Continuemos.

4. ¿Cómo Detienes el Juego de Culpar?

  • Puedes salir de los arbustos. No necesitas esconderte de ti mismo o de Dios.
  • Puedes enfrentar la verdad. Puedes mirarte al espejo y admitir lo que hiciste mal. Tú puedes ser el que acepta las consecuencias.
  • Puedes examinarte para ver cómo te sientes acerca de lo que hiciste mal.
  • Si estás triste por lo que hiciste y deseas no haberlo hecho, puedes… Acercarte a Dios y pedir su perdón. No le tienes que dar tus pretextos viejos, porque a Él no le interesa el «por qué» lo hiciste. Le interesa saber lo que quieres hacer ahora para corregir lo que hiciste. Le interesa saber lo que tu corazón ha aprendido.
  • Puedes aceptar el perdón de Dios y pedir su ayuda para que no vuelvas a cometer ese mal. Eso es parte de lo que pedimos todos los días en la oración del Padre Nuestro.
  • Si lastimas a alguien como resultado del mal que hiciste, puedes ir con esa persona y pedirle perdón. Incluso, algunas veces tendrás que enmendar lo que hiciste, cómo reponer un objeto roto o robado.

Si no estás familiarizado con la oración del Padre Nuestro, léela aquí: Mateo 6:8-13. Cuando tu mente no está segura de qué hacer, detente primero y haz esta oración. Dios te ayudará antes de que cometas un error. También, en Juan 8:32, Jesús dijo: «Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres».

5. ¿Puede Librarte la Verdad?

¿Qué significa ser libre de algo? ¿Cualquier cosa? Pen­semos en algunos ejemplos:

  • Si no tienes tarea después de la escuela, eres libre para ir a jugar.
  • Si terminas tus quehaceres de tu casa, eres libre para ver televisión.
  • Si le pides perdón a alguien y te lo dan, tu corazón se siente mejor.
  • Si te confiesas algo a ti mismo que en realidad no era cierto, eres libre para descubrir lo que es verdad.
  • Si tienes tiempo para ti sólo, eres libre para escoger cómo pasarlo.

Después de ser libre, podrás mirar hacia atrás y ver cómo ciertas cosas estaban trabajando en tu mente para mantenerte capturado. Eres libre para explorar, regocijar, cantar, celebrar, jugar, trabajar, dar y recibir. La libertad viene con una variedad de regalos.

El ser librado significa que no siempre sabes que eres libre o que hay cosas trabajando en tu mente para man­tenerte capturado. Tu propia mente puede ser una cárcel y te puede hacer un esclavo de tal forma, que puedes pensar que no tienes nada de libertad. Por lo regular, ese es el momento cuando has permitido que el Pretexto- nator entre y viva en tu mente o cuando Satanás está tratando de engañarte o cuando simplemente no conoces la verdad.

¡La verdad te hace libre! ¡Aplaude, patalea, brinca con gozo! ¡Eres libre! Eres libre cada vez que aceptas la ver­dad, permites que te guíe y te dirija. Dios es verdad, y ¡Él siempre te hará libre!

6. ¡Haciéndolo a tu Manera!

Una última cosa en la cual quiero que pienses es: Tú vives hoy en un mundo que te aplaude si haces las cosas a tu manera. Recibes reconocimiento por ser el primero o el mejor o el más inteligente. Todas estas cosas son buenas, pero hay veces que pueden hacerte olvidar otra verdad. Esa verdad es que tú perteneces a Dios y no a ti mismo.

Lee el Salmo 78:4-8. Dios quiere que tengas una actitud positiva. Él quiere que sepas todas las cosas buenas que ha planeado para tu vida; quiere que le des tu corazón, tu mente y tu ser para que pueda favorecer tu vida con cosas buenas. Él quiere que tus pensamientos estén dirigidos hacia Él en todo lo que haces.

Extracto del libro “El Campo de Batalla de la Mente Para Niños”

Por Joyce Meyer

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí