Continuemos.

Cuanto más rápido leas y mejor recuerdes lo que has leído, más eficaz será tu lectura de modo que, con menos tiempo, podrás aprender mejor tus lecciones. Leer rápido y no recordar lo que has leído, no te servirá de gran cosa. La eficacia lectora, sin duda, se puede ejercitar y mejorar notablemente, como el resto de nuestras habilidades. Para ello te sugiero cinco ideas básicas.

A. Durante un par de meses, dedica cada día 10, minutos a medir tu velocidad y comprensión lectoras. Guarda registro de tus medidas y compara la trayectoria que definen tus puntuaciones. En principio, deberías ser capaz de leer más de 400 palabras (lo deseable es que ¡legues a leer entre 500 y 600) y de acertar, por lo menos, el 50% de las preguntas.

B. El ojo humano no lee seguidamente todas y cada una de las palabras que forman un texto, sino que va haciendo unos saltitos que los técnicos llamamos fijaciones. Lo puedes comprobar fácilmente si le miras los ojos a un compañero mientras está leyendo. En cada fijación el ojo capta un grupo de palabras. Cuantas menos fijaciones hagas en cada línea, más rápida leerás. También puedes entrenarte a ello. No deberías hacer más de dos o tres por línea si quieres ganar velocidad y eficacia.

C. No leas nunca en voz alta, ni murmuran­do. Tampoco sigas las palabras con el dedo o lápiz. El ojo es más rápido que la mano o que la boca y ha de esperar… Acostúm­brate a leer sólo con el pensamiento y ganarás en velocidad y eficacia.

D. Recuerda que para leer necesitas hacerlo con una luz directa, en posición perpendicular o inclinada a los ojos y a una distancia entre 30 o 40 centímetros. Personalmente te recomiendo que uses un atril de mesa. Te sorprenderá lo cómodo que resulta.

4. La Curva del Olvido.

Tan importante me parece saber cómo aprendemos las cosas, que cómo las olvidamos, ya que así podemos actuar para que no suceda. La mejor arma contra el olvido es el repaso. ¡Siempre hay que repasar lo aprendido!.

Simplificando un poco, podríamos decir que durante los 7 primeros días olvidamos el 25% (la mayor parte durante las primeras 24 horas) de lo aprendido y al cabo de un mes sólo recordamos de un 20 a un 25% de lo que sabíamos 30 días antes. A los tres meses, apenas recordamos un 10% de lo aprendido. La solución pasa por hacer un repaso a las 24 horas, otro a los siete días, otro al cabo de un mes y otro dos o tres días antes de necesitar los conocimientos. No olvides que repasar es mucho más sencillo y rápido que estudiar ya que lo haces directamente a partir de fu esquema y sobre unos conocimientos que ya habías adquirido.

5. Cómo Enfrentarse a un Examen y Sobrevivir a él con Dignidad.

Hay algunas ideas que he ido recogiendo a lo largo de los años y que pueden serte útiles:

A. Infórmate con tiempo de cuándo es el examen, qué temario entra y qué tipo de evaluación será, ya que no es lo mismo estudiar para responder un test que unas preguntas de desarrollo. Tampoco da igual que te dejen o no llevar apuntes o material. ¡Tú pregunta!

B. No empolles la noche anterior ni estudies a última hora. Si no has hecho caso de todos mis consejos anteriores y no has estudiado lo suficiente, entonces, no te preocupes… no vale la pena amargarse ya que inevitablemente ¡vas a suspender! Si has seguido lu plan de estudios tal y como te he indicado, entonces no debes preocuparle tampoco ya que dominas la materia y los nervios no son la mejor compañía para una evaluación. Relájate y mantente sereno y tranquilo, ya que las probabilidades de que suspendas son mínimas.

C. Duerme bien, despiértate con tiempo, comprueba que llevas lodo el material necesario para la evaluación, aliméntate bien y sé puntual.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Expediente X”

Por Félix Ortiz y Autores Varios

Lee Ideas Útiles Para Estudiar y No Morir en el Intento 3

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí