Para ser cristianos no es necesario que andemos con una vela en la mano y con cara de «lunes a la mañana». Si creías eso, te estabas perdiendo el vivir a pleno.

Una de las causas por las que ni loco me quería meter en una iglesia, era porque tenía un concepto muy particular de lo que era la «religión”. Siempre que me decían que fulano o mengano era una persona muy religiosa», yo veía a una especie de Tutankamón del siglo XX, una momia que apenas viera la luz del sol, iba a desintegrarse. Pensaba que era alguien que se gastaba haciendo cosas que nunca iban a dar resultado, como largas caminatas, ir de rodillas a no se dónde, repetir 150 veces un versito de memoria, y otras yerbas. Pero, por otro lado, lo peor de todo era que mis amigos y amigas ¡sí, los flacos que decían creer en Dios! y que además se prendían en todas las actividades habidas y por  haber que organizara la parroquia del barrio; eran los que terminaban decepcionándome de la “religión».

¿Por qué? Porque eran los que iban al Inmaculada Corazón, o al Saint George School y se juntaban en el festival que organizaba la Acción Juvenil del Santa Felicitas; y otra que el boliche de mas onda… se pasaban toda la música, se bailaban todo y ni te cuento lo que pasaba en lo mas oscurito del parque cuando la mamá de Lolita se distraía. Sin embargo esos tiempos pasaron y hoy realmente puedo decirte que sé que la «religión» no consiste en todo eso, sino en hacer la voluntad de Dios.

Aunque seguro me vas a preguntar: ¿Cómo se lo que Dios quiere de mi? Eso era exactamente lo mismo que yo me preguntaba hasta que leí en mi Biblia un versículo que me impactó; fue Miqueas 6.8, que dice así: «Oh, hombre, él le ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti, solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios». En este pasaje se encuentra la esencia de la verdadera religión, esa que no consiste en formas externas, ritualismo barato o el legalismo que le da a Dios nada más que dolores de cabeza.

SI vos querés saber lo que él te pide, miró esto: Él te pide que hagas justicia, esto significa que seas imparcial y honesto en tus relaciones con tos demás. No tener una careta y hacerle favores solo a los que te pueden recompen­sar, sino tratar a todos por igual. Y dentro de esto va incluido el no jugar con los sentimientos de otras personas, sobre todo cuando le tiras una onda bárbara y después te borras.

Acto seguido está el mostrar una genuina compasión y misericordia hacia las personas necesita­das. Hoy por hoy es fácil ver a todos los canales de TV hacer grandes campañas de beneficencia, y sin duda que esto es bueno y se ayuda a mucha gente, pero lo que da una bronca total es ver a ciertos famosos que están ahí solo por compromi­so, o para ganar puntos, evidenciando una actitud totalmente hipócrita y pretendiendo de esa manera calmar sus concien­cias, cuando en realidad no lo hacen con un interés y amor genuinos.

Por último está lo más importante, el humillarnos ante nuestro Dios; o sea, acudir diariamente a su presencia adorándolo y diciéndole cuanto lo necesitás. Esto es tener una relación franca y abierta con Jesús.

Creo que Dios no pide más que esto, dado que es lo base de lanzamiento para una vida que está de acuerdo con su voluntad. Si alguna vez pensaste que en tu iglesia no había un lugar para vos, o que ser «religioso» era no poder vivir a pleno, consideró lo que Dios quiere y después fíjate si las cosas no cambian.

Por Daniel Bertora

Tomado de Revista Nivel 17

2 COMENTARIOS

  1. Yo soy Católica!!
    Y soy completamente feliz. He reconocido a Jesucristo como mi Señor, como mi Salvador! No levantando la mano, sino con mis actos. Porque una fe sin actos es una fe muerta dice Santiago. Rezo el rosario y repito esos «versitos de memoria», sí, con la memoria del corazón… Agradeciendo a María por su SI que cambió la historia (Lcs 1, 38) y haciendo vida la palabra que dice «Me llamarán DICHOSA todas las generaciones.» (Lcs 1, 48)

    Me han enseñado taaaaantas citas bíblicas para convencerme de que me salga de mi Iglesia, la única fundada por Cristo, por cierto. Y no, no lo han logrado… Que si las imágenes, que si María no fue vírgen, que si los Papas y la Bestia, que las riquezas del vaticano… Y agradezco todo eso porque lo único que ha hecho en mí, es fortalecer mi fe en Jesucristo y el amor a mi Iglesia.

    Practico mi religión y para nada soy aburrida!! Tengo 21 años y la acción en mi Iglesia y con otros jóvenes es lo mejor que me ha pasado en la vida!!

    Un abrazo hermano, si has encontrado a Jesús como yo..! No me importa tu religión o tu no religión, me importa que amas a Jesús. Ojalá pronto volvamos a ser uno como quiere Jesús! (Juan 10, 16)

    • Hola Cristina. ¡¡Bienvenida!! ¡¡Cuánto me alegra que tengas tan clara y definida tu fe y tu amor por Jesús!! Bendiciones!!! Un abrazo también para vos.

Responder a Edgardo Cancelar respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí