Continuemos.

En VIDEO:

ELIZABETH: Estamos en una de las esquina céntricas de nuestra ciudad, para consultar a la gente qué opina acerca de la ejecución de Jesús. Recordemos que hasta hace pocas semanas atrás, multitudes aclamaban su llegada a la ciudad, y fuimos testigos de las más variadas y hasta descabelladas manifestaciones de fanatismo religioso. Dialoguemos con la gente que se ha acercado a nuestro móvil. Usted caballero, ¿qué opina de la ejecución de Jesús?

GENTE 1: Estoy totalmente a favor. Era un loco que se hacia pasar por Dios. Hicieron bien en matarlo. ¿Quién se cree que es?

ELIZABETH: Y Usted, señora, ¿qué opina?

GENTE 2: Yo creo que estuvo muy bien la ejecución. Este hombre andaba engatusando a la pobre gente que está enferma, o tiene graves problemas, prometiendo el cielo, el oro y el moro. Yo creo que era un irrespetuoso, un aprovechador, y un abusador de la gente que no tiene mucha cultura.

GENTE 3: Mire, es cierto que nos dio de comer a muchos, pero si el gobierno hizo lo que hizo, por algo debe haber sido,

ELIZABETH: ¿Y usted?

GENTE 4: Yo pensaba que este tipo iba a sacarnos de la esclavitud económica y social que vivimos, que iba a imponer la revolución social que el pueblo espera, pero realmente me a defraudado, finalmente termino hablando de amar a los enemigos y cosas de esas.

ELIZABETH: Su opinión.

GENTE 5: Mire, le voy a decir la verdad. El tío de mi señora era ciego, desde siempre, nació cieguito, pobre. Pero un día pasó el Jesús, y le dijo algo de los pecados y le pasó un poco de barro que había ahí… después se lavó con el agua de un lugar que le dijo y ¡zácate! ¡Empezó a ver! La verdá, la verdá es que todos creímos que Jesús sería el Libertador… pero cuando lo mataron me dí cuenta que no, y que lo que curó al tío fue el barro y el agua de ese lugar. Así que si usté tiene problemas de vista, (mirando a cámara) llame a este teléfono (saca un cartelito con un número que muestra) que con el tratamiento de barro y agua va a quedar como nuevo! No dude, llame ya… (lo interrumpen, se lo llevan).

ELIZABETH: ¿Y Usted, señor? ¿Qué opina? (alguien le señala a la notera que este hombre es del grupo de Jesús).

GENTE 6: ¿Yo?…No…. no sé, no sé nada.

ELIZABETH: Pero acaso, ¿usted no tiene nada que opinar sobre este caso? ¿Usted no lo conoce a Jesús?

GENTE 6: No, no, no lo conozco.

ELIZABETH: Pero ¿usted no era uno de los seguidores de Jesús?

GENTE 6: ¡¡No, señorita!! ¡¡Déjese de molestar!!. ¡¡Le repito que a ese tipo no lo conozco!!

ELIZABETH: Bueno, a pesar de algún maleducado…. estos son los testimonios de la gente en la calle. Nada más por aquí. Regresamos a estudios.

FIN del VIDEO.

RUBEN: Gracias Elizabeth, con nuestro móvil de exteriores en el centro de la ciudad.

MARCOS: Seguimos en este controvertido tema con un reportaje exclusivo que hizo nuestro compañero Rubén quien estuvo en la cárcel de nuestra ciudad. Las autoridades de la misma nos negaron la entrada al pabellón de máxima seguridad donde se encontraba alojado Jesús. Pero luego de difíciles negociaciones con las autoridades, tuvimos declaraciones exclusivas de quien fuera compañero de celda de Jesús en sus últimos momentos. Esté muy atento porque vamos a ver respuestas muy diferentes a las que escuchamos en la calle, de un hombre que quemaba las últimas horas de su vida.

En VIDEO:

RUBEN: Punto-com pudo llegar hasta el corazón mismo de la cárcel de la ciudad, estamos en este momento con Juan Ladrón de la Cruz, quien compartió varias horas con Jesús. Es así, Juan?

LADRÓN (apesadumbrado): Sí, sí. No fue mucho tiempo, pero… bueno,… fue suficiente.

RUBEN: ¿Suficiente para qué, Juan? ¿Para formarse opinión de él, quizás? Por favor cuéntenos qué fue lo que vivió junto a él.

LADRÓN: No se… Lo único que puedo decir, es que este hombre no merece morir.

(CONTINÚA…)

Por Rubén Bagini

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