Pasaje Clave: Mateo 10
Jesús llama a sus 12 discípulos, ¡y los pone a trabajar! Era lindo escuchar a Jesús, era lindo viajar a todas partes con Él. Pero, ahora, muchachos ¡a trabajar!
Pero antes de ponerlos a trabajar, ¿qué les da Jesús? (vs.1).
¡No les da plata, ni una tarjeta de crédito para gastos personales! ¡Les da autoridad!
¿Autoridad para qué? (vs.1 y 8).
Presta atención. Si eres un hijo de Dios y vives en comunión con Él, ¡tú tienes la misma autoridad que Jesús le dio a sus discípulos!
Pero no te confundas, echar fuera demonios no es un videojuego donde vas con tus armas barriendo criaturas digitales con cuernos y garras. Los demonios son de verdad, ¡y no juegan!
Los demonios producen culpas, meten miedos, traen pensamientos mentirosos a tu cabeza para que creas mentiras y te confundas. Pensamientos de suicidio, pensamientos de odio, pensamientos de rechazar a Jesús, pensamientos de muerte, pensamientos de que nadie te quiere, pensamientos de sentirte menos que los demás, pensamientos de tristeza. Pero si amas a Dios y eres amigo de Él, ¡tú tienes autoridad en el nombre de Jesús para vencerlos!
“En el nombre del Señor Jesús, te ordeno espíritu inmundo que dejes de molestarme. Rechazo tus mentiras. Rechazo estos pensamientos mentirosos que traes a mi mente. Soy un hijo de Dios. Soy amado por Él, soy capaz, soy fuerte, estoy sano, y nada malo me sucederá porque Su presencia poderosa está conmigo. ¡Apártate de mi!”.
Luego de darles autoridad sobre los demonios y las enfermedades, ¿qué hace Jesús? (vs.5)
Muy bien. Les da instrucciones. Les enseña lo que tenían que hacer y cómo tenían que hacerlo.
¿A dónde podían y no podían ir? (vs.5-6).
¿Qué trabajo tenían que hacer? (vs.7-8).
¿Qué cosas no necesitarían llevar? ¿Y por qué? (vs.9-11).
Lo interesante es la manera en la que debían relacionarse con los demás cuando llegaran a una casa.
“HOLA. ¡QUÉ TAL! MUY BUENOS DÍAS”
¿Qué era lo primero que tenían que hacer cuando llegaran a una casa? (vs.12).
Parece tan obvio, sin embargo, a veces somos descorteses y hasta «agrios» en nuestra manera de tratar a las personas. Pero cuando somos atentos, respetuosos y cordiales, saludándolos con una sonrisa, querrán estar con nosotros. De lo contrario se irán.
¡PAZ, HERMANO, PAZ!
¿Qué descendería sobre la casa? (vs.13).
Tú eres un hijo de Dios. En ti habita el Espíritu Santo que produce paz, por lo tanto, tu responsabilidad es mantener la paz con aquellos que te rodean. Habrá personas que no querrán estar en paz contigo y te provocarán para que reacciones mal. ¡Mantén la paz! Sé firme con ellos, pero sin violencia. El evangelio que predicamos es un evangelio de paz y no de violencia y amenazas.
NO QUIEREN ESCUCHARME… ¡Buaaaahhh! ¡Buaaahhh!
¿Todos querrán escuchar el mensaje de Jesús? (vs.14-15).
Háblales a todos e invita a todos, pero entiende que no todos querrán escucharte, porque no les importa el evangelio que predicas.
No te sientas rechazado ni frustrado. Tú no eres el «salvador» de nadie. No te rechazan a ti, lo rechazan al Señor y su palabra. Tú sigue orando y compartiendo tu fe.
¿Qué advertencias les hace Jesús? (vs.16-23).
Les advierte que estarán entre “lobos” (vs.16), o sea, personas que querrán destruirlos, difamarlos y tratarlos mal.
Les advierte que serían entregados (vs.17-19), aborrecidos (vs.22), y perseguidos (vs.23), por causa de su fe en el evangelio de Jesús.
Pero también los alienta a confiar en las palabras del Espíritu Santo (vs.19-20), a no darse por vencidos sino a mantenerse firmes hasta el fin (vs.22), a no tener miedo de hablar públicamente todo lo que aprendieron en privado (vs.26-31), a confesar delante de todas las personas su fe en Jesús (vs.32-33) y a ser discípulos en serio del Señor (vs.37-39).
Complementa las enseñanzas relacionadas con éste capítulo leyendo “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Lucas” Días 16 y 17.
Extracto del libro «Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Mateo»
Por Edgardo Tosoni
Descárgatelo GRATIS haciendo CLICK AQUÍ.
