Aquí tienes excelentes ideas para impactar a la comunidad en la cual realices tu campamento.

TALENTOS EN ACCION

Durante un día intenso, los adolescentes pueden trabajar con un adulto experto y aprender de él, para luego emplear esa destreza recién adquirida sirviendo a otros.

La primera parte del día debe funcionar como una feria de talentos. Invitemos a los adultos de la congregación que sean expertos en alguna área, como la reparación de grandes y pequeños artefactos, deportes, cocina, cuidado de niños, reta­pizado de muebles, mantenimiento del hogar, fotografía, tea­tro, costura o alguna otra habilidad para que dispongan de una mañana y enseñen cada uno a un pequeño grupo de chi­cos alguna habilidad simple pero práctica, como por ejemplo la lubricación y puesta a punto de un motor de automóvil. Esa tarde, los chicos del grupo podrán lubricar y poner a punto los vehículos que pertenezcan a los miembros más ancianos de la congregación. O, tras una planificación previa con un hospital local o con un asilo de ancianos, la instructora de teatro podrá llevar a su equipo a realizar una presentación.

Un taller de este estilo, aunque dure un solo día, lleva mucha preparación. Sin embargo, vale la pena, no solo por la aplicación inmediata de lo que se aprende, sino también por el contacto intergeneracional que produce entre adultos y ado­lescentes. (Wib Newton).

ASALTO ECOLOGICO A UNA CASA

El volante, a continuación, lo dice todo. (Kent Busman).

Solicitud para que su casa sea…

Asaltada Ecológicamente

Desde el grupo de jóvenes mayores, y de acuerdo con nuestra preocupación por el medio ambiente, deseamos ayudarlo a usted a que nos ayude a…

Salvar la Tierra

¿Cómo? Permítanos asaltar ecológicamente su casa.

Iremos en un día y horario predeterminados y…

Quitaremos su nombre de listas de correo basura.

Verificaremos el aire en sus cubiertas para asegurarnos de que estén correctamente infladas.

Colocaremos un regulador en su grifo para evitar las salpicaduras, y a su vez los derroches de agua.

Dejaremos un dispositivo fabricado artesanalmente por el grupo de jóvenes para evitar que el aire frío entre por debajo de su puerta.

Le obsequiaremos una taza de café pintada a mano por el grupo de jóvenes con temas ecológicos.

Le entregaremos tres hermosas tarjetas de felicitaciones impresas sobre papel reciclado.

Llevaremos aquella ropa que usted ya no desea a un centro de donación apropiado.

¡Qué mejor regalo que este para darle a un amigo y a nuestro mundo!

El costo para ser asaltado ecológicamente es de $30.

Lo recaudado irá a nuestro fondo para el retiro de primavera del grupo de jóvenes.

Estimamos que si 100 familias fueran asaltadas ecológicamente cada año podríamos:

SALVAR:

  • 150 árboles con buena sombra para sentamos debajo.
  • 2.354.500 litros de agua fresca para disfrutar.
  • 11.356.200 centímetros cúbicos de gas natural para mantener el aire más sano.
  • 36500 vasos descartables de café.

TENER:

  • 100 casas confortables para esperar a que pase el frío del invierno.
  • 300 personas que conocerán algunas maneras de sal­var el planeta que Dios creó a través de tarjetas escritas en papel reciclado.
  • 200 personas más que podrán vivir con mejores vesti­mentas y mayor dignidad.

(Proyecto basado en investigaciones realizadas y publi­cadas en el libro «50 cosas sencillas que tú puedes hacer para salvar la Tierra»).

¡Si! Deseo que mi casa sea asaltada ecológicamente. Aquí tienen mi ofrenda de $30 para ayudar a salvar la Tierra.

  • Nombre:
  • Domicilio:
  • Ciudad:
  • Provincia (Estado):
  • Código Postal:
  • Teléfono (casa):
  • Teléfono (trabajo):

A.G.A.T.S.

Formemos un equipo A.G.A.T.S (Animando Gente A Través del Servicio) con los jóvenes para servir a grupos elegidos especialmente dentro de la iglesia. Reunámonos una noche a la semana para ofrecer servicios de acuerdo con las siguientes prioridades:

