Pasaje Clave: Lucas 21.
En sólo 4 versículos Lucas nos enseña qué significa “dar más que todos”. Veámoslo juntos.
¿DAR MÁS O DARLO TODO?
¿Qué fue lo primero que vio Jesús? (vs.1).
En Marcos 12:41, dice que Jesús estaba sentado delante del arca de la ofrenda. Estas arcas eran cofres con forma de trompeta o de cuerno de carnero en donde la gente echaba sus ofrendas para el templo. Había 13 de estos cofres. Jesús estaba sentado delante de uno de ellos y miraba a los ricos ofrendar grandes cantidades de dinero.
Pero ¿qué más vio Jesús? (vs.2).
Correcto. Detrás de los ricos y poderosos llega una viuda pobre y ofrenda sus dos blancas.
“Blanca” era el nombre que se le daba a una pequeña moneda de cobre. Era la moneda judía más pequeña y la de menor valor (¿cuál es la moneda más pequeña y la de menor valor en tu país?).
Luego de ver la ofrenda de la viuda ¿qué dice Jesús de ella? (vs.3).
Los discípulos no entendían nada. “¿Cómo que echó más que todos los demás, si los ricos echaban bolsas llenas de oro?”
¿Qué les explica Jesús entonces? (vs.4).
Los ricos y poderosos daban de sus sobras. El oro, los dólares y los euros que les sobraban los traían y los ofrendaban. Tenían mucho, mucho dinero y dar no les costaba.
Pero para la viuda pobre, esas 2 blancas representaban toda su “fortuna”. Era todo lo que tenía. Y lo dio todo. Volvió a su casa sin nada. ¿Qué comería? ¿De qué viviría?
No se trata de cuánto das, se trata de la actitud de tu corazón al dar. No des nada que no te cueste. Porque si no te cuesta no te importará darlo y no tendrá ningún valor, aunque sea carísimo, aunque sea muchísimo.
Que tus ofrendas tengan valor porque te ha costado darlas. Piénsalo.
LA DESTRUCCIÓN DEL TEMPLO
Deja un momento Lucas y lee lo que dicen Mateo y Marcos en sus respectivos evangelios: Mateo 24:1-2 y San Marcos 13:1-2.
En Mateo y en Marcos los discípulos le muestran a Jesús los hermosos edificios del templo y las grandes piedras que habían sido usadas para construirlos, pero Lucas aporta detalles nuevos contándonos que esas piedras no sólo eran grandes sino también hermosas y adornaban el templo junto a las ofrendas dedicadas (vs.5). El conjunto era de una gran solidez y belleza arquitectónica.
Pero al igual que en Mateo y Marcos, ¿qué anuncia Jesús acerca del Templo y sus edificios? (vs.6).
El historiador judío Flavio Josefo escribió “Las Guerras Judías”. Allí cuenta que en el año 70 D.C. (aproximadamente 40 años después de la muerte y resurrección de Jesús), el General Tito invadió Jerusalén y ordenó la destrucción de la ciudad y del Templo. Tal como lo predijo Jesús, el templo fue completamente destruido y no quedó “piedra sobre piedra”. Todo fue derribado y su belleza hecha polvo.
¿Cómo pudo saber Jesús 40 años antes de que el Templo sería destruido?
¿Cómo habló con tanta seguridad de la destrucción de esos enormes y bellos edificios, sólidos, fuertes y perfectamente construidos?
¿Tuvo suerte y acertó? ¿O siempre lo supo porque él es Dios?
No fue suerte. Fue su conocimiento anticipado de todas las cosas porque él es Dios. Tranquilo. Nuestro Papá Celestial conoce el final de la película. Sabe perfectamente bien cómo será el fin de todas las cosas. Nuestras moradas celestiales ya están preparadas. Pronto habrá Cielos y Tierra nuevos. Viviremos para siempre y nada nos faltará.
EL FIN DE LOS TIEMPOS
Si todavía no lo hiciste (o si lo leíste y te olvidaste), lee “Desafíos Para Jóvenes y Adolecentes: Mateo” Días 27 y 28, y “Desafíos Para Jóvenes y Adolecentes: Marcos” Días 24 y 25, para conocer todo acerca del “Fin de los Tiempos” y de las restantes enseñanzas de éste capítulo.
¡Y no es lo que dicen los mayas! ¿No venía el fin del fin, el súper fin del mundo, el 12-12-2012? ¡Niños, no crean todo lo que ven en la Tele!
No creas en los mayas ni en la ciencia atea que prefiere rebuscadas teorías en lugar de aceptar la revelación de Dios. ¡Cree en el Soberano y Todopoderoso Señor! Él es tu Creador, él es tu Papá, él te cuidará, te sostendrá y te multiplicará y ningún fin del mundo te tomará por sorpresa.
Extracto del libro “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Lucas”
Por Edgardo Tosoni