Continuemos.

Corazón, ser y mente. Jesús respondió, «Ama a tu Dios con todo tu corazón; es decir, con todo lo que piensas y con todo lo que eres» (Mateo 22:37).

¿Qué se necesita para poder hacer algo con tu corazón, tu ser y tu mente?

A. ¿Qué es tu Corazón?

Tu corazón es tu centro de emociones. Es el lugar donde sientes profundamente las cosas que son importantes para ti. Es el lugar donde vive tu mamá, tu papá, tu fa­milia y tus amigos. Es el lugar donde tienes los deseos más profundos de lo que quieres ser y de lo que quieres en la vida. Tú sientes todas estas cosas en tu corazón.

B. ¿Qué es tu Ser?

Tu ser es la esencia de ti que vivirá para siempre. Es el lugar donde vive el Espíritu de Dios dentro de ti y se conecta con todos los otros aspectos que se someten a la voluntad de Dios. Juan de la Cruz dijo, «El ser es en sí la imagen más hermosa y perfecta de Dios». En otras palabras, vale la pena entenderlo. Conforme creces en Jesús comprenderás más de tu ser.

C. ¿Qué es tu Mente?

Tu mente es la herramienta que Dios ha creado dentro de ti que te da el poder para pensar, reaccionar y ver la vida desde todas las perspectivas. Es el vigilante de tu gozo y tu tristeza. Es el lugar donde te conoces a ti mismo y en lo que te convertirás. Es la parte de tu ser que continua­mente necesita ser renovada.

Ahora, junta estas tres cosas y añádeles la idea del amor. Ama con todo tu corazón, todo tu ser y toda tu mente. Bueno, ¡esa sí que es una idea bastante gigante! Si piensas en amar a tu mamá o a quien sea que te interese con este grado de enfoque, entonces empezarás a descu­brir hacia dónde nos dirigimos. Pero aguarda, aún tenemos que añadir el ingredien­te más importante de esta declaración. ¿A quién debes amar? Debes amar a Dios con todo tu corazón, todo tu ser, y toda tu mente. Ahora, ¡trata de imaginar eso!

Piensa un momento en las cosas que te encantan. Te en­canta el espagueti, te encanta el chocolate, te encanta la música, quieres mucho a tu mejor amigo y quieres mucho a tu perro. Esas son cosas bastantes pequeñas comparado con lo que Jesús está sugiriendo aquí. Todas las cosas que acabamos de nombrar no necesitan de todo tu corazón, ser y mente. Sólo Dios necesita eso. Estamos viendo el amor de una manera completamente nueva. Incluso, podríamos adivinar que Dios quiere que lo ames así, ¡porque así es como Él te ama a ti!

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “El Campo de Batalla de la Mente Para Niños”

Por Joyce Meyer

Lee Ponte la Mente de Cristo 3

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