¡¡Bienvenidos a esta nueva sección!! Semana tras semana iremos comentando nuevos animes desde una perspectiva bíblica y espiritual, los analizaremos en base a 35 categorías (que mencionaré más abajo), aportaremos evidencias y dejaremos una conclusión final.

ANIME es el nombre genérico que se les da a las películas y series animadas japonesas (“los dibujitos” japoneses). Sus versiones en papel y tinta se las llama manga (el cómic japonés). La mayoría de las series nacen en el formato manga y si tienen éxito económico las productoras realizan una adaptación para la televisión o el video y así surge el anime.

Tal vez no todos sepan que dibujos animados como Dragon Ball Z, Pokémon, Digimon, Sailor Moon, Mononoke Hime, Naruto, Ranma o Afro Samurai, sólo por citar algunos, son animes y su origen es japonés. Y lo que probablemente menos aún sepan es cómo ha crecido a paso agigantado el mercado del anime en todo España y Latinoamérica durante las últimas décadas. Actualmente se está viendo en occidente casi tanto anime como en su país de origen, pero sin llegar a ser el fenómeno social que el anime y el manga representan en Japón.

A tal punto es un fenómeno masivo en el país oriental que según lo explica Satoshi Shiki (reconocido autor de manga): “…hace una década los mangas y animes de mayor éxito eran los violentos y plagados de acción a raudales lo cual derivó en un aumento pronunciado en el índice de criminalidad en Japón. Luego de esa moda de violencia se vivió un cambio de aires, y ahora se demandan productos que enseñen a vivir en armonía… pues los mangas en Japón crean un gran impacto social… y por lo tanto ahora tienden a mostrar temáticas que “enseñen a vivir”. Aunque creo que mis obras entran dentro de esta nueva tendencia, a mí no me importa, simplemente porque me preocupo de mostrar mis ideas a través de mis obras y si entran dentro de dicha tendencia es algo casual y no pretendido” (Reportaje de la revista Minami. Año 3. Nº 16. Págs. 16-17).

En España y Latinoamérica las señales satelitales y de cable han apostado fuertemente por las series y películas animadas japonesas: Boomerang, MTV, Cartoon Network, Tooncast, ETC TV, Gama TV, Televisa con su canal bitMe, Ecuavisa, City TV, SBT, Netflix, solo por mencionar algunos. Por ejemplo, Cartoon Network, entre tanta producción propia, se ha dado cuenta que el anime vende y muy bien. Y esto los ha llevado a estrenar series que en Japón tuvieron un enorme éxito como Pokémon, Card Captor Sakura, Samurai X (Rurouni Kenshin), Dragon Ball Z, Corrector Jui, Gundam Wing,Tenchi Muyo, Naruto, Ranma ½, Love Hina, Saint Seiya Hades (Los Caballeros del Zodíaco), Cinderella Boy, Samurai Champloo, Gungrave, Ikkitousen, Bakugan y Trigun entre otros.

Y a esto sumémosle Internet, con la posibilidad de ver online o descargar las series y películas sin ningún tipo de censura ni restricciones de edad. No es extraño que los padres se despreocupen de lo que ven sus hijos cuando lo que se emite por TV o por Internet son “dibujos animados”, pero dejemos en claro que no todo lo que calificamos como dibujos animados es necesariamente para niños. La filosofía de vida y las relaciones adultas desarrolladas en el anime, actúan como disparadoras y generadoras de ideas sobre la vida, el amor, el sexo, la fe, la identidad, etc., e influyen decididamente sobre la mentalidad y la forma de sentir y de actuar de chicos y chicas que buscan algo o alguien con lo cual identificarse. Y así como hay miles de adolescentes que toman como modelos a los artistas, músicos o deportistas, hay otros tantos que recurren a los personajes de ficción del anime y del manga para constituirlos en sus modelos personales. Esto es un hecho innegable. El tema central es que los padres y adultos suponen que estos “dibujitos” son “tontos”, “superficiales” e “inofensivos” y que, por lo tanto, no influyen en la manera de pensar de sus hijos. Pero esto es una verdad a medias. No hay nada de tonto, superficial ni inofensivo en estas series, por el contrario, se alimentan directamente del ocultismo, de la violencia (extrema en muchos casos) y de las perversiones sexuales, y sí influyen sobre la mente, las emociones y el espíritu de los niños y adolescentes.

Luego de investigar cientos de series y películas de anime, identifiqué 35 categorías generales que nos permiten analizarlas. Estas son:

  • 1º. Adivinación.
  • 2º. Astrología.
  • 3º. Cartas Ocultistas.
  • 4º. Evolución.
  • 5º. Mujeres Exuberantes.
  • 6º. Contenido Erótico.
  • 7º. Desnudos.
  • 8º. Perversiones.
  • 9º. Violencia.
  • 10º. Violencia de Género.
  • 11º. Gore.
  • 12º. Artes Marciales.
  • 13º. Destrucción.
  • 14º. Sangre.
  • 15º. Muerte.
  • 16º. Suicidios.
  • 17º. Groserías. 
  • 18º. Imágenes Ocultistas.
  • 19º. Símbolos Ocultistas.
  • 20º. Magia.
  • 21º. Objetos Mágicos.
  • 22º. Invocaciones.
  • 23º. Espiritismo.
  • 24º. Criaturas y Seres.
  • 25º. Demonios.
  • 26º. Perturbaciones.
  • 27º. Posesión de Demonios
  • 28º. Animales Poseídos.
  • 29º. Rituales Mágicos.
  • 30º. Pactos de Sangre.
  • 31º. Transferencia de Espíritus.
  • 32º. Vudú.
  • 33º. Parapsicología.
  • 34º. Mitología.
  • 35º. Filosofías Orientales.

Como puedes ver, no me estoy refiriendo a un análisis técnico de las series o películas de anime (que puedes encontrar en cualquier revista o página web especializada) sino a un análisis espiritual a la luz de la Palabra de Dios.

La definición de cada una de estas 35 categorías más una enorme cantidad de información y evidencias, puedes encontrarla en mis libros “Lo Que Miran Nuestros Hijos Libro I: Ocultismo y Satanismo” y “Lo Que Miran Nuestros Hijos Libro II: Sexo y Violencia”. Para adquirirlos en formato pdf y a solo U$S 5 cada uno, escríbeme a [email protected]

Por Edgardo Tosoni

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