  • Visitas a hospitales. Podemos fabricar y entregar tar­jetas del tamaño de un póster que digan: «¡Que te mejores pronto!» a miembros de la iglesia y personas conocidas que se encuentren en el hospital. Pasemos alrededor de diez minutos con el paciente, peguemos el póster en la pared, conversemos con él y oremos juntos. También podemos entregar algunos globos de colores.
  • Visitas a ausentes. Si no hay nadie en el hospital, revisemos la lista de asistencia del grupo de jóvenes y remarque­mos los nombres de chicos que hayan estado ausentes durante cuatro semanas seguidas o más. Fabriquemos láminas con muchos dibujos o fotos de caras y el mensaje: «¡Extrañamos tu cara!». Luego llevémoslos a la casa de esos chicos. ¡Lo más pro­bable es que asistan la semana siguiente a esa!
  • Visitas de cumpleaños y aniversarios. Si no hay nadie en el hospital ni en la lista de ausencias críticas, entonces busquemos en los listados de la iglesia los cumpleaños y aniver­sarios de casamiento. Fabriquemos y entreguemos tarjetas acor­des con cada ocasión.
  • Visitas para dar ánimo. Cuando en determinada noche no haya nadie en ninguna de esas categorías, fabriquemos tarjetas o láminas para cualquier persona a la que pudiera venirle bien un poco de ánimo. Entreguémosle la tarjeta en una corta visita.

Este programa distribuye mucha alegría entre diversas perso­nas, ofrece a los chicos una muestra de lo que se siente al partici­par en un ministerio, y estrecha los lazos entre los jóvenes y el resto de los miembros de la congregación. (Randy Wheeler).

FLOTA DE CAMIONES

Para ayudar a aquellas personas que realizan tareas de gran envergadura para las que se requiere un camión o camioneta, programemos con los jóvenes que tengan acceso a un vehícu­lo así algunas misiones de Flota de Camiones. Dividamos al grupo en equipos que puedan transportar y apilar leña, mover muebles desde o hacia lugares de depósito, hacer un acarreo hasta el basurero municipal, llevar muebles o electrodomésti­cos a los necesitados, o cosas semejantes. Publicitemos el ser­vicio en el boletín de la iglesia. Tendremos muchos interesa­dos y algunas oportunidades poco comunes para el ministe­rio dentro de la congregación y la comunidad. (Ben Jones)

ORGANIZACION DE UNA FIESTA

Esta es una gran idea para grupos de jóvenes que están can­sados de realizar fiestas y cansados de ayudar a otros. Hagamos que el grupo de jóvenes organice una fiesta para aquellos grupos que desean ayudar. Podríamos organizar una cena de San Valentín para personas que vivan en un asilo de ancianos o para los mayores de la congregación; una fiesta de Pascuas para un orfanato o para un grupo de niños de edu­cación especial; un banquete de Navidad para niños necesita­dos, viudas, o para estudiantes que se encuentren lejos de sus casas. (Stephen Douglas Williford).

BARRER Y JUGAR

Este otoño podemos combinar un día de servicio (barrido de hojas en las veredas y jardines de miembros de la iglesia) con mucha diversión y juegos. Calculemos cuarenta y cinco minutos por casa si contamos con diez chicos para barrer. Realicemos una difu­sión anticipada de los juegos que se realizarán en los distintos jar­dines a lo largo del camino: bús­queda del tesoro (golosinas o dul­ces), fútbol con hojas (la pelota es una bolsa de hojas), peleas de almohadas pero con bolsas de hojas, carreras de relevos con hojas, y cualquier otro juego alborotado que surja en el momento y que incluya hojas. Dejemos una nota de agradecimiento en cada hogar, y reuná­monos en la iglesia al finalizar para tomar un buen chocolate caliente.

Barre y corre. Subamos junto con los jóvenes a un autobús, cada uno con un rastrillo en la mano, y recorramos las calles. Cuando veamos una vereda que necesita ser barrida, saltemos todos del autobús y ras­trillemos todas las hojas. No debemos aceptar paga por ninguno de estos trabajos. Todo será hecho en el nombre de Cristo. Tal vez podamos averiguar las direcciones de algunos lugares o de perso­nas que no pueden barrer sus propias hojas, para tenerlos como paradas predeterminadas. Esta actividad será divertida y a la vez gratificante para los chicos. Durante el invierno podemos hacer lo mismo con la nieve, si vivimos en un lugar en el que nieva mucho. (Glenn Zimbelman y Arthur Merkle).

LIMPIO Y BRILLANTE

El grupo de jóvenes también puede recorrer las calles lavando las ventanas de las casas. Por supuesto, debemos preguntar primero a las personas que viven en esas casas, pero habi­tualmente es raro que alguien diga que no. Que el grupo rea­lice esta tarea de manera gratuita, simplemente como una oportunidad de mostrar a la comunidad que el amor cristiano es mucho más que simplemente palabras.

En caso de aceptar donaciones por el lavado de ventanas, podemos ofrendarlas a una misión o a un proyecto de servi­cio. Tomemos la cantidad de dinero que las personas sienten que pueden pagar, o cobremos un precio módico por casa. Con un grupo de cinco o diez chicos podremos realizar el tra­bajo bastante rápido si cada uno toma dos o tres ventanas. (Scott Dell).

Extracto del libro Campamentos

Por Autores Varios

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