Pasaje clave: Génesis 32

El problema empezó con las lentejas. ¿Te acuerdas? (Día 35).
Bueno, en realidad con la avivada de Jacob de comprarle la primogenitura a su hermano y robarle más tarde la bendición. Y aunque aparentemente él resultó ser el más “inteligente”, obteniendo lo que quiso, en realidad fue el más humillado.
1º. Tuvo que huir de su casa.
2º. Su tío Labán lo estafó como quiso y estuvo 20 años trabajando para él.
3º. Entre sus esposas siempre hubo problemas y una a la otra se lo prestaban o alquilaban (30:14-16), según las necesidades del caso.
4º. Hubo peleas muy fuertes entre su tío y él, y finalmente tuvo que huir.
Y como si todo esto fuera poco, ahora se entera de que su hermano Esaú lo está esperando con un ejército de 400 hombres para “recordarle lo de las lentejas” (vs.3-6).

¿Cuántas veces fuiste humillado/a por haber obtenido lo quisiste pasándote de vivo, “sobrando” la situación?
Pero aunque Jacob aún no lo entendía (o estaba empezando a entenderlo), detrás de sus problemas y humillaciones (producto de sus propias irresponsabilidades y malas decisiones), Dios estaba tratando con su vida de una manera muy, muy fuerte. Dios tenía el propósito de transformarlo en alguien útil, capaz de pensar en los demás y no sólo en sí mismo. Dios estaba quebrándole sus egoísmos, sus astucias y metiéndolo en un proceso de santificación y de dependencia total de Él.

¿Cómo reacciona Jacob cuando se entera que su hermano lo estaba esperando con un ejercito? (32:7-12).
¡Muy linda oración! A diferencia de su 1º encuentro con Dios (Día 38) donde tenía 0% de revelación y quiso negociar con Dios, ahora ¡no negocia!, lo busca, lo llama, activa su fe y le recuerda a Dios Su Palabra y sus promesas y le pide que las cumpla y lo libre de la furia de su hermano. ¡Estás madurando Jacob!
Y tú, ¿cómo reaccionas ante los problemas? ¿Te enojas, te deprimes, sientes miedos, te da bronca, acusas, buscas excusas, piensas en lo peor, te quedas en silencio y te “tragas” todo lo que sientes, te ofendes, actúas como victima, buscas aliados, lloras, te escapas, gritas? ¿Cómo reaccionas?

Todos reaccionamos de alguna manera (generalmente negativa y que hemos aprendido desde nuestra infancia) antes de “acordarnos” que hay una puerta del cielo abierta. Piensa por un momento en estos dos aspectos:

A. Todas, pero todas tus circunstancias y situaciones están permitidas por Dios para llamar tu atención hacia Él. Para quebrar tus orgullos y cambiar completamente tu corazón.

B. Cuanto más crezcas y madurez en tu relación con Dios, menos te dejaras arrastrar por “esas primeras reacciones negativas” y más buscarás “primero a Dios” en todas tus circunstancias.

UN ENCUENTRO REAL CON DIOS 2
¿Qué sucede en el 2º encuentro entre Dios y Jacob y qué experimenta Jacob? ¿Y para qué Dios le tocó el muslo de su pierna dejándolo rengo? (vs.22-31).
Entre otras cosas, éste 2º encuentro con Dios, le cambió su identidad. Y un cambio de identidad significa un cambio de propósito. Antes era Jacob “el suplantador, el engañador”, pero a partir de este momento él será Israel “el que lucha con Dios” o “él gobernará como Dios”.

¿Sabías que hay “rengos” de Dios? Un rengo de Dios es un hijo o hija de Dios a quien Él toca con algún dolor, pérdida o situación difícil para enseñarle humildad y dependencia total de Él. Esto fue lo que Dios hizo con Jacob. Su toque lo dejó rengo. Si te pones terco como Jacob y tratas de luchar contra Dios, Él tocará tu vida de alguna manera que te duela.
Su toque puede ser físico, económico, sentimental… ¡pero nunca es para destruir, lastimar o matar!. Dios no es violento ni sádico. El toque de Dios es para sanarte, cambiar tu corazón, enseñarte humildad, hacerte dependiente de Él y revelarte sus propósitos para tu vida. Durante este segundo encuentro con Dios, cambió totalmente la vida de Jacob. Él ya no volvería a ser el mismo. Y al haber sido tocado y humillado por Dios estaba preparado para reconciliarse con su hermano y restaurar la relación con él.

¿En qué situaciones te pones terco y quieres hacer lo que se te da la gana?
¿Haz experimentado “toques” de Dios en tu vida? ¿Cuáles?
¿Y cómo haz reaccionado a ellos? ¿Los aprovechaste para crecer y madurar o los usaste como excusas para escapar?
¿Con quién o quienes necesitas reconciliarte y restaurar la relación?

Extracto del libro “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Génesis Edición Extendida”

Por Edgardo Tosoni

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2 COMENTARIOS

  1. Excelentes devocionales que seguimos dia a dia con mis hijos. Agradecidos por este material que nutre y edifica.
    En el devocional El rengo de Dios con base en el cap. 32 de Genesis se ha deslizado un error ortografico por el intercambio de la zeta cuando corresponde la ese en la palabra has:
    Escribiremos “haz”, con z, cuando se refiere al verbo hacer, únicamente cuando es utilizado en modo imperativo y en segunda persona. No hay otra persona a la que le calce el haz.
    Escribiremos “has” con s cuando se refiere al verbo haber como auxiliar en la formación de los tiempos compuestos. Únicamente se usa en el modo indicativo del presente en segunda persona. No le cabe a otra persona ese zapato.
    Bendiciones!

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