Pasaje clave: Deuteronomio 8 al 10.

Una prueba es una crisis. Algo inesperado que sucede y no nos gusta, o una situación que no queremos. Puede durar mucho o poco tiempo, puede ser más o menos grave, pero generalmente sufrimos por lo que nos pasa.

¿Quién probó al pueblo de Israel y para qué lo hizo? (8:2, 5, 16).
¡Si, Dios nos prueba! El nos ama muchísimo, pero también nos hace pasar por momentos de prueba y de crisis que no queremos y que no nos gustan… para saber cómo es nuestro corazón.

Aclaremos algunos puntos importantes.
1. Las Pruebas Siempre Vienen de Dios.

2. ¿Y Para Qué Sirven?

  • Para matar tus conductas infantiles y egoístas. Caprichos, terquedad, malas actitudes, malas reacciones, etc.
  • Para que logres mayor santidad. ¿Hay pecados a los que tengas que renunciar? 
  • Para poner a prueba tú fe y mejorarla. ¿Eres capaz de seguir creyendo en Dios a pesar de lo que te está pasando?
  • Para bajarte “los humitos” (orgullos, soberbias, etc.).
  • Para hacerte mejor de lo que eres. Esto significa madurez. (8:1, 6, 11, 18-20).
  • Para formarte más y más a la semejanza de Jesús (9:3, 10:14 al 18, 21).

3. Las Pruebas son un Trato Personal y Especial de Dios para cada uno de sus Hijos.

Su trato con nosotros es único e irrepetible. Es como si cada uno de los que tenemos una relación personal con Jesús, sin importar la edad, tuviéramos una prueba personal y exclusiva para nosotros que en algún momento tenemos que enfrentar.
Las pruebas son circunstancias y situaciones familiares, personales, económicas, sentimentales o espirituales que Dios usa para tratar con tu vida. Es como si Dios te dijera: “Te está pasando esto y esto, ¿eres capaz de seguir creyendo en mí?”.

4. Dios te Ama, no te Maltrata.

Dios no le dice a nadie: “Anda, lastímalo, humíllalo y golpéalo, porque quiero ver qué hace”. Dios no es violento ni agresivo. Dios no te manda destrucción, muerte ni violencia. Dios no te “prueba” con abusos sexuales.
Dios no es perverso. Dios no es como las personas que se sacan la bronca con nosotros. Dios no tiene descargas de ira y de furia.
 
Entonces… ¿Cómo Me Prueba Dios?
Lo hace de diversas maneras:

1. Te habla. Mediante una palabra fuerte que te hace reaccionar para que cambies tu manera de vivir.

2. Te deja sin poder espiritual. Cuando te pones testarudo o rebeldes, Dios te dice: “Está bien, seguí adelante, pero vas sin mi poder”. Entonces te quedas estancado, no avanzas y vuelves a buscar a Dios, si es que realmente lo amas.

3. Usa las consecuencias naturales. Dios te advierte de las consecuencias de tus decisiones: “Si haces esto, te va a pasar esto otro”.

4. Usa las circunstancias diarias. Pruebas sentimentales, falta de dinero, complicaciones con el estudio, críticas familiares, ataques del diablo, etc. Y por medio de esto Dios prueba tu fe y la pule, la mejora. Y al salir de la prueba te das cuenta que creciste y maduraste.
 
¡No tengas miedo ni te enojes por las pruebas de Dios! No mandes todo al diablo como si nada fuera a cambiar. Él no te prueba para aplastarte ni lo hace para verte sufrir. Sus pruebas te corrigen, te mejoran y te forman a la semejanza de Jesús.
Dile a Dios: “Señor, ¿qué quieres enseñarme o corregir en mi vida con esta situación que me estás haciendo vivir? Si esto viene de tu mano lo acepto, sin quejas ni broncas para crecer según tu deseo. Abre mis ojos para verte más, para conocerte mejor. Y dame la fuerza para superar esta situación”.

Extracto del libro «Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Números-Deuteronomio»

Por Edgardo Tosoni

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