomón y el pueblo habían ofrecido al Señor.
¡Wwoooowwww! ¡Bocas abiertas por el asombro, ojos desorbitados, respiración contenida y el corazón palpitándoles a mil por la emoción! Y entonces… mientras todavía trataban de asimilar y procesar lo que estaban viendo, la nube de la gloria de Dios desciende y llena por 2º vez el templo de Salomón… ¡Y que siga el espectáculo!
Fuego y gloria. Fuego que consume, quema, devora. Gloria que llena, cubre, envuelve. El fuego era la señal de la aprobación divina, la gloria era la señal visible de la presencia de Dios con ellos. Es como si Dios nos dijera: “Aquí tienes mi aprobación, aquí tienes mi presencia”.
¿Cómo reacciona el pueblo al ver el fuego y la gloria? (vs.3)
¡Adoran! Se postran y adoran. No hay nada, absolutamente nada más precioso que la Presencia del Señor, y ante esto sólo nos queda adorarlo.
¿Qué hacen luego? (vs.4-5).
¿Prestaste atención a la enorme cantidad de animales que sacrificaron?
¿Cómo estaban organizados los sacerdotes y levitas? (vs.6).
¿Y qué más consagró Salomón al Señor? (vs.7).
¿Cuántos días duró la consagración del altar y la fiesta posterior, y en qué fecha se terminó? (vs.8-10).
El día 23 del mes séptimo (septiembre-octubre para nosotros) coincidía con el último día de la Fiesta de los Tabernáculos.
¿Cuál fue el resultado final de todo lo que Salomón decidió hacer? (vs.11).
ACCIONES DE FE
¿Quién se le aparece a Salomón de noche y para qué? (vs.12).
Ok. Te explico el “para qué”. Para darle una palabra de bendición y para darle una palabra de advertencia.
La palabra de bendición sería el resultado, la consecuencia, de “acciones de fe” que Salomón y el pueblo deberían realizar. En otras palabras: “Si quieres mi bendición tienes que estar dispuesto a hacer algo”.
Vienen sequías, vienen plagas, viene enfermedad (vs.13). ¿Te vas a quedar llorando? ¿Te vas a ir de la iglesia? ¿Vas a empezar a fumar, a tener sexo, a clavarte pircings en todo el cuerpo, a drogarte por que te sientes frustrado y enojado? ¿Vas a quedarte resentida con medio mundo, viviendo como una amargada? ¡No, no y no! ¡No es eso lo que tienes que hacer!
Mueve tu fe realizando acciones. “Pero… no tengo ganas”. “No siento nada, no me sale”. Por eso mismo se llaman acciones de fe. No depende de lo que sientes sino de lo que Dios te pide que hagas.
Mira el vs.14 y enumera las 4 acciones de fe que hay allí. ¿Y cuáles son las bendiciones que esas acciones de fe traerán a tu vida? (vs.14 final).
¡Serás perdonado y Dios sanará tu tierra! En otras palabras: Dios perdona tus pecados (sí, sí, esos asquerosos y repugnantes pecados que tanto te avergüenzan también serán perdonados) y él sanará tu vida, sanará tu economía, sanará tu ministerio, sanará tu familia, sanará tu noviazgo, sanará tus emociones y sentimientos, sanará… sanará… sanará…
¿Qué otras bendiciones traerá Dios? (vs.15-16).
Te oirá y te santificará. Su nombre (señal de autoridad), sus ojos (señal de cuidado e interés) y su corazón (señal de amor) estarán sobre tu vida para SIEMPRE!!!
¿Qué otras acciones de fe puedes realizar? (vs.17). Son 3 acciones más.
¿Y qué bendiciones traerán sobre tu vida? (vs.18).
¡Espectacular! No faltará gobierno de Dios en tus generaciones. Tus hijos y tus hijas serán personas de autoridad y ejercerán gobierno.
PERO… (veníamos taaaaannnnn bien!)
Si en lugar de acciones de fe, eliges acciones mundanas, pecaminosas, carnales, alejadas del corazón y de la Presencia de Dios, y escoges la rebeldía, la desobediencia y vives como se te da la gana, como los que no conocen ni aman a Dios (vs.19) entonces, ¿qué sucederá? (vs.20-22).
Piénsalo y tómalo muy, muy en serio. Dios no juega. No juegues con Él.
Extracto del libro «Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: 2º Crónicas»
Por Edgardo Tosoni
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