Pasaje clave: Lucas 7.
Tres relatos. Tres personas. Y tres encuentros con Jesús.
1. Un Centurión Romano.
El centurión romano era un oficial militar al mando de 50 o 100 soldados. Tenía autoridad. Tenía poder. Estaba altamente entrenado para enfrentar y resolver situaciones de crisis. Qué podía necesitar de Jesús.
¿Qué lo movió a buscar a Jesús? (vs.1-10).
Este centurión necesitaba de Jesús para que su siervo sea sano. Era imposible para él. Ante esta situación, su entrenamiento militar no le servía para nada. Su preocupación por su siervo enfermo lo llevó a buscar a Jesús.
¿Amas a los que te rodean? ¿Te preocupas por sus vidas? ¿Buscas a Jesús, orando por ellos, para que sean sanados, protegidos, bendecidos y en todo les vaya bien?
2. Una Viuda.
¿Qué movió a esta viuda para buscar a Jesús? (vs.11-17).
¡Era viuda! Había perdido a su esposo, y ahora perdía a su único hijo. La vida no es justa. Lo tenía todo y ahora lo perdía todo. Su dolor, su soledad, su gran tristeza, la llevaron a confiar en Jesús.
“No llores”, le dijo a la madre. Y el dolor se convirtió en gozo.
“Levántate”, le dijo al hijo muerto. Y la muerte se volvió vida.
¿Con qué calmas tu dolor? ¿Qué haces con tu soledad? ¿Qué buscas para tapar tu tristeza? Busca a Jesús y confía en él.
3. Una Mujer Pecadora.
¿Qué impulsó a esta mujer a buscar a Jesús? (vs.36-50).
¿Sabes por qué la etiquetan como “mujer pecadora”? Porque era la manera de identificar a las prostitutas. Sí, ésta mujer era una prostituta. Su pecado era venderle su cuerpo a los hombres por dinero. Y fue su doble necesidad que la llevó a buscar a Jesús.
1º. Su necesidad de perdón. Ella necesitaba ser perdonada.
¿Pero qué hacían las personas con ella? O la rechazaban tratándola como a una basura, o la usaban como un juguete para su propio placer sexual.
¿Pero qué hizo Jesús con ella? (vs.47-48, 50).
¿Ves lo grande que es Jesús? Él acepta donde otros rechazan, perdona donde otros condenan y sana donde otros abusan y enferman.
2º. Su necesidad de valoración. Ella necesitaba sentirse valorada.
La gente la despreciaba, hablaban mal de ella. Era mal vista y estaba en boca de todos.
¿Pero cómo la trató Jesús? (vs.44-46).
Jesús le tapó la boca a Simón el fariseo y a todos los que despreciaban a la mujer creyéndose mejores que ella.
Públicamente la valorizó. Delante de todos habló bien de la actitud de honra y adoración que tuvo la mujer. Sin ningún temor dijo que ella, con su actitud de arrepentimiento, amó mucho.
¿Cómo había expresado su arrepentimiento la mujer? (vs.37-38).
Piénsalo.
Tres relatos. Tres personas. Y tres encuentros con Jesús.
¿Y cuál es tu historia? ¿Cuál es tu necesidad?
¿Estás preocupado por alguien? ¿Por tus padres o por tus amigos?
¿Estás triste o te sientes solo? ¿Necesitas ser perdonado o valorado?
Búscalo a Jesús. Él sabe qué hacer con tú necesidad.
Extracto del libro: “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Lucas”
Por Edgardo Tosoni