Cámara (o reflector de luz) sobre los hombres que están comiendo.
Las personas comienzan a caminar por detrás de los trabajadores.
Una pequeña cruz es cargada y puesta a un lado.
Una segunda cruz es traída y puesta al otro lado.
Una tercera cruz es llevada lentamente.

Calvinicus: Hola Jorgeus, ¿qué hay de nuevo?

Jorgeus:
¿qué quieres decir? Aquí no sucede nada. Parece que es otro día caluroso. Es un buen día para ser camello ¿No?

Calvinus:
(riéndose) Sí pásame una aceituna.

Jorgeus:
Toma limosnero. ¿Por qué no compras un frasco y te sientas en la puerta de Jerusalén?

Calvinicus:
Déjame en paz ¿sí? Ha estado dura la cosa en el campo. ¡Mira mis uñas!

Jorgeus:
Si, ya sé. La tierra está muy dura. Casi rompo el yugo de mi buey.

Calvinicus:
¿Qué sucede? ¿Qué es toda esta conmoción?

Jorgeus:
Ah, es solamente otra ejecución. Ya sabes, uno de esos “Profetas” raros. Dicen que tiene la respuesta a los problemas del mundo. Está siendo ejecutado junto con dos criminales.

Calvinicus:
Oh, ese tipo. Sí, escuche sobre él. Dicen que es Dios o algo así. Algunas personas afirman que hizo algún tipo de magia en algunos enfermos.

Jorgeus:
Sí, estos “profetas” son todos iguales. Supuestamente arreglan unas cuantas piernas y todos se quedan embobados. Claro, también se le acusa de crear un disturbio, incitar a los rebeldes i de desacato a la justicia. Nunca aprenden. Si este realmente quiere que alguien lo siga, debe explicar cómo es que su Dios es tan bueno en arreglar piernas y tan malo en sacarlo de la cárcel. Ah… mira… tengo que regresar a la casa para prepararme para la fiesta de esta noche.

Calvinicus:
Sabes Jorgeus, tan solo el otro día le decía a mi esposa que el mundo está muy mal. Por un lado tenemos a los zelotes radicales y a los esceneos caminando con el cabello corto y todas sus cosas, y por el otro tenemos a los falsos fariseos bocones, tocando trompeta por todas partes y orando en tu oreja. ¿A dónde vamos a llegar?

Jorgeus:
No sé, hombre ¿Por qué no le preguntas a césar?

Calvinicus:
Sé que esto se oye raro, Jorgeus, pero a veces pienso que si existe Dios, desearía que hiciera algo radical sobre lo que está pasando aquí abajo y asestarle unos cuantos golpes a los romanos. Entonces algo sucedería.

Jorgeus:
¡Sería grandioso que algo sucediera aquí! Todos los días… ve a los campos… ara, ara, ara… come algo rápido… de nuevo a trabajar… aplasta el grano… la misma vieja rutina. ¿Qué clase de vida es esta?

Calvinicus:
Sería maravilloso si todos pudiéramos regresar a los viejos tiempos cuando pastoreábamos.

Jeorgeus:
¿Estas bromeando? No volvería a pastorear por nada. El progreso hombre, el progreso. Sí claro, El pueblo se vuelve sucio con el polvo del tráfico, pero aquí es donde está la acción. Claro, toda esta actividad hace que mi esposa se queje más, si eso fuera posible.

Calvinicus:
No sé, hombre. Perece que me despierto. Hago callar a mi gallo, voy a trabajar, regreso a casa, apago la lámpara y regreso a la cama. ¡Cómo desearía que hubiera algo más! Me pregunto sobre todos estos asuntos religiosos. Quiero decir, si hay algo como Dios, ¿Por qué no baja y dice: Hola amigo, soy Dios? ¿Les gustaría ver algunos romanos convertidos en pizza?

Jorgeus:
deberías de saber, cal, que la religión es una bola de mitos y cosas. Bueno, nos vemos.

Calvinicus:
Está bien Jorgeus, nos vemos después.

Jeorgeus:
(sarcásticamente) De acuerdo. Y por cierto, Cal, si te topas con algún tipo que diga: “Hola, soy Dios”, déjame saberlo… me gustaría conocerlo.

Tomado de “Teatro: Biblioteca de Ideas”

Por Especialidades Juveniles

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