Pasaje Clave: Jueces 20:18-28

PREGÚNTALE A DIOS 1
Los líderes de Israel, apoyados por todo el pueblo, deciden la batalla en contra de sus hermanos, los benjamitas.
¿El motivo? ¡Venganza! por el despiadado salvajismo de los perversos de Galaad.
Israel prepara a sus hombres para la guerra que se avecina.
400.000 hombres de Israel (vs.17) Vs. 26.000 guerreros d Benjamín (vs.15).
Nada puede salir mal… pero, por las dudas, preguntémosle a Dios.

¿Qué le preguntan a Dios y qué respuesta reciben? (vs.18)
Aparentemente está todo bien. Tenemos el OK de Dios.

GUERRA CIVIL 2: RESULTADOS DESASTROSOS
Sin embargo, ¿qué sucede en el campo de batalla? (vs.19-21)
¡¡¡Aaaaaahhhhhh!!! Ahora solo nos quedan ¡¡378.000 hombres!!
¡¿Qué pasó?!
¡Dios nos respondió y nos dijo que peleemos!
¿Sí? ¿Dios dijo eso? ¿Estás seguro?
Vuelve a leer el vs.18. Exactamente qué es lo que preguntan ellos y qué es lo que les responde Dios.
Ellos no consultaron con Dios para pedirle su dirección.
Ellos no consultaron con Dios para preguntarle si tenían o no que pelear contra sus propios hermanos.
Ellos no le preguntaron a Dios de qué manera tendría que ser castigado el pecado de los hombres de Galaad. ¡Qué merecía ser castigado!
Ellos no le preguntaron a Dios: “Y ahora, en esta situación, ¿qué hacemos?”
No hicieron nada de eso.
Ellos se reenojaron, se autoconvocaron, escucharon la versión del levita y tomaron la decisión de exterminar a una de las tribus. Armaron a los hombres y se prepararon para la guerra… entonces… a uno de ellos se le ocurrió la brillante idea de preguntarle a Dios quién de todos pelearía primero. ¿Entiendes?
Si ya decidiste todo lo que vas a hacer y cómo lo vas a hacer, y solo buscas a Dios para que te lo apruebe y te de el OK, no lo culpes a Él si las cosas te salen mal. Dios no es un “amuleto de la buena suerte”

PREGÚNTALE A DIOS 2
Los insistentes muchachos de Israel, ¿qué error cometen por segunda vez? (vs.22)
¿Qué hacen a continuación y qué respuesta reciben? (vs.23)
Toman la decisión de volver a pelear contra Benjamín.
Lloran un montón y le preguntan a Dios si tenían que volver a pelear (cuando ya habían preparado todo para hacerlo). Dios les dice: OK. Pero, ni en la primer respuesta ni en esta segunda, Dios les garantiza el éxito.
Eso de llorar… ¿era para manipular los sentimientos de Dios, dar lástima o realmente estaban angustiados por la desastrosa derrota y por las pérdidas que habían sufrido?

Ello siguen cometiendo el mismo error básico: Deciden lo que quieren hacer y después hablan con Dios para tener su aprobación.
No, no, no, no… Así no funcionan las cosas con Dios.
O le das el 1º lugar y, antes de hacer cualquier movimiento y de tomar cualquier decisión, consultas con Él y esperas su respuesta (sea la que sea), o lo ignoras totalmente y armas tus propios planes… Pero no pretendas que Dios apruebe tus locas ideas, tus enamoramientos, tus noviazgos apresurados o tus negocios si están fuera de su propósito para tu vida.

GUERRA CIVIL 3: NOS SIGUEN APLASTANDO
Creyendo equivocadamente, ¡y por 2º vez! que Dios los apoyaba, salen a pelear… Y por 2º vez, ¿qué sucede en el campo de batalla? (vs.24-25)
¡¡¡Buuuaaaahhhhhh!!! Ahora solo nos quedan ¡¡360.000 hombres!!
En sólo 2 días, Israel perdió 40.000 hombres… por tercos… por hacer las cosas mal… por actuar y decidir a su propia manera… por “usarlo” a Dios en lugar de entregarse a Él y obedecerles.
¿Cómo reaccionan ante esta 2º derrota? (vs.26)
¡Epa! Ahora comenzamos a ver una actitud diferente.
Lloran, no para manipular a Dios, sino para expresar dolor y arrepentimiento.
Ayunan todo el día, negándose a sí mismos. Santificándose.
Ofrecen sacrificios delante de Dios en señal de humillación y perdón.

PREGÚNTALE A DIOS 3
Entonces, con una actitud y un corazón diferente, ellos le preguntan a Dios qué tienen que hacer. Y Dios, ¿qué les responde esta vez? (vs.27-28)
Dios responde oraciones que tienen en cuenta su voluntad y su propósito.

Extracto del Libro Desafíos para Jóvenes y Adolescentes Jueces.

Por Edgardo Tosoni.

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