Continuemos.

10. Quedarse en Casa.

Esta actitud termina transformándose en una atadura, algo que nos impide salir del bloqueo personal e iniciar una relación. Para casarse hay que tener citas y para tener citas hay que salir de casa. Si estás atrin­cherada en tu hogar nunca vas a encontrar a nadie. Debes salir, cenar afuera, desayunar afuera. Muévete por donde hay gente; si estás recluida todo el día, yendo de la casa al trabajo y del trabajo a la casa, nunca pasará nada. ¡Si quieres casarte tienes que mantenerte en circulación!

Revisa tu manera de ocupar el tiempo:

  • ¿Cuántas horas pasas en tu casa?
  • ¿Dónde desayunas, dónde almuerzas o cenas?
  • ¿Adónde vas después del trabajo?
  • Tu hogar, ¿está acomodado para albergar a una sola persona, o hay posibilidades de que alguien más viva allí? (Esta pregunta es para ver si tu mentalidad es “aquí y solo, por siempre”.)

No seas pasivo. No te limites a esperar. Participa en el proceso de selección, en lugar de quedarte quieto y esperar que el otro tome toda la iniciativa.

11. No Pensar en el Matrimonio.

Hay personas que no tienen en mente formar pareja. No se lo proponen. Con esto no estamos diciendo que haya que andar diciéndole a todo el mundo “¿Te casarías conmigo?” Lo que sí necesitamos es tener la expectativa en oración, como una meta más en la vida. Así como nos ponemos otras metas, terminar una carrera, tener una casa o un automóvil, también necesitamos fijar metas afectivas. Es importante que estas metas también estén en la agenda de nuestro corazón.

Esta es la diferencia entre ser “soltero” y ser “solterón”. Una cosa es estar solo, algo que a veces puede ser positivo, y otra es ser solitario. Esto último sí es negativo, empobrece la vida de la persona. La dife­rencia radica en que estar solo es un buen momento para reflexionar; es una oportunidad, por ejemplo, para cambiar las cosas que no nos gustan de nosotros mismos. En cambio, cuando estamos solitarios ya no pensamos ni meditamos; lo que hacemos es castigarnos y aislarnos.

La diferencia depende de cuántos mitos tiene una persona y con cuánta fuerza están plan­tados en su corazón. Al solterón no le interesa el proyecto de pareja, no porque no quiere sino porque tiene ataduras que no se decide a cortar y sanar. Los solteros, en general, buscan crecer y superarse; los solterones, en cambio, están tan atascados que todo en la vida íes resulta difícil y problemático. Necesitan ser libres, y de hecho pueden serlo si lo desean y buscan ayuda.

12. Beneficios de Nuestros Conflictos.

Estos lazos emocionales y espirituales nos hacen daño, sin duda, pero también nos dan beneficios. Por ejemplo, una persona que está con depresión sufre, siente tristeza y angustia; sin embargo, también recibe beneficios de su situación: no trabaja; recibe cuidados, mimos; pasa todo el día en la casa; duerme, está mucho tiempo en la cama.

Cuando la angustia que sentimos es más grande que los beneficios que recibimos, entonces buscamos ayuda y hacemos lo necesario para salir y curarnos. En cambio, cuando los beneficios son mayores que la angustia, queremos curarnos pero nos resistimos a perder estos beneficios. ¡Queremos cambiar sin que nada cambie!

Por ejemplo, queremos conseguir pareja pero no queremos dejar de convivir con nuestros papás. O queremos tener pareja pero sin perder nuestra independencia. Es decir, queremos romper las ataduras pero en realidad no queremos perder los beneficios que recibimos con nuestra conducta. Este es el nudo de la cuestión. ¿Quieres romper tus ataduras y ser libre? Si es así, tendrás que ser muy sincero contigo mismo y con el Señor.

Anota los “beneficios” que recibes por tus ataduras: ______________________________________________

Medita en lo que has anotado y renuncia delante de Dios, en voz alta, a cada uno de esos “beneficios”.

Extracto del libro “Solos y Solas”

Por Bernardo Stamateas

Lee Romper las Ataduras

2 COMENTARIOS

  1. DESPUES DE LEER TODA LA SERIE DE SOLOS Y SOLAS, DESCUBRÍ MUCHAS COSAS QUE HAY EN MI INTERIOR Y NO SON MUY SANAS, PARA SER SINCERA, A CASI NADIE LE GUSTA QUE LE DIGAN SUS VERDADES; POR ESTA RAZÓN, CONFIESO, ME SENTI COMO ATACADA AL COMIENZO DE LAS LECTURAS, HASTA SENTÍ EL IMPULSO DE DEJAR DE LEER. COMENZARÉ A RECAPACITAR EN MUCHOS ASPECTOS DE MI VIDA QUE ERRONEAMENTE CREÍ QUE ESTABAN BIEN Y TAMBIÉN LE PEDIRÉ DIRECCIÓN AL SEÑOR… MUCHAS GRACIAS POR BENDECIR TANTAS VIDAS CON SUS PUBLICACIONES. ¡QUE EL SEÑOR LES BENDIGA GRANDEMENTE!

    • Hola Faty. ¡¡Bienvenida!! Lo importante es que no abandonaste la lectura y llegaste al final… Y más importantye aún es que tomaste la decisión de comenzar a cambiar esas cosas que consideras que no están bien dentro tuyo. No aflojes!!!!!!!!

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