Pasaje bíblico: Daniel 9.
Este capítulo 9 se desarrolla durante el 1º año del reinado de Darío (Día 11), luego de que Ciro conquistara Babilonia en el 539 A.C.
¿Qué está haciendo Daniel? (vs.1-2)
Daniel esta leyendo las antiguas profecías de Jeremías y descubre que se están por cumplir los 70 años de la cautividad del pueblo judío. Puedes leerlas aquí: Jeremías 25:11-12 y 29:10.
Y aunque Jeremías no habla específicamente de Ciro, sí aporta proféticamente tres datos importantísimos: la duración de 70 años del cautiverio del pueblo de Dios,(¡que se cumple en el reinado de Ciro!), el castigo a Babilonia (¡que se cumple con Ciro!) y el “despertar” de la Palabra de Dios para hacerlos volver a su tierra (¡que se cumple con Ciro!). ¡¡Increíble!! ¡¡Solo Dios puede hacerlo!! Lee más acerca de esto en “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Esdras. Días 1 y 2”.
¡¡Tremendo descubrimiento hace Daniel que lo mueve a orar e interceder por su pueblo!! (vs.3). “Ayuno, cilicio y cenizas” son muestras de la profunda humillación con la que Daniel se presenta delante de Dios. Y aquí comienza una poderosísima oración…
CONFESAR…
¿Qué es lo primero que hace Daniel en su oración? (vs.4 al 15)
Hace una confesión general, en la cual se incluye, y una confesión específica. En la confesión específica, ¿a quiénes menciona? (vs.8 y 12)
Claro, todos son responsables. Todos tienen un grado de responsabilidad delante de Dios. En mayor o en menor medida, todos ofendieron al Señor con sus conductas y actitudes. Reconocerlo y confesarlo es el primer paso para ser libres.
¿Cuáles son los pecados específicos que Daniel menciona? (vs.5-6, 10-11, y 14)
Si pecas, confiesa. Confiesa específicamente y hazlo rápido. No demores una semana en orar y confesarle tu pecado al Señor. Cuánto antes lo hagas, mejor. Más rápidamente serás perdonado, más rápidamente tu pecado será quitado, más rápidamente recobrarás la amistad con Dios y más rápida- mente te sentirás mejor. Dilatarlo… poner excusas… ignorarlo o hacerte el tonto como si nada hubiera pasado, solo te hará sentir peor y le abrirás puertas al diablo para que te castigue como a un muñeco. La confesión sincera te libera, te sana y te mantiene en perfecta relación con Dios.
ROGAR MISERICORDIA…
Luego de confesar los pecados y las maldades, ¿qué le ruega Daniel a Dios? (vs.16-19)
Dios no es tonto ni se hace el tonto. Él conoce perfectamente bien lo que hacemos en público y en privado. No lo podemos engañar. Sin embargo, su misericordia, amor y bondad son más grandes que sus deseos de justicia y juicio. Él vuelve a perdonarnos una… y otra… y otra… y otra vez. Su amor nos cubre, nos limpia, nos sana y nos restaura. Su amor por nosotros nunca dejará de ser, nunca terminará, nunca se agotará.
ADORAR…
A lo largo de su oración, Daniel intercala adoración y confesión, adoración y confesión… No solo confiesa los pecados del pueblo, de los líderes y los suyos propios (ya que él se incluye como parte del pueblo), sino que al mismo tiempo, adora a Dios reconociendo sus atributos y cualidades.
¿Qué dice acerca de Dios? ¿Qué le reconoce? (vs.4, 7, 9, 14-15, 18)
¿Adoras a Dios? ¿Lo reconoces? ¿Le declaras tu amor?
VISIONES Y REVELACIONES 6
¿Qué sucede entonces mientras Daniel ora y clama a Dios? (vs.20-22)
Nuevamente es el ángel Gabriel el encargado de revelarle a Daniel lo que sucederá en lo inmediato y al final de los tiempos.
¿Qué le revela Gabriel a Daniel? (vs.23-27)
PERO… ¿QUÉ SIGNIFICA TODO ESTO? 3
Gabriel le habla de temas sumamente importantes, sobre los cuales los estudiosos tampoco logran ponerse de acuerdo. Estas cosas, ¿ya han sucedido o sucederán? Algunas ya sucedieron y otras están por suceder:
- 70 semanas para que acabe la maldad y se establezca la justicia (vs.24).
- 70 semanas para ungir al Santo de los santos (vs.24).
- 69 semanas desde la reconstrucción de Jerusalén hasta la muerte de Jesús (vs.25-26).
- Un príncipe malvado devastará la ciudad y el templo (vs.26).
- La “última” semana (la número 70) será un caos, hasta que el “desolador” sea destruido definitivamente (vs.27) y nuevamente sea el poder de Dios quien establezca un nuevo orden.
Al final, siempre gana Dios.
Extracto del libro Desafíos PJA Daniel
Por Edgardo Tosoni
